25."¿Necesitas ayuda con eso?"
Evan
La semana se me ha pasado volando. Sie se ha quedado en mi apartamento y he disfrutado por primera vez en mi vida de pasar días con alguien a quien quiero. Hemos dormido juntos todos los días, hemos ido al cine, comido en McDonald's varias veces -Sienna tiene alguna especie de adicción por ese lugar, y como estaba con las hormonas revolucionadas no he querido arriesgarme a contradecirla, yo aprecio mi vida-.
Realmente llevamos un mes actuando como una pareja, y no me molesta para nada, de hecho quiero disfrutarlo mientras dure, ya que sé que tarde o temprano mi trabajo terminará por romper lo que sea que tenemos, y la perderé. A pesar de saber eso, no soy lo suficientemente valiente para dejar el porno, es lo único que se me da bien, prácticamente todos mis amigos son de ahí y, aunque en los vídeos que he grabado últimamente he disfrutado mucho menos de lo normal y he estado pensando todo el rato en Sie, yo disfruto de mi trabajo. Gracias a él he hecho amigos, he viajado a muchos sitios y puedo mantener un nivel de vida bastante alto.
Hoy es domingo, último día de vacaciones, y aprovechando eso he decidido llevarla a hacer surf otra vez.
Cómo no, Sie se duerme en el coche, y al despertar se queja de que la cala a la que vamos -que es la misma que la última vez- está muy lejos.
-¿Y los neoprenos? -pregunta Sie al abrir el maletero y ver que no están-. Joder, ahora tendremos que hacer otras cuarenta horas de viaje para ir a buscarlos.
-Sie, hace un calor horrible, no necesitamos los neoprenos -digo, y es que aún siendo septiembre estamos como a treinta y cinco grados.
-¿Y si me come un tiburón? -pregunta haciendo una mueca de horror, y me echo a reír.
-Te comerían con neopreno o sin él -contesto, y su expresión horrorizada se acentúa-. Es broma tonta, los tiburones no comen personas.
Es una mentira como una catedral, los tiburones se lo comen todo, pero no quiero que Sie entre en pánico.
Consigo que se le quite la idea de la cabeza, se quita la ropa quedando en bikini y a mí se me pone dura.
-¿En serio? -pregunta Sie apuntando a mi bulto con el dedo-. Evan, me has visto desnuda mil veces.
-Joder, ¿qué quieres que le haga? Llevamos una semana sin follar -me quejo.
Ella se ríe -más de mí que conmigo- y, tras coger las tablas, nos metemos en el mar. Debo admitir que Sienna se defiende bastante bien encima de la tabla, aunque eso no evita que caiga alguna que otra vez, dándome la oportunidad de ayudarla a levantarse y aprovechar para tocarla un poco, pero siempre me aparta la mano. Aguafiestas.
Al cabo de una hora, Sienna se cansa y decide ir a tomar el sol, dejándome a mí solo haciendo surf. Estoy disfrutando mucho de uno de mis deportes favoritos cuando, al salir del agua después de surfear una muy buena ola, miro hacia donde está Sie y me quedo sin palabras.
Ella está echada sobre una toalla bastante grande, en la arena, y no lleva la jodida parte de arriba del bikini. Técnicamente hacer topless en Florida es ilegal pero estamos completamente solos en la cala, así que ella se toma la libertad de hacerlo, y yo no podría estar más agradecido. Me acerco a ella y veo que eso no es todo, encima está esparciéndose aceite bronceador por el cuerpo, haciendo que esté brillante y resbaloso. Noto cómo mi polla empieza a apretar contra la tela del bañador y, incapaz de resistirme, me acerco a ella hasta quedar justo delante suyo.
-¿Necesitas ayuda con eso? -le pregunto con una sonrisa, y cuando ella me la devuelve sé que ha empezado la acción.
-Sí... -se muerde el labio.
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Detrás de las cámaras
RomanceSienna es una chica sencilla con una vida de lo más normal hasta que conoce a Evan, un hombre con una profesión un tanto peculiar que pone su mundo patas arriba. Historia ganadora de los WOW Awards en la categoría "Chick-lit/Erotismo". OBRA REGISTRA...