La mañana del día siguiente llegó, y como cada mañana desde su primer cuatrimestre de embarazo, Horacio fue el primero en salir de la cama.
Las frecuentes idas al baño irritaban al omega, pero de alguna manera se había acostumbrado, sin embargo, esta mañana pasaba algo diferente, lo sentía, su cachorro se estaba preparando para nacer.
Secó sus manos pero antes de poder salir del cuarto de baño una punzada lo hizo detenerse—. ¡Joder! —maldijo encogiéndose de dolor. Se apoyó con su diestra contra el lavamanos mientras dejaba pasar la contracción. Su doctora ya se lo había explicado, gracias al estrés que repentinamente estaba experimentando, sumado al cúlmine de su embarazo, en los últimos días sentiría a su cachorro moverse y posiblemente le generaría molestias. Mientras no sangre o rompa fuente, no habría de qué preocuparse.
—¿Estás bien? —preguntó Volkov desde la cama. Su voz rasposa, característica de su reciente despertar, generaban una tierna sonrisa en el moreno.
—Si, si. Vuelve a dormir, anda —calmó acostándose a su lado, evitando esbozar una mueca por lo incómodo que se sentía debido al peso de su vientre.
El alfa niega y deja un beso sobre la frente y labios de su pareja antes de arrastrarse hasta quedar a la altura de su barriga y repartir besos sobre su piel. La mayoría de las mañanas eran así, él despertando primero y luego dejándose hacer mientras Volkov hablaba, cantaba y llenaba su vientre de mimos. Mentiría si dijera que no le agradaba lo cariñoso que podría llegar a ser un hombre tan imponente como Viktor Volkov, pero la realidad era que adoraba aquella faceta suya, esa que era exclusiva para sus ojos y le pertenecía sólo a él.
Es por eso que, como cada mañana, cerró los ojos y dejó que la mixtura de feromonas rodeándolo menguaran cualquier malestar o incomodidad presente en su cuerpo.
Se siente sereno, es así cómo se siente un hogar.
«Hoy saldré antes. Iré a casa tan pronto como termine la reunión. ¿Están bien? ¿Te duele mucho?»
«Estamos bien. Me siento incómodo, eso es todo.»
«Acuéstate y descansa, солнце. No te preocupes de la cena, yo me encargo a penas llegue.»
«Vale, te amo.»
«Y yo a ustedes.»
Sonríe como una tonto al leer el último mensaje que le envía su pareja antes de desconectarse, es increíble cómo una simple oración puede hacerlo sentir tan especial, protegido y amado.
Yace sólo en casa, luego de un innecesario, pero abundante desayuno y muchas muestras de amor, Viktor se fue a trabajar. A partir de lo que le comentó su pareja, tal parece que la causa del incidente que aconteció en su casa no fue una falla en el sistema de seguridad, por lo menos no por parte de Black Wolves, sino más bien de un acto de corrupción en el cuerpo policial de la ciudad para no atender la alerta emitida, por lo que se tendría que abrir una investigación al respecto.
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STREETS - VOLKACIO (Omegaverse)
FanfictionNacido para servir y obligado a casarse por conveniencia, Horacio aprovecha la traición de su prometido para irse de fiesta sin premeditar que terminaría enrollándose con su pareja destinada. Viktor Volkov era todo lo que él soñó pero sabía que no p...