30."Tienes que volver"

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30."Tienes que volver"

Un mes más tarde

Evan

-¿Quieres dejarme en paz? -le pido, ya harto de ella.

-No voy a rendirme, John -contesta la rubia mirándome con una ceja levantada.

Vale, sí, Jessica es guapa, y solía caerme bien. Solía. Pero no sé qué le está pasando últimamente porque no deja de perseguirme desde que lo hicimos, aunque ella sabe perfectamente que estaba tan borracho que apenas era consciente de lo que estaba haciendo, y eso es muy jodido.

-Vete, Jessica -le pido por última vez.

-Yo sí te aceptaría, John, no como esa puta -dice, y empiezo a sentir mi sangre hervir de furia.

-Nunca, nunca en tu vida -gruño, sorprendiéndome a mí mismo del tono de voz que estoy usando- vuelvas a llamar puta a Sienna.

-Mírate, te ha dejado y sigues defendiéndola -ríe, y entonces me canso de esta puta mierda y le cierro la puerta de mi apartamento en la cara.

Aprieto los puños con fuerza y voy hacia la cocina, donde cojo la botella de whisky de la que estaba bebiendo hasta que Jessica llegó, y es entonces cuando me doy cuenta de que está vacía. Mi cabreo va a más y tiro la puta botella contra el suelo, haciendo que se rompa en mil pedazos, así como estoy yo; roto.

Debería preocuparme por el hecho de que son las once de la mañana y estoy ebrio, así como lo estaba la noche anterior, y la otra, y todas. Y lo peor es que ni siquiera tengo ganas de follar con nadie, no puedo olvidarla, la veo en todas partes. Y todo eso se junta con el hecho de que estoy más solo que nunca por culpa de mi mal humor, sólo me queda Dean, los demás se hartaron de mí.

Voy a sentarme en el sofá cuando oigo que mi móvil suena y suspiro a la vez que voy a cogerlo. Cuando lo tengo, veo el nombre de Ken en el identificador de llamadas y arrugo las cejas, extrañado, pero no dudo en cogerlo.

-¿Sí? -contesto, intentando parecer sereno.

-Evan, tienes que venir ahora mismo -su voz suena alterada.

Sienna

Me levanto por la mañana con un horrible dolor de cabeza. Ayer bebí como si viniera del desierto, gracias a Kels y a su filosofía de "beber para olvidar", cosa que no funciona. Para nada.

Ayer conocí a un chico muy guapo y muy simpático, que estuvo interesado en mí desde el momento en que me vio. Bailamos, incluso llegamos a besarnos, pero no se sentía correcto, no se sentía bien. No era Evan.

Evan estuvo en mi cabeza toda la maldita noche, creo que fue peor el remedio que la enfermedad. Sé que dejarle fue mi elección, de hecho me siento cada vez más estúpida por no haberle dicho lo que siento por él, quizás las cosas habrían sido diferentes si lo hubiera hecho. Pero no lo hice, y ya no hay vuelta atrás. Ambos hicimos mal, y ahora no puedo volver como "hey, me lo he repensado todo, te amo, ¿dejas tu trabajo por mí?". No.

No es como si Kels y yo saliéramos de fiesta muy habitualmente, pero de vez en cuando tengo ganas de pasarlo bien con mi mejor amiga y de creer que conociendo a nuevos chicos voy a olvidarme de Evan, hecho en el que cada vez me doy más cuenta de que estoy muy equivocada.

A veces pienso que Evan, cuando dijo que estaba enamorado de mí, no estaba hablando en serio. Porque mi parte masoquista me ha poseído muchas veces y he estado viendo sus vídeos nuevos, solo para saber algo de él, y lo está haciendo bien, lo sigue haciendo, pero parece furioso. Es en esos momentos, cuando veo sus vídeos, que pienso que él no me quería. Pero entonces recuerdo lo que Dean me contó hace un mes, cuando me habló sobre Evan.

Detrás de las cámarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora