Habían pasado más de treinta minutos desde que recibió la llamada y Peter aún no llegaba. Michelle estaba sentada en el sofá de la sala meneando su pie con ansias, en ese momento maldijo el hecho de vivir casi a las afueras de la ciudad. Estaba a punto de llamar a Peter cuando escuchó un ruido en su habitación.
Corrió escaleras arriba, preocupada pensando que podía ser una ladrón. Se asomó lentamente y dejó salir un pequeño gritó de sorpresa cuando vió a Peter Parker en el suelo de su habitación, con el traje de Spider-man, los ojos rojos e hinchados y con pequeñas quemaduras al rededor del traje y de su rostro.
— ¡Peter! — corrió a su encuentro — ¿Qué significa esto? ¿Estás bien?
Sin decir palabra alguna, el castaño se lanzó a los brazos de Michelle y comenzó a llorar.
— tranquilo — dijo acariciando su espalda — todo está bien, tranquilo.
— no, nada está bien — dijo con la voz rota — fue mi culpa, pude haberla salvado.
— ¿A quien?
— es mi culpa, MJ — la abrazó más fuerte y su voz comenzó a ser amortiguada por el hombro de la chica — ella está muerta por mi culpa.
La respiración de Peter comenzó a ser más acelerada, su cuerpo temblaba y lloraba sin parar. MJ lo alejó levemente de ella, temiendo que en cualquier momento al castaño le diera un ataque de ansiedad.
— cálmate, por favor — pidió asustada — relájate, respira.
El chico seguía temblando, sin siquiera escucharla y había comenzado a sudar y a hiperventilar. Era definitivo, estaba sufriendo una crisis.
— mierda — murmuró — está bien, Peter relájate. Todo esta bien — tomó una de sus manos y la apretó — solo somos tu y yo, aquí es un lugar completamente seguro. Mírame.
Peter temblaba, sudaba y lloraba descontrolada mente, pero al menos había posado su mirada sobre ella.
— excelente, ahora quiero que te relajes, que respires conmigo y te mantengas en el presente. Aquí, conmigo — soltó su mano para tomar su rostro — respira junto a mi, inhala y exhala.
Luego de casi diez minutos en los que Michelle trato de calmar el ataque del chico, este ya estaba mejor.
— yo…
— calma — Michelle lo interrumpió — ahora le diré a Candelaria que te haga un té, tú solo recuestate en mi cama y relájate ¿Si? — sin esperar respuesta, sonrió y se dio media vuelta para ir a la cocina.
Volvió unos segundos después con una taza de té, que dejó sobre su escritorio al notar que Peter se había dormido. Se preguntaba que podría haber pasado para que llegará así de alterado y las dudas acerca del traje que llevaba puesto aumentaban.
— Michelle — dijo el chico entre dormido — ¿podrías acercarte?
MJ se acercó a él y se sentó sobre su cama, el castaño al sentir la presencia de la rizada se acercó a ella y la abrazó fuertemente.
— gracias… por todo.
Michelle sonrió, por lo visto el chico no tenía ninguna intención de soltarla, por lo cual solo se acomodó en su cama. Su plan era esperar a que se durmiera y que así la pudiera soltar, pero ella también término cayendo en los brazos de Morfeo.