Tu diario~ {𝓜𝓪𝔂𝓲𝓶𝓫𝓪/𝓣𝓲𝓶𝔂𝓸}

20~ Books

Han pasado dos semanas, en las cuales Timba y yo hemos estado un poco distantes, no por lo que pasó la vez anterior que ambos nos confesamos, sino porque su hermana hace todo lo posible para que nos mantengamos alejados.

No me molesta del todo, sé que me ve cómo una amenaza y que lo único que busca es proteger a su hermano de este Idiota que no lo valoró antes.

Justo hoy, Ela salió con unos amigos suyos, desde que Raptor se fue a vivir con Silvio y que Mike consiguió un apartamento, el lugar se mantiene muy silencioso.

Yo ya había conseguido suficiente dinero cómo para conseguir vivienda propia, pero Timba me pidió que me quedará, cuando me lo pidió note sus nervios y vergüenza, pero tenía sentido, al hacer citas programadas, tiene mucho tiempo libre y sí es incómodo estar los dos en este silencio, no me imagino cómo será estar totalmente solo en este mismo.

Ya hace unos días me había comunicado con una chica que resulta ser trabajadora en un centro de rehabilitación de animales, ya que quería darle una pequeña mascota a Timba que sabía no le daría mucho problema, además de que desde que estábamos en la universidad, me dijo que le encantaría tener este animal.

Salí luego del almuerzo para hablar con está chica, ella me dijo que en una semana podría hacerme la entrega y cobro, por lo que acepte sin problemas.

Fui una platica bastante rápida, solo íbamos a intercambiar información, por lo que no tardamos más de 20 minutos.

Cuando llegue a casa, está estaba vacía, tenía un mensaje de Timba que decía que había salido a hacer una consulta y que volvería en aproximadamente una hora.

Subí a mi habitación, allí encontré una caja sobre mi cama, la abrí un poco confundido, encontrándome con varios libros de distintas historias, me sorprendió bastante, ya que eran libros que le comenté a Timba que me interesaban cuando apenas estábamos en la universidad.

En el libro que estaba hasta el fondo de la caja, encontré una pequeña nota.

“Un pequeño intento de demostrarte lo que siento... Aunque aparentaba estar dormido cuando me hablabas de estos libros, creeme que yo prestaba atención a cada palabra que salía de tu boca... Creo que ya sabes quién soy, no hace falta que firme la nota”

Sonreí ante esta demostración, me alegra saber que en serio quiere que lo nuestro vuelva a funcionar, ya que en esta oportunidad, él que tiene que esforzarse soy yo y sí el también está dando este esfuerzo, me está demostrando que al igual que yo, extraña lo nuestro...

No lo pensé dos veces y mientras que le agradecía en mis adentros a Timba de miles de formas diferentes, comencé a leer uno de los libros.

Me perdí en las palabras de la historia, simplemente estaba escrita y descrita perfectamente, sentía las emociones de los protagonistas, aunque me costaba un poco sentir la molestia de estos ya que en mi cabeza solo resonaba el nombre de mi peli-azul, sabiendo que estoy leyendo esto gracias a él.

Escuche cuando llegó a la casa y yo de inmediato salté de mi cama a recibirlo.

-Hola Timba -.

-Hola May, ¿Todo en orden?, saliste muy rápido de tu habitación -.

-Quería venir a recibirte y pues... -; Me acerque más a él y le di un beso en la mejilla. -Gracias por el regalo, en serio lo aprecio -.

-M-me alegra que te haya gustado... -; Me contestó un poco nervioso, pero tenía una ligera sonrisa en su rostro ligeramente sonrojado. -Se que pude darte algo mejor, pero... Recordé lo mucho que querías esos libros y los encontré a buen precio cerca de aquí -.

-Gracias en serio, fue de las mejores cosas que pudiste darme... Te amo -.

Él trago en seco y me miró un poco nervioso, y acarició mi mejilla con una de sus manos de manera lenta, se acercó lentamente a mi rostro, al punto que sentí su respiración chocar con la mía.

Pareciese que quería hacer algo más, cómo si quisiera demostrarme un poco del afecto que oculta, pero su miedo le ganó y volvió a tomar distancia, creando un ambiente un poco incómodo y extraño.

-M-me pagaron bien hoy y Ela me dijo que se quedará a dormir en la casa de la abuela porque le queda más cerca... ¿Te gustaría... S-salir conmigo a cenar? -.

Miraba cómo sus manos temblaban un poco, pero sé notaba la buena intención.

-Me encantaría, pero nada muy formal, sabes que ninguno se toma en serio ese tipo de lugares -.

Él me sonrió y jugueteo con uno de mis cabellos. -Lo dices porque la última vez ninguno estuvo satisfecho con la poca comida que dan en esos lugares -.

-Es la verdad, no quiero que pagues 500 dolares por una aceituna y una servilleta -.

-¿Y entonces que quieres que vayamos a comer? -.

-Se me antoja una buena pizza de pepperoni y una malteada de chocolate -.

-¿Con orilla de queso? -.

-Tu si sabes lo que me gusta... -; Tomé su mano y la acaricie un poco. -¿Vamos? -.

-Claro... -; Me contestó casi como en un suspiró.

Fue bastante divertido y agradable pasar la noche juntos, aunque me llenó el cabello de crema batida de la malteada...

Me molestó que me manchara con está crema, pero me alegra un poco... Había extrañado tanto escuchar su risa...

Cuando salimos de allí aprovechamos a ir a una tienda, allí compramos algunos alimentos que más que nada era comida chatarra, esto porque Timba compró una película para que la viéramos juntos.

Pasamos toda la noche viendo películas y series y haciendo uno que otro desastre, parecíamos niños a los que dejaron solos en casa.

A eso de las tres de la mañana, habíamos estado molestando con los supuestos juegos que invocaban criaturas paranormales, pero ambos somos unos cobardes en ese sentido, así que no hicimos ninguno.

Finalmente nos dormimos, aproximadamente a las cuatro de la madrugada, a todo esto ambos estábamos hechos un desastre, despeinados y yo con el cabello un poco tieso por la crema, pero aún así solo nos dormimos en el sillón.

Timba ya estaba bastante cansado, así que no estuvo muy consciente cuando me abrazo y apego a él, quedando en la posición de cucharita.

Yo solo lo acepté y me quedé allí... Esto parece cómo un romance juvenil en mi opinión, pero ahora solo puedo pensar... En todo lo que tendremos que limpiar en unas horas cuando salga el sol.