Detrás de las cámaras

26."No es buena para ti"

26."No es buena para ti"

Sienna

A la mañana siguiente, me encuentro cocinando algo de desayunar para Evan y para mí. Hoy es nuestro último día de vacaciones y necesitamos desayunar un montón porque ambos volvemos al trabajo.

Intento no pensar mucho en el hecho de que Evan vuelve a hacer vídeos hoy después de un mes sin hacerlos, un mes increíble en el que prácticamente no nos hemos separado. Hemos estado viviendo como una pareja y me he sentido demasiado bien con ello, cosa que me preocupa porque tarde o temprano tendré que darme un buen golpe con ese muro que es la realidad.

El sonido de unos pies descalzos caminando por el suelo de la cocina me saca de mis divagaciones, y sonrío cuando siento unas manos acariciando mi culo tapado sólamente por unas bragas. En la parte de arriba sólo llevo una camiseta que le he robado a Evan al despertar, ya que ambos dormimos siempre desnudos. No es un gran problema ya que aquí en Miami hace mucho calor aunque estemos a finales de septiembre.

-Buenos días -susurra en mi oído desde atrás, apoyándose en mi espalda y dejándome saber a través del tacto que lleva sólo unos pantalones cortos de pijama, y que está excitado.

-Buenos días -contesto con una sonrisa, giro mi cara y le doy un pequeño beso en los labios.

Al ver su rostro me doy cuenta de que todavía no ha terminado de despertarse, está recién levantado. Noto cómo tantea mis bragas hasta que finalmente se decide a bajarlas lentamente. Cuando me las quita, se baja el pantalón del pijama y deja su polla apoyada en mi culo. Sus manos van a mis caderas y acerca su boca a mi cuello para dejar besos húmedos y excitantes en él, haciendo que me caliente cada vez más. Finalmente, se coge la polla con una mano, me separa las piernas con la otra y noto la punta de su miembro entre mis pliegues, justo antes de notar cómo se mete dentro de mí. Gimo sonoramente y me agarro con fuerza a la encimera. Evan sigue sujetándome por las caderas y empieza a moverse muy lentamente, con su torso completamente pegado a mi espalda.

-Me encanta hacer esto todas las mañanas -me susurra al oído, con la voz ronca tanto por el sueño como por la excitación-. Estás tan estrecha cuando acabas de levantarte...

Desliza mi camiseta por mi cuerpo hasta sacármela por arriba, y sus manos se apoderan de mis pechos, masajeándolos.

-Joder, me gustan tanto -jadea mientras pellizca y acaricia mis sensibles pezones.

-Pervertido -río, pero mi risa se ve cortada por un gemido cuando Evan me embiste con fuerza, penetrándome más profudamente-. Oh, dios.

Noto cómo la tension empieza a acumularse en mi clítoris y bajo una de mis manos ahí para acariciármelo.

-Joder nena, sí, sí... -jadea, moviéndose cada vez más rápido.

-Evan, estoy a punto, ¡oh, Evan! -grito, y entonces siento mi liberación llegar, haciendo que me arquee y grite sin parar.

-Mmhh, S-siee -jadea mientras se corre dentro de mí.

Permanece abrazado a mí unos minutos, hasta que finalmente deja un beso en mi espalda y se separa de mí, saliendo de mi interior. Vuelvo a ponerme mi bragas y la camiseta, y me giro para darle un beso.

-Entonces, ¿qué hay para desayunar? -pregunta con una sonrisa inocente, y me echo a reír.

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-Wow, Dean, ¿rubio? -pregunto sorprendida al ver el nuevo color de pelo de mi amigo.

-Ajá, rubio como el sol, nena -dice con voz seductora, y me echo a reír.