Peter Parker llevaba 2 años de relación con Michelle Jones, desde que tenían 14 años estaban juntos y ahora con 16 años ambos sabían que no había nada que no estuvieran dispuestos a hacer por el otro.
El chico tenía claro que algo no estaba bien con su novia, hace meses se mostraba más apagada y aunque Michelle creía que él no lo notaba, había comenzado a aparecer con unos grandes moretones al rededor de su cuerpo. Todos estos estaban en lugares que era fácil cubrir con la holgada ropa que siempre llevaba la chica, pero a veces cuando ella se descuidaba, estos salían a la luz.
Ahora se encontraban en el parque favorito de MJ sentados bajo un árbol, el chico la abrazaba por los hombros y ella se encontraba abrazando sus piernas con la cabeza apoyada en sus rodillas, completamente pérdida.
— MJ, cariño ¿Podemos hablar? — preguntó a su novia luego de ver como ésta llevaba más de 10 minutos sin emitir palabra y con la mirada perdida.
— claro ¿De que quieres hablar? — dijo aún con la mirada perdida. Sus ojos miraban a la nada como si quisiera evitar el contacto con el mundo real.
— estos últimos días... — suspiró. No tenía idea de cómo comenzar la conversación. — estos últimos meses, mejor dicho, has estado algo... rara ¿Todo está bien?
Michelle por fin dirigió su mirada hacia él y pudo notar como esos hermosos orbes marrones que tanto amaba carecían de aquel brillo tan particular que ella tenia, lo cual lo preocupó aún más.
— por supuesto... es solo que... solo he tenido mucha presión en la escuela y me encuentro algo estresada, pero no te preocupes ya pasará. — le brindó una pequeña sonrisa, que obviamente fue fingida.
— ¿Estás segura? MJ... tú sabes que puedes confiar en mí ¿Cierto? Sea lo que sea yo estaré para ti y tu lo sabes. — le dedicó una sonrisa que hizo que el corazón de Michelle diera un vuelco, ella no lo merecía.
— claro que lo sé y tú también puedes contar conmigo para lo que sea... pero no tienes de que preocuparte, no es nada. — dijo mientras apoyaba su cabeza en el hombro de su novio para que ya no se preocupara.
Luego de aquella conversación ambos se levantaron del suelo para dirigirse a la casa de la chica, era tarde y Peter tenía que ayudar a su tía May con unos arreglos del departamento.
— ¿Irás a ayudar a tu tía?
— si, pero antes te iré a dejar a tu casa. No quiero que te suceda nada por el camino. — volvió a abrazar a la chica por los hombros para comenzar a caminar.
Estaban a una cuadra de su casa, ella se comenzó a poner nerviosa y él lo notó.
— déjame aquí, estamos a una cuadra y así no perderás más tiempo para ayudar a tu tía. — se separó de su novio mirando disimuladamente hacia todos lados.
— ¿Estás segura? Solo es una cuadra y May no se molestará si me tardo unos minutos más, después de todo ella te adora.
— segura, ahora vete. — le dio un rápido beso en la boca y luego le dio media vuelta para comenzar a empujarlo.
— ¡Ok! No es necesario que me eches, MJ — río un poco para luego darle otro beso a la chica e irse hacia su hogar.
Michelle comenzó a caminar lentamente hacia su casa, tomó el borde de su camisa y comenzó a apretarla con fuerza para apaciguar sus nervios. Al llegar abrió la puerta con suavidad y en completo silencio comenzó a subir las escaleras.
— ¡Maldita sea! — maldijo cuando se tropezó en las escaleras haciendo ruido, que se escuchó ensordecedor en aquel silencio sepulcral.
— ¡¿MJ?! — gritó su padre.