✓ adore you ★ lily evans

capítulo siete.

El regreso a Hogwarts era algo que mantenía nerviosa a Abril, pero ya sabía las mil formas de evitar acercarse a Evans.

Tenía planeado decirle, mas no qué hacer luego de que se enterase.

—¿No crees deberías acercarte a ella?— preguntó cierta castaña mientras repasaba sus apuntes. —Digo, ya sabe. ¿Qué tan malo puede ser?

—Bueno, realmente no sé cómo haya reaccionado. Le he estado evitando todo este tiempo.— murmuró.

—Ah, cabrón.— Yelena McGonagall dejó lo que estaba haciendo de lado y miró a Abril. —¿Que no duermen en la misma habitación?

—Trato de llegar más tarde o dormir más temprano.

—¿En el Gran Comedor?

—Estoy con Alice y Frank.

—¿En clases?

—Con Marlene o contigo.

—¿En la sala común?

—Trato de no toparla.

—Guau, ¡Eso es muy loco!— exclamó, pero a los segundos se vio arrepentida cuando le susurraron "shh". —Lo siento.

—Creo que ya no hablaré del tema, no me quiero estresar más. Tengo que estar estudiar más para los timos.

♡

—Oh~ pero si es la sangre sucia Evans.

Abril, que pasaba por el pasillo, paró en seco al escuchar aquello. No tardó ni dos segundos en sacar su varita y mandar a la otra esquina al slytherin.

—¡Sucio tienes el-!

—¿¡ABRIL?!— el gritó de Evans le hizo callar abruptamente. Ignoró a la pelirroja y siguió su camino, como si no hubiese provocando una hemorragia nasal en el joven tirado a unos metros de ella.

—No voltees, no voltees.— se repetía constantemente, mientras daba pasos firmes.

—¡ABRIL!— Lily tocó el hombro de Monroe, haciendo que por fin se diera media vuelta.

—Evans.

—Ah. ¿Por qué actúas como si nada? He tratado de hablar contigo.— murmuró.

En eso, Abril notó que llevaba puesto el collar que le había regalado. Volteó la cara hacia un lado, en un intento de esconder su sonrojo.

—¿Ah? ¿Qué pasa?

—Hablamos luego, ¿te parece?

—Si así lo deseas.— Abril observó a Lily marcharse, mientras esta última jugaba con el dije del collar.

—Oye, ¿estás bien?— preguntó acercándose al chico. —Lo lamento, hermano, me sacaste de onda.— pateó suavemente la pierna del joven.

—Vete al infierno.

—Gracias.