Maratón 2/3
________________40."Ni siquiera lo pienses"
-Damos pena -afirma Dean, y yo simplemente asiento, mirando fijamente la espuma de la bañera.
Estoy metida en la bañera, con el agua caliente cubriéndome, sentada delante de Dean. Al principio ha sido un poco raro eso de estar los dos desnudos pero ¿qué mierda? es mi mejor amigo y ni siquiera va a empalmarse, así que no me importa demasiado. Una botella de tequila acompaña nuestra conversación y ya estamos un poco ebrios, pero no ebrios en la forma en que haces locuras, sino ebrios en la forma en que te deprimes más de lo que ya estabas. Mala idea lo del tequila, pero está demasiado bueno. Es un poco preocupante que estemos ebrios a las tres de la tarde, pero nos da bastante igual.
No sé qué me está pasando. Llevamos una semana en San Diego, me he reincorporado al trabajo, pero desde hace tres días más o menos las pesadillas no me dejan dormir y lloro por cualquier cosa. El otro día se me movió la cámara al hacer una foto y salió borrosa, y sólo por esa mierda estuve llorando casi una hora. Ya no sé si es que echo mucho de menos a Evan o me estoy volviendo loca por alguna razón desconocida.
Dean tampoco está muy bien, pero está mucho mejor de lo que pensaba que estaría. Él también llora, pero se nota que se obliga a salir adelante, aunque ahora esté refugiado en San Diego, alejado de una realidad que es demasiado dura para él.
-¿Tiene que venirte la regla o algo así? -me pregunta Dean cuando intentamos descifrar por qué soy una bola de hormonas y de tristeza ahora mismo-. Porque si tiene que venirte sal de la bañera, puede venir en cualquier momento y me da asco la sangre.
-Sí tiene que venirme -digo, esperanzada-. Pero nunca me he puesto así por eso.
-Ew, sal de la bañera, ¡desterrada!
-Vete a la mierda.
-Pues sí que estás sensible, sí -dice, y le doy un golpe en el hombro, con tan mala suerte que golpeo también la botella de tequila y ésta cae en la bañera. Siento cómo me agobio mucho de repente y mis ojos empiezan a llenarse de lágrimas.
Ahí vamos otra vez.
Diez segundos después estoy llorando como si hubiera muerto toda mi familia, y Dean está haciendo lo que puede por consolarme, pero sé que en el fondo le hace gracia el hecho de que lloro por todo. Me siento tan inútil, y lo peor es que no puedo pararlo.
Cuando por fin me calmo y salimos de la bañera -que está llena de tequila, por lo que hemos tenido que volver a ducharnos-, nos echamos en la cama para echar una siesta.
-¿Sabes que si estás borracho y te echas a dormir boca arriba puedes vomitar y ahogarte con tu propio vómito?
-Me cago en la puta Dean, ¿era necesario decirme eso?
-No quiero morir -dice, encogiéndose de hombros, y luego hace una mueca de tristeza-. Aunque si muero iré con Jared, así que no es tan mala idea.
-No Dean, ni siquiera lo pienses -contesto-. Yo te necesito, tu mamá te necesita, Evan también, y mucha gente más.
-Gracias -musita, y cuando le miro veo que sus ojos están llenos de lágrimas-. Le echo tanto de menos...
-Ven aquí -le digo abriendo los brazos, y se echa encima de mí, apoyando su cabeza en mi pecho.
Poco después Dean ya se ha quedado dormido y yo estoy a punto, pero Kels decide que es un gran momento para llegar a casa y cerrar la puerta de un golpe. Oigo sus pasos acercándose a mi habitación y abre la puerta.
-¡Arriba, depresivos! -nos llama, y Dean se remueve encima de mí-. Ah Sie, perra, ¿has conseguido tirarte a Dean?
-Vete a la mierda -le digo, y me levanto de la cama. Dean, al notar que me muevo, despierta y, tras quejarse un rato y hacer la croqueta por la cama para desperezarse, aunque ha dormido como cinco minutos, se levanta también.
-Bien, en el menú de hoy tenemos helado de vainilla con cookies, un bote familiar de Nutella y galletas Chips Ahoy, ¿qué os parece? -dice Kels mostrando las bolsas del supermercado.
-Me parece que te amo -contesto, y Dean asiente efusivamente, mostrando que él también.
-Eso ya lo sé -nos guiña un ojo.
Así que las siguientes dos horas consisten en ver una maratón de Teen Wolf -a petición de Dean, ya que dice que Jackson le pone- y comer mierdas que van en contra de cualquier dieta sana. Kelsey es la única que está contenta de los tres, y más que nunca ya que al parecer todo le va genial con Thomas, pero ella también come, dice que es por solidaridad. Y una mierda.
-Bien, y ahora el postre -dice Kels yendo hacia la cocina, donde ha dejado las bolsas del súper.
Vuelve con una cajita blanca, alargada entre sus manos, y Dean y yo la miramos perplejos.
-Es el postre especial para Sienna, lo siento Dean -se encoge de hombros, y Dean hace un puchero.
-Pero yo también quiero postre -se queja.
-Acabas de comerte la mitad del chocolate que hay en el planeta, obeso -contesta Kels rodando los ojos.
-Y Sienna igual.
-Ya, pero el postre de Sienna es especial -sonríe, y saca de la cajita un objeto que no tardo en identificar: un test de embarazo.
-¿Qué? -digo, soltando una carcajada-. ¿Para qué quiero yo esa mierda? Oh dios, no me digas que es una indirecta para decirme que estás embarazada, Thomas apestaría tanto como padre...
-Es para ti -me corta antes de que pueda seguir con mis paranoias, y la miro frunciendo el ceño.
-No estoy embarazada -digo.
-Vamos Sie, ¿pesadillas? ¿sensibilidad extrema? Hola, tus hormonas se están volviendo locas y tú no te das cuenta.
-Me tiene que venir la regla.
-Sí, y aún así se ha metido en la bañera conmigo, la muy guarra -dice Dean.
-Ay, cállate -le contesto.
-Igualmente no es normal que estés así, Sie -prosigue Kels-. Miré en Internet ayer y las pesadillas y la sensibilidad emocional son síntomas de embarazo. No estoy diciendo que estés embarazada, pero cabe la posibilidad, así que como tu mejor amiga que soy te he traído esto para salir de dudas.
-Estás mal de la cabeza tú -me río. Es imposible que esté embarazada, tomo la píldora y no la he dejado de tomar en ningún momento desde hace más de tres años.
-Tú hazla.
-Está bien, si con eso consigo que te calles me haré el maldito test -ruedo los ojos.
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Pues eso, no durmáis boca arriba estando ebrios.Hasta mañana!
Claire
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Detrás de las cámaras
RomanceSienna es una chica sencilla con una vida de lo más normal hasta que conoce a Evan, un hombre con una profesión un tanto peculiar que pone su mundo patas arriba. Historia ganadora de los WOW Awards en la categoría "Chick-lit/Erotismo". OBRA REGISTRA...