Michelle.
La fiesta estaba en su máximo apogeo, todos los presentes en aquella discoteca estaban felices debido al alcohol o quizá a la droga, pues estaba segura de haber visto a más de alguno fumar en la entrada. No era algo que me fascinara la verdad, pero tampoco me disgustada salir de vez en cuando con mi novio y mis amigas.
— ¿alguien ha visto a Brad? — pregunté a las chicas.
— negativo — dijo Gwen tomando de su vaso.
— preguntale a Betty, ha estado bailando en la pista hace unos veinte minutos, quizá lo vió — me dijo Kamala, casi gritando debido al volumen de la música.
Le asentí con la cabeza como modo de respuesta y me volteé para caminar hacia la pista, muchos chicos posaban su mirada lujuriosa en mi e incluso algunos me invitaban a bailar.
— sabía que no debía ponerme este estúpido vestido — gruñí por lo bajo al recordar como mis amigas me habían convencido de usar un vestido demasiado corto y escotado para mí gusto.
Seguí caminando y empujando a todos los chicos que se cruzaban en mi camino, hasta que encontré a mi amiga intercambiando saliva con un chico que yo no conocía.
— MJ ¿Que haces aquí tan sola? — dijo Betty despegando su boca de aquel chico para hablar conmigo.
— estoy buscando a Brad ¿lo has visto?
— fue al baño hace unos veinte minutos tal vez — dijo frunciendo el ceño — ahora que lo pienso, no lo vi salir.
— ¿estas segura?
— ¿tienes algún otro lugar donde buscarlo?
Suspiré y negué con la cabeza, mirando en dirección al baño que estaba a tan solo unos metros. Estaba repleto de gente al rededor, por lo cual me armé de valor para meterme entre la muchedumbre y llegar a la puerta, en el camino logré escuchar como era que la gente se quejaba y maldecia por la larga fila que había para entrar.
— no entiendo porque estos idiotas no se van a coger a otro lugar ¡necesito orinar! — oí como una chica se quejaba, haciendo un pequeño baile cómico debido a sus ganas de usar el baño.
— ¡YA SALGAN DEL PUTO BAÑO, MALDITA SEA! — gritó una rubia, dándole fuertes golpes a la puerta.
Miré por todos lados a ver si encontraba Brad, pero no lograba encontrarlo entre toda esa gente. Comenzaba a molestarme de sobre manera el que no apareciera en ningún lado, el muy infeliz tenía mi celular.
— ¡hey, bonita! — me llamó una chica pelirroja que estaba de las segundas en la fila — la fila está aquí, no eres la única que quiere pasar.
— no te preocupes, no quiero pasar al baño, estoy buscando a mi novio. Llevo más de 30 minutos buscándolo y solo me falta este lugar.
— ¿tu novio es rubio y alto? — preguntó la chica.
— no, es pelinegro.
— entonces déjame decirte que él no está aquí, en el baño de hombres hay un chico rubio y no ha venido nadie más desde que estoy aquí. El otro hombre es el cabrón que está follando en el baño de chicas, pero no creo que lo busques a él.
— bueno, si es así entonces supongo que no está aquí. Muchas gracias — le sonreí por cortesía.
— eso espero, chica.
Fruncí el ceño al escuchar lo que aquella chica insinuaba, abrí la boca dispuesta a defender a mi novio, pero la puerta del baño se abrió justo en aquel momento.
