Michelle Jones, más conocida como MJ, hija del gran empresario Arthur Jones, participe de algunas campañas de modelaje, y la chica más bonita y codiciada de la preparatoria midtown high.
Era conocida por ser prácticamente inalcanzable, ya que ningún chico conocido en la preparatoria había logrado conquistarla. Además su estilo sencillo pero elegante, sin necesidad de usar demasiado maquillaje o grandes escotes, la hacía destacar.
Se encontraba caminando por los pasillos tranquilamente hacia su casillero, el sonido de sus tacones anunciaba su llegada y la mirada de todos se hacía presente. A pesar de ser la más popular no era una mala persona, por lo cual saludaba a todos con una gran sonrisa.
-¡MJ! Que bueno que llegas, estaba aburrida de esperarte. - dijo Gwen Stacy, su mejor amiga. -para la próxima te quedaras sola.
- lo lamento Gwen, pero discutí con mi padre hoy y eso me retrasó bastante. Prometo que no volverá a pasar. - sonrió mientras abrazaba a su amiga en modo de disculpa.
La conversación seguía mientras Michelle abría su casillero para sacar sus libros, al igual que todos los días anteriores cayeron un montón de cartas de distintos chicos que se sentían atraídos por ella y se lo hacían notar. Buscó entre todas ellas hasta que la encontró, la única que no tenía nombre, la única que ella se dedicaba a leer debido a lo bonitas que solían ser las cartas de aquel chico misterioso, en comparación a las grotescas cartas de los demás que solo se enfocaban en su cuerpo y popularidad.
«Hola, Mich
Se perfectamente que te gusta que te llamen MJ, pero estoy seguro que todos en sus cartas te llaman de esa manera, así que decidí ser un poco más original.
Me he percatado que te hace feliz leer mis cartas porque te observo cuando las lees y créeme cuando te digo que no he visto a nadie más hermosa que tú cuando te sonrojas.Cómo ya has de saber, todas mis cartas tienen un propósito diferente y está no será la excepción. Está carta será para contarte todas las cosas que amo de ti.
Amo como tus hermosos rizos castaños brillan a la luz del sol, amo la manera en que te sonrojas cada vez que te dicen algún cumplido a pesar de que todo el mundo siempre te los dice, me encanta tu amabilidad con todos, tú sencillez y sobretodo amo la capacidad que tienes para iluminar los días solo con tu sonrisa.Te juro que mi plan no era enamorarme de ti, pero al verte sonreír lo arruinaste todo.
Nos vemos en la próxima carta mi querida Mich.
Atte: tú admirador»
-¿Otra? Wow... amiga a ese chico en serio le gustas mucho como para mandarte una carta diferente todos los días durante dos meses, la mayoría solo te manda una y al no obtener respuesta se rinden. ¿Cuál es el tema de esta carta? - preguntó su amiga. Ella lo sabía todo, después de que comenzaron a llegar Michelle no tuvo más opción que contarle.
-las cosas que ama de mi. - sonrió tímidamente - ¿Crees que pueda llegar a gustarme un chico que no conozco? - agachó la cabeza para ocultar que se había sonrojado levemente.
Peter Parker observaba desde lejos como Michelle leía su carta. No lograba escuchar lo que ambas amigas hablaban pero no le importaba, después de todo dudaba que fuera sobra él o su carta, ella no sabía quién era su admirador y recibía tantas cartas que una más de seguro no le haría diferencia.
Peter no era un chico popular, al contrario, era el chico más nerd de la preparatoria, el típico marginado social y sabía perfectamente que si la chica más bonita de midtown high se enteraba quien era su famoso admirador secreto, lo rechazaría totalmente. Es por eso que cuando se enteró que MJ había estado buscándolo él ya había tomado todas las medidas de seguridad para que no lo descubriera, sin dejar ninguna pista de su persona.