36."Ya no hay barreras"
Decir que las primeras dos semanas después de la muerte de Jared han sido duras, es decir poco.
El funeral fue el día después de que nos dieran la noticia. Lindsay no podía dejar de llorar, tuvimos que sacarla de allí porque no podía soportar la situación. Alice y Ken se mantuvieron serios durante la ceremonia, sufriendo en silencio. Yo lo pasé como la mierda, Jared y yo no fuimos extremadamente cercanos pero fuimos amigos antes de todo lo de Dean, y estuve luchando por contener las lágrimas durante toda la ceremonia. Y Evan... Evan se mantuvo inexpresivo, sin emoción alguna, sin decir nada.
Él está llevando esto muy mal, está intentando contenerse para que la gente no vea cómo se derrumba, quiere mantenerse fuerte por todos, pero se equivoca si piensa que no me doy cuenta de sus llantos silenciosos cuando cree que estoy durmiendo. Quiero hacer algo, necesito que se ponga bien, que se desahogue aunque sea a base de romper cosas o de gritar, pero ¿cómo tratar a alguien que acaba de perder a su mejor amigo?
En cuanto a Dean, sigue sin despertar, aunque sus heridas ya están casi curadas por completo, y no ha sufrido ningún cambio negativo. Todos tenemos esperanzas en que se recupere, pero ahora tengo la angustia de cómo coño vamos a decirle que el amor de su vida ha muerto.
-Hola -me saluda Evan al entrar en el apartamento, donde llevo toda la tarde retocando fotografías para el trabajo.
-Hey, ¿cómo ha ido? -me levanto de la mesa para ir donde está él.
-Bien, Ken ya sabía que iba a dejarlo, así que ha sido bastante tranquilo -contesta, encogiéndose de hombros-. Pero en cuanto Andy lo ha sabido ha entrado en el despacho de Ken y nos ha montado un follón increíble. No sé ni por qué le molesta, llevo más de un mes sin hacer vídeos, era obvio que lo mío ya no iba a durar.
-Ese gilipollas... -murmuro, recordando al imbécil de Andy.
Hoy Evan ha ido a firmar su renuncia en la empresa. Estoy contenta porque lo ha hecho por mí, pero sin que yo se lo pida. Su trabajo fue el motivo por el que nos separamos, y ahora ya no hay barreras, no hay más problemas.
-Entonces... ¿Ahora eres sólo para mí? -pregunto, con una sonrisa.
-Siempre lo he sido -sonríe, pero es la misma sonrisa que lleva dos semanas mostrando: una sonrisa falsa, desanimada.
-Evan, ¿podemos hablar un momento? -le pregunto.
-Estoy cansado, quiero irme a dormir -contesta secamente.
Y aquí está otra vez su excusa favorita. Él ya sabe de qué quiero hablarle, no es la primera vez que lo intento, pero siempre intenta esquivarlo y yo se lo permito porque no quiero que lo pase mal, aunque sé que dentro de él sufre todavía más sin desahogarse. Pero esta vez voy a obligarle, porque se está haciendo daño a sí mismo.
-No, Evan -digo-. Por favor, escúchame. No puedes seguir así. Sé que estás dolido, no intentes ocultarlo porque te conozco. Necesitas sacar toda esta mierda Evan, ¿crees que no oigo cómo lloras por las noches? ¿Crees que no sé que apenas duermes? Te recuerdo que estoy a tu lado, y que esté quieta no significa que esté dormida. Necesitas desahogarte, necesitas gritar, llorar sin contenerte, romper cosas, lo que sea, pero no te contengas, no intentes ser fuerte cuando no debes serlo. Tienes derecho a llorar, no voy a juzgarte, nadie va a juzgarte.
Él se me queda mirando, su rostro apenas muestra emociones, es como si yo no hubiera dicho nada, como si no me hubiera escuchado.
-Estoy bien -se limita a contestar, y se dirige a la habitación.
Gimo de frustración y decido dejarlo correr por hoy, como cada vez que lo intento. Al menos ya se lo he dicho, y puede que reflexione sobre ello. Termino de retocar fotografías y ceno algo, no me molesto en avisar a Evan porque supongo que estará durmiendo, como hace todo el tiempo desde que pasó lo de Jared.
ESTÁS LEYENDO
Detrás de las cámaras
RomanceSienna es una chica sencilla con una vida de lo más normal hasta que conoce a Evan, un hombre con una profesión un tanto peculiar que pone su mundo patas arriba. Historia ganadora de los WOW Awards en la categoría "Chick-lit/Erotismo". OBRA REGISTRA...