43."No he bebido nada"
Sienna
-¿E-embarazada? -pregunta Evan, con el rostro demasiado pálido para lo moreno que es.
-Sí -suspiro.
Él se queda callado, como si intentara asimilar la noticia.
-¿Y es mío? -pregunta finalmente, y yo quiero golpearle por ser tan idiota.
-Sí, Evan, ¿de quién iba a ser? -contesto, rodando los ojos.
-Y-yo... Necesito pensar, lo siento -balbucea, y se va hacia el ascensor caminando rápidamente.
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Así que aquí estoy otra vez, metida en la bañera con Dean, llorando como una idiota porque Evan se ha ido hace una hora y porque no puedo ahogar mis penas en tequila.
-Bueno, al menos ahora lo de la regla no será un problema -bromea Dean tras un buen rato de silencio.
-Cállate -le corto, llorando aún más.
Él suspira y acaricia mi rodilla, que se encuentra en la superficie porque estoy abrazando mis propias piernas.
-Sie, Evan es un idiota a veces pero porque tiene miedo, no va a dejarte sola en esto, lo sé, le conozco bien -me dice.
-P-pero se ha ido -sollozo.
-Volverá -me promete-. Anda, vamos a dar una vuelta.
Evan
Miro fijamente el vaso de whiskey que reposa en la barra delante de mí, debatiéndome entre si cogerlo o no, entre solucionar mis problemas como siempre o ser un jodido hombre de una puta vez y enfrentarme a ellos.
Finalmente me levanto de la barra y salgo del bar, impregnándome del aroma a sal que desprende el mar, que queda delante de mí. Estoy cerca de ese lugar en el que, hace casi un año, conocí a Sie, y no puedo evitar pensar en cómo ha cambiado todo, y en lo agradecido que estoy por ello.
Es entonces cuando caigo de golpe en la realidad.
Voy a ser padre.
Para la mayoría de hombres de veinticuatro años normales eso sería una buena noticia, y no digo que no lo sea; Sienna es la única mujer a la que querría como madre para mis hijos, pero simplemente no quiero que mi pasado afecte a mis hijos, por lo que hace tiempo que me hice a la idea de que no podría tenerlos.
Porque seamos realistas: los adolescentes ven porno. Y mis vídeos están por toda la red, porque en el mundo del porno soy ridículamente famoso. No quiero que mi hijo -o hija- llegue a la adolescencia y sea etiquetada como la hija de un actor porno, además de que no podría soportar que mi hijo me odiara por ello, por haber sido tan idiota en el pasado.
Pero ya no hay vuelta atrás. Vamos a tener ese bebé, y yo voy a estar allí para él -o ella- y para el jodido amor de mi vida, Sienna.
Entonces caigo en la cuenta de que estoy siendo un puto gilipollas. Mi chica seguramente estará sufriendo por mi culpa y yo estoy aquí, en la playa, debatiéndome sobre qué hacer.
-Eh -oigo una voz acompañada de unos golpecitos en mi hombro.
Me giro y veo a Dean mirándome con una sonrisa de comprensión, como si él entendiera la mierda que hay en mi cabeza ahora mismo a pesar de que no le he dicho nada.
-Dean, lo siento, no quise reaccionar así -digo-. ¿Ella está bien?
-Está aquí -contesta, y yo miro a todos lados esperando verla, pero Dean sacude la cabeza.
-Está en el lugar donde os conocisteis, estaba cansada y se ha quedado en una hamaca -me explica-. Yo he supuesto que estarías por los bares, y parece que no me equivocaba -dice las últimas palabras con un tono de reproche, claramente decepcionado.
-No he bebido nada -contesto, aunque estoy avergonzado porque hasta Dean sepa de mi problema con el alcohol, aunque es algo normal porque fue mi barman cuando Sienna se fue.
Él asiente con la cabeza y le doy una sonrisa, dándole las gracias en silencio antes de empezar a caminar por la playa. Realmente Dean es el mejor amigo que se puede pedir, y me alegro de que Sienna haya podido contar con él cuando yo no estaba.
Veo una figura tumbada en una de las hamacas y me acerco a allí, distinguiendo inmediatamente la melena rubia de Sienna.
Cuando llego a su lado veo que tiene los ojos cerrados, como si estuviera intentando dormirse aunque si lo hace se va a morir de calor porque es mediodía. Realmente se ve muy tierna y tranquila, y no puedo evitar sentirme aún peor por haberme ido como lo he hecho.
-Hey, Sie -digo, sentándome en la hamaca del lado y acariciando un poco su cara.
Ella abre los ojos y sonríe débilmente cuando me ve, pero pronto pone cara de enfado y, cuando quiero darme cuenta, su mano está estampada en mi mejilla.
-¡Eh! -me quejo, llevándome una mano a la zona donde me ha golpeado, aunque no me ha dado muy fuerte.
Bueno, en realidad lo merecía.
-No vuelvas a darme estos sustos nunca más, Evan Hank -dice, su tono de voz sonando amenazador al principio, pero luego se calma un poco-. Mierda, tengo ganas de golpearte de nuevo y de tener sexo aquí en medio a la vez.
-Bueno, a mí el sadomasoquismo no me va demasiado, pero si te hace ilusión probarlo... -bromeo, y sonrío cuando ella se echa a reír-. Lo siento, Sie, siento haberme puesto así, no me esperaba la noticia y me he asustado.
-Porque no me viste a mí cuando fui al médico y me dijo que las pastillas no eran completamente seguras y estaba embarazada de dos semanas -hace una mueca-. Sólo diré que no creo que ese doctor vuelva a dejarnos entrar a Kels, a Dean y a mí en el hospital.
-¿Estás de dos semanas? -pregunto.
-Sí -me confirma.
-Entonces en unos nueve meses vamos a ser padres.
-Sí, Evan, es lo que suele pasar cuando una mujer se queda embarazada.
-Las hormonas te están volviendo muy malhumorada.
-Y también me están dando muchas ganas de tener sexo todo el maldito tiempo, y ni siquiera estoy de un mes -dice, y siento mi polla despertarse pero me obligo a calmarme porque ahora no es el momento.
-Creo que no voy a tener quejas en ese aspecto -río, y ella también se echa a reír.
Nos quedamos en silencio unos segundos y me siento en su hamaca para coger su rostro entre mis manos y besarla suavemente. Ella sonríe en mis labios y profundiza el beso, haciendo que nuestras lenguas se encuentren.
-¿Sabes? -dice, separándose-. Si cuando nos conocimos me hubieras besado así, te habría dejado hacerlo.
-¿De verdad? -pregunto, riendo.
-Claro, ¿tú te has visto? Te hubiera dejado hacer todo lo que quisieras -dice, y me guiña un ojo.
Me echo a reír y la abrazo, porque estoy jodidamente feliz de que esta rubia alocada sea mi chica y cada vez me gusta más la idea de tener un bebé con ella.
-Vamos a ser padres -afirmo.
-Sí, vamos a ser padres.
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Aloha!Sólo decir que estoy de vacaciones y seguramente no podré subir hasta el domigo que viene, pero luego de eso volveré a subir dos veces por semana.
Un beso!
Claire
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Detrás de las cámaras
RomansaSienna es una chica sencilla con una vida de lo más normal hasta que conoce a Evan, un hombre con una profesión un tanto peculiar que pone su mundo patas arriba. Historia ganadora de los WOW Awards en la categoría "Chick-lit/Erotismo". OBRA REGISTRA...