31."Deberíais hablar"

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31."Deberíais hablar"

Sienna

Así que aquí estoy, en el aeropuerto de Miami, con una maleta llena de ropa, ya que no sé cuántos días estaré aquí, y el corazón en la garganta por la incertidumbre.

La llamada de Alice de esta mañana ha sido breve, ella estaba como loca y no se explicaba bien, creo que es la única vez que he visto a Alice alterada. Lo que he conseguido entender es que, por algún motivo que desconozco, Dean y Jared estaban en el mismo coche, un todoterreno se chocó contra su coche, y ahora ambos están en urgencias en estado grave. Según Alice el accidente ha sido esta mañana, temprano, y no he podido llegar a Miami hasta las nueve de la noche.

Cojo un taxi y le doy al conductor la dirección del hospital, sintiéndome cada vez más nerviosa. Estoy hecha un mar de nervios porque no sé como mierda está Dean ni Jared, no entiendo qué pasó entre ellos dos para que terminaran en el mismo coche, y además voy a tener que enfrentarme a Evan después de tres meses sin saber nada el uno del otro.

Mis nervios y mi ansiedad van aumentando a medida que el taxi se acerca al hospital, hasta que finalmente el hombre para delante del edificio blanco y, tras recibir su pago, me deja allí y se va. Me obligo a respirar hondo y entro en el edificio. Pregunto por Dean y Jared en la recepción y me dicen que ambos siguen en la UCI, por lo que siguen en estado grave. Subo en ascensor hasta el piso indicado y, cuando me bajo, veo a Alice sentada en uno de los incómodos asientos del pasillo.

-Sienna -dice en cuanto me ve, se levanta de su sitio para venir hacia mí y me abraza-. Joder, suerte que estás aquí.

-¿C-cómo ha pasado? -pregunto con la voz temblorosa.

Ella se separa de mí y suspira. Abre la boca para hablar cuando es interrumpida por otra voz.

-¡Sienna! -exclama la voz de Lindsay, y la pelirroja aparece en mi campo de visión.

Es entonces cuando me doy cuenta de que, en los asientos del lado de donde estaba Alice, están Ken y Lindsay, quien acaba de levantarse de su sitio para venir hacia mí.

Abrazo a la pelirroja y a Ken, quien también se ha levantado. Todos parecen cansados, agobiados por el hecho de que no haya noticias del estado de nuestros amigos. Según ellos, llevan en cuidados intensivos desde que han llegado al hospital, y las enfermeras no han dado noticias más allá de confirmar que siguen vivos. Sigo preguntándome por qué iban juntos en ese coche, y el hecho de que ellos no se cuestionen al respecto me hace sospechar que lo saben, pero prefiero no preguntarlo ahora.

Me encuentro sentada en uno de los asientos, al lado de Lindsay, con Alice y Ken de pie delante nuestro, cuando Ken se gira y le dedica una sonrisa incómoda a alguien. Giro la cabeza en esa dirección y le veo.

Es Evan. O, mejor dicho, una versión empeorada de Evan.

Tiene unas ojeras muy notables y los ojos rojos, además de unos cortes en la mano contraria a la que está sosteniendo un vaso de carton lleno de lo que supongo que es café.

Su expresión denota sorpresa y dolor, ambos dirigidos a mí en una mirada que dice más de lo que nunca nos hemos dicho.

No sé qué hacer.

Sé que debo ignorarle, yo elegí terminar con lo nuestro y mi cabeza dice que debo pasar de él y hacer como si no existiera. Pero mi corazón, esa parte que la razón no controla, quiere levantarse y besarle hasta que nos duelan los labios.

-Eh, yo... -dice, incómodo, permitiéndome oír su voz después de tres meses de mierda y añoranza-. Yo me voy. Avisadme si hay noticias nuevas.

Antes de que nadie pueda contestarle, da media vuelta y se mete en el ascensor. Yo me he quedado paralizada y me siento muy estúpida por ello, quiero hacer algo pero sé que no debo, por el bien de ambos.

-Deberíais hablar, Sienna -dice Alice tras unis segundos de silencio tenso.

-¿Y qué se supone que voy a decirle? -pregunto con la voz temblorosa, mis ánimos ya están destrozados entre lo de Dean y Jared y el encuentro con Evan-. Debe odiarme.

-No lo hace -contesta Ken.

-Él está hecho mierda, Sienna, le debes al menos la oportunidad de hablar las cosas -dice Alice.

-Lo sé -suspiro-. Sólo dadme un tiempo, unos días.

-¿Cuánto vas a quedarte? -pregunta Lindsay.

-Hasta que Dean y Jared estén mejor -contesto-. Me debían una semana de vacaciones en el trabajo y he cogido ésta. Cuando salga buscaré un hotel, no he tenido tiempo ni cabeza para hacerlo antes de venir.

-Ah no, de eso nada -niega Alice-. Te quedarás conmigo, y no admitiré un no por respuesta.

-No quiero molestar...

-No molestas, tonta -me interrumpe la morena-. Te quedas conmigo y Emily, y punto.

-¿Emily? -pregunto, extrañada.

-Mi novia -contesta Alice, como si fuera la cosa más obvia del mundo.

-¡¿Tienes novia?! -pregunto con los ojos como platos.

-Claro -se encoge de hombros-. No serás homófoba, ¿verdad?

-No, si me altero es por el hecho de que nos conocemos desde hace meses y ni siquiera sabía que tienes pareja, por ejemplo -ruedo los ojos-. ¿Por qué no me lo habías dicho?

-Los secretos son más divertidos que la verdad -sonríe.

Ken ríe con ella y Lindsay parece tan sorprendida como yo. Esta chica está loca, pero la amo.

Las horas pasan lentamente en el hospital, y la ansiedad de todos nosotros no para de crecer, no sabemos nada de ninguno de los dos, y eso hace que cada vez estemos más angustiados. Hacia las nueve vamos a cenar a la cafetería de abajo y, tras ánimos y charlas motivadoras por parte de mis tres amigos, decido armarme de valor y llamar a Evan para poder hablar.

No me sorprendo cuando no me coge el teléfono, pero me siento decepcionada igualmente. Decepcionada conmigo misma por haber hecho las cosas tan mal y ahora tener que estar en ésta situación, y con Evan por no querer cogerme el teléfono.

Abro el Whatsapp para enviarle un mensaje pero veo que, como desde hace tres meses, sigue teniéndome bloqueada.

A la una de la madrugada, una enfermera nos recomienda amablemente que vayamos a dormir y nos promete que nos llamará en cuanto sepan algo de alguno de los dos chicos.

Llego a casa de Alice y no tengo la oportunidad de conocer a Emily ya que ésta está dormida, pero supongo que mañana lo haré. Me echo en la cama del cuarto de invitados y cierro los ojos, preguntándome a mí misma qué va a pasar por la mañana.

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Lo siento por las que pensaban que lo del accidente era una mentira para reunir a Evan y a Sie, pero no es así. Mi Deannie está mal :( ¿Qué creéis que pasó entre Dean y Jared? Chan chan chaaaan

Nos vemos el sábado!
Claire

Detrás de las cámarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora