Me despierto con un rayo de luz dándome directamente en la cara. ¿Por qué siempre se me olvida cerrar las cortinas y termino despertándome de esta manera tan asquerosa? Me remuevo un poco, aún medio dormida, para intentar alejar la luz de mi cara. Me choco contra un cuerpo, quien suelta un gruñido y se remueve un poco para luego seguir durmiendo como si nada. Recuerdo todo lo que pasó anoche y una sonrisa idiota se instala en mi cara.
Joder, fue el mejor sexo de mi vida. ¿Cómo pude querer negarme a eso?
¿Porque es actor porno quizás?
Hey gracias, subconsciente.
Me giro sobre mi cuerpo y veo que Evan está profundamente dormido, con su rostro ladeado hacia mí. Joder, es tan guapo. Me río un poco al ver que está prácticamente al otro extremo de la cama, se ve que no soy la única que se mueve mucho al dormir. Una idea aparece en mi cabeza y me levanto rápidamente para rebuscar en mi bolso hasta sacar mi amada cámara. Me agacho delante de la cama y apunto el objetivo hacia él antes de hacer una foto. El maldito sale genial incluso dormido, parece que su pose de lado, con la sábana cubriendo de sus caderas hacia abajo, sea intencional, pero está completamente dormido. Así como me inspira artísticamente, su cuerpo desnudo me pone malditamente caliente.
Me fijo en que no llevo absolutamente nada de ropa encima, así que me hago una cola, subo a la cama y voy hacia donde él descansa. Retiro las sábanas cuidadosamente de encima de él, dejando su miembro dormido al descubierto, y me pongo encima suyo a horcajadas, sin sentarme del todo en él. Río al ver cómo suspira, dormido, y empiezo a dejar besos por su pecho, subiendo hasta llegar a su cuello, el cual muerdo y chupo. Evan se mueve y empiezo a notar cómo no es solamente él el que despierta, su amigo ahí abajo está endureciéndose contra mi pierna.
-Mmh... Sie... -es lo primero que dice en un murmuro, mientras una sonrisa traviesa se dibuja en su rostro.
-Buenos días -mi voz sale ronca por la excitación.
-Hola... -susurra abriendo los ojos, justo antes de robarme un beso, un jodido beso con lengua que me hace querer mucho más.
Sus manos recorren todo mi cuerpo y me gira, tumbándome en la cama boca abajo. Se pone encima de mí y besa mi cuello desde atrás, pegándose a mi cuerpo de modo que su erección roza mi culo. Se coge la polla con una mano y, sin más preámbulos, se introduce dentro de mí. Grito por la profundidad con la que me penetra, gracias a esta posición, tocando mi punto más sensible. Pone sus manos en mis caderas para poder embestir mejor, y empieza a entrar y salir lentamente, sin prisas.
-No hay mejor manera de despertar que esta -jadea en mi oído.- Estás muy apretada, joder, me voy a volver loco.
Mis gemidos se vuelven constantes y fuertes cuando empieza a moverse más rápido, llevándonos a los dos a un viaje sin vuelta hacia el éxtasis. Siento un agradable hormigueo formándose en mi estómago, sé que me queda poco... y de repente mi móvil empieza a sonar como loco, rompiendo mi inminente orgasmo.
-N-no lo cojas... -me susurra Evan al oído.
-No iba a hacerlo... -contesto en un gemido, pero entonces recuerdo lo que tenía que hacer esta mañana-. ¡Mierda, Kels!
Me muevo, alterada, y Evan se aparta, saliendo de mí bastante confundido.
-¿Qué...? -empieza.
-Lo siento, joder, lo siento -me disculpo vistiéndome a toda prisa-. Hace media hora que debería haber ido a buscar a mi mejor amiga al aeropuerto.
Él suspira y se mete en el baño. A los pocos segundos, oigo el sonido del agua corriendo. Bueno, supongo que una ducha de agua fría es lo que necesita ahora para bajar esa erección.
ESTÁS LEYENDO
Detrás de las cámaras
Roman d'amourSienna es una chica sencilla con una vida de lo más normal hasta que conoce a Evan, un hombre con una profesión un tanto peculiar que pone su mundo patas arriba. Historia ganadora de los WOW Awards en la categoría "Chick-lit/Erotismo". OBRA REGISTRA...