✓ adore you ★ lily evans

capítulo diecinueve.

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Abril apoyó su mejilla en la palma de su mano, observando a la mujer de hebras negras. Raramente, estaba sentada al lado de Severus Snape en la clase de runas antiguas.

Pero su mente estaba en otro lado.

"Abril se acercó un poco más a Lily y apoyó su cabeza en el hombro de la chica.

—Me gusta mucho tu cabello.— Evans rió por como arrastraba las palabras. —Tú también me gustas.

Los colores subieron al rostro de Lily.

—Tú también a mí...

Monroe se separó, tomando valentía acercó su rostro al de Lily.

Finalmente, unió sus labios con los de Evans.

Se movía sin experiencia, claro, era su primer beso. Posó su mano sobre la pálida mejilla de la rojiza, dejando caricias con el pulgar. Por el otro lado, Lily dejó caer su mano en el muslo de Abril."

—Señorita Monroe. ¿Está prestando atención a la clase?— preguntó la mujer levantando una ceja.

—Sí, sí, profesora Lestrange. Lo siento.— murmuró observando de reojo la sonrisa burlona de Severus. La mayor continúo con la clase. —Oye, cara larga-Snape.

—¿Qué? y no me llames así.

—Ayer y hoy pasaron cosas muy feas, pero la nueva profesora de runas antiguas 'ta muy guapa, eh.

Severus rió entre dientes, observando a la docente. Era muy guapa, sí.

—Calmate un poco, Monroe.

—Ahh~ pero es cierto.

♡

Cerca del lago negro se encontraba Lily Evans sentada sobre el pasto con las piernas extendidas, mientras Abril Monroe se mantenía acostada entre ellas con su cabeza recostada en el regazo de la rojiza.

—¿Por qué ella diría algo como eso?— preguntó Abril, bastante cómoda por las caricias que le dejaba en el cabello.

—Realmente no lo sé. Creí que eran amigas.

—Lily...— una amplia sonrisa adornó el rostro de la susodicha. Era la primera vez que le llamaba por su nombre. —¿Te gustaría pasar navidad o año nuevo conmigo y mi familia?

Lily lo pensó un poco. —¡Sí! El ambiente en mi casa es un poco tenso con la presencia de mi hermana y su prometido.

—Eso es genial.— sonrió. —Cuando conozcas bien a mi padre te agradará.

—Así será.— dejó un fugaz beso en los colorados labios de Abril, provocando un sonrojo en ella. —Sigues sonrojandote.

—Debo acostumbrarme a esto, ¿no?

diecinueve capítulos para esto, para que se besaran