47."Es demasiado pronto"

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47."Es demasiado pronto"

Cuatro meses más tarde

-Y voy a enseñarle a hacer surf... -dice Evan, emocionado.

-Como un tiburón se me coma al niño te juro que te denuncio.

-¿Siempre tienes que ser tan negativa? -pregunta-. A mí todavía no se me ha comido ningún tiburón.

-Todavía... -contesto, y él se echa a reír.

-No dejaré que me coman, ¿qué harías tú sin mí?

-Pues, para empezar...

-Era una pregunta retórica -me interrumpe, rodando los ojos-. A veces pienso que sólo me quieres por el sexo.

-¿Ahora te das cuenta? -le guiño un ojo y le abrazo.

Ambos estamos echados en la cama, hablando sobre el bebé. La cosa ha empezado cuando nos hemos puesto a pensar en nombres, y ha terminado así. Mi barriga ya es muy notable, estoy de siete meses y cada vez lo llevo peor. Despierto casi todas las mañanas con ganas de vomitar, voy muy cansada -lo cual no impide que mis hormonas me pidan sexo todo el rato, claro está-, y la espalda me mata del dolor, por no mencionar mi constante mal humor, cosa que no puedo evitar.

Además, me estreso muy fácilmente por cualquier cosa. Hoy le ha tocado al hecho de que todavía no tenemos decidido un nombre para el bebé. No es algo raro dado que aún tenemos dos meses para decidirlo, pero eso no impide que esté muy estresada por ello.

-No me gusta ningún nombre -me quejo, bajando la pantalla del ordenador y dejándolo encima de la cama-. ¿Qué nombres te gustan a ti?

-Elliot me gusta -dice de repente.

-¿Elliot? -pregunto, aunque más para mí misma, y Evan asiente-. Elliot... ¡Es un nombre genial!

-¿Te gusta? -me mira, sorprendido, y yo asiento.

-Me gusta muchísimo -sonrío y le doy un pequeño beso.

Al mediodía decidimos salir a comer por ahí, ya que yo llevo una semana sin apenas salir de casa y Evan sólo ha salido para trabajar. Él parece bastante contento con su nuevo trabajo como modelo y bueno, yo estoy planteándome dejar mi trabajo y empezar como fotógrafa freelance*, pero tengo que pensarlo.

Comemos algo saludable en un restaurante de la ciudad. Yo he insistido en ir a McDonald's pero Evan no me deja, ya que no quiere que su hijo se alimente con comida basura, y yo quiero pegarle pero a la vez lo entiendo. Al salir del restaurante, caminamos un poco por el pase que queda al lado de la playa hasta que alguien nos llama la atención.

-Oh dios, ¡eres John Lyons! -exclaman dos chicas. Oh, no, otra vez no.

Ya es la tercera vez que pasa y nunca lleva a nada bueno. La primera vez era una chica que expresó sin tapujos sus deseos de que Evan la empotrara contra la pared -no le importó nada mi presencia, al parecer-, y la segunda recibí insultos por alejarlo del porno. Como vuelva a pasar algo así juro que las lanzo al mar.

-Em, sí -dice Evan, notablemente incómodo, ya que seguramente sabe que algo malo va a pasar.

-¿Ella es tu novia? -pregunta una de ellas, y él asiente con la cabeza, temeroso-. Oh, ¡hacéis una pareja adorable! ¿Vais a ser padres?

Veo cómo una gran sonrisa se pinta en el rostro de Evan y no puedo evitar sonreír yo también.

-Sí, en dos meses -dice, ilusionado.

-¿Por eso ya no haces vídeos? -pregunta la otra, y Evan contesta afirmativamente-. Aw, es tan romántico. Bueno, os dejamos en paz, ¡espero que el embarazo vaya bien!

Detrás de las cámarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora