«— ¡Loser! — gritó Michelle mientras se lanzaba a los brazos de su novio — Te extrañe, perdedor.
— ¡Wow! ¿Quien eres tú y que hiciste con mi novia? — dijo aceptando el abrazo — mi MJ nunca admitiría que me extraña y me abrazaría al mismo tiempo.
— cállate — dijo escondiendo su cabeza con vergüenza en el espacio de su cuello — luego no te quejes cuando sea mala contigo.
— no te enojes — río y tomó la cara de su novia entre sus manos para mirarla a los ojos — yo también te extrañe.
La morena le dio una mirada que reflejo todo el amor que sentía por él y eso lo conmovió por completo. Se acercó lentamente a su cara y fundió sus labios con los de ella, sus manos tomaban su pequeña cintura y sus corazones se unían en uno solo.»
Lanzó todas las cosas que se encontraban en su escritorio incluyendo las botellas de alcohol, la rabia y la tristeza se apoderaban de su sistema. Los recuerdos lo atormentaban día y noche, sin excepción alguna.
«— ¿Michelle? — pausó la película que estaban viendo para mirar a su novia.
— ¿Si? — preguntó ella mirándolo con esos hermosos orbes marrones que tanto amaba.
— te amo — dijo decidido, era la primera vez que uno de ellos pronunciaba aquellas palabras.
La morena lo miro sorprendida, pero aún así no pudo evitar esbozar una sonrisa — yo también te amo, loser. »
Tomó una foto, ellos se encontraban besándose en un parque. Era la foto de el día más feliz de su vida, cuando le pidió ser su novia.
— ¿Por qué? — dijo con la voz rota mientras sus lágrimas bañaban el vidrio de aquel marco — ¿Por qué me dejaste? Teníamos un montón de planes, miles de aventuras, una vida por delante, tú tenías una vida por delante... no merecías morir. — abrazó el marco de la foto contra su pecho con fuerza.
Una semana, una maldita semana había pasado desde su funeral, una semana había pasado desde que lo más importante de su vida había muerto y obviamente su corazón y su alma se fueron junto a ella.
Una discusión entre sus padres, una mujer furiosa que la obligó a empacar para marcharse con ella y un avión descompuesto habían provocado la explosión que le arrebató al amor de su vida.
Su teléfono comenzó a sonar, interrumpiendo sus pensamientos autodestructivos.
— ¿Hola? — contestó con la voz entrecortada.
— ¿Peter? — dijo la voz del otro lado de la línea — soy Arthur... el padre de MJ. Te llamaba porque me voy a mudar, entonces estaba registrando la habitación de mi pequeña — su voz se volvió débil en aquel momento — y encontré algo que quizás te interese ver ¿Te parece si vienes a la casa para mostrartelo?
— está... está bien, en 30 minutos estare allá.
Se levantó del suelo para dirigirse al baño y tomar una ducha rápida, no quería perder tiempo.
— hola, adelante — Arthur se hizo a un lado para dejar que el castaño pasara — estuve en la habitación de Michelle hace unas horas y creo que hay algo que te pertenece, ven sígueme.
El muchacho siguió a aquel hombre por las escaleras hasta llegar a la habitación en la que tantas veces durmió sin que nadie se diera cuenta. Vio como el hombre tomaba una pequeña caja negra con morado de encima de la cama.
