Despreciable

cap-4

Jack en serio estaba mal. Los guardianes comenzaron a evitarlo y eso lo hacía sentir mal. Algunos niños dejaron de creer en él y sentía que volvía a ser invisible. No quería causarles una hipotermia y mantuvo su distancia pero eso simplemente había echo que dejarán de creer.

Intento buscar consuelo en los guardianes, pero no importa que tanto se esforzará, era inútil. Siempre algo salía mal y se enojaban.

Ya no podía controlar sus tormentas como antes y comenzó a ponerse ansioso.

¿Si algo sale mal tienen derecho a enojarse tanto? Digo él se esfuerza y lo hace por si solo. Meme es el único que lo ayuda.

Esa tarde estaba sentado debajo de un gran árbol en algún bosque invernal, Escarcha y hielo se extendía alrededor de su tronco mientras el guardián sujetaba su cabeza y se repetía una y otra vez "no es tu culpa, todos cometen errores" pero parecía cometer los mismos una y otra vez.

Intento respirar e ir a burger. Jaime cumpliría 17 y estaba ya un poco más alto que Jack, como 3 o 4 centímetros. Jack estaba orgulloso de aquel niño, su primer creyente y quién consideraba un hermano pequeño.

Pararon cree casi un año que no lo ve y ahora que podía controlar nuevamente el frío sería bueno visitarlo y aunque sea hablar un poco.

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Sus ojos se cristalizaron, no quería pero algunas lágrimas se escaparon.

El lo atravesó.

Ya no cree en el.

No es su culpa y sabía que pasaría en algún momento.

Eso no evitó que doliera.

Que se sintiera invisible e inexistente.

No quería... Ya no.

Sin que se diera cuenta una tormenta de nieve se estaba formando. Cuando se dió cuenta no fue a su lago, sino al polo Sur. No quería encontrarse con Norte.

Apenas llegó se tiró en la nieve, asiendo se bolita y dejando salir sus lágrimas. Le dolía el pecho y se sentía pequeño.

Talvez si los guardianes hubieran pasado un poco de tiempo con él, si lo hicieran sentir parte de esa familia que tenía, tal ves no se hubiera sentido tan pequeño en ese momento.

Diría que es parte de crecer y le agradecería por todas esas tardes en las que jugaron y se divirtieron, pero, la realidad era otra.

Jaime era una de las pocas personas que lo trataban bien y oírlo decir lo bueno que era hacía sentir útil a Jack, no una carga como lo hacían los guardianes, se sentía cómodo, pero ya no podría sentirse así mientras sea invisible.

Varios niños ya habían dejado de creer y nunca le dolió tanto.

Solo se quedó ahí, desahogando se asta quedarse dormido entre la nieve.

Meme quien no lo había visto en días fue a buscarlo para ver cómo se encontraba su amigo. Al encontrarlo se le partió el corazón verlo en ese estado y pronto hizo todo lo posible para animarlo.

....

Bueno. Jack era conocido en el reino de los espíritus, principalmente por sus bromas y aunque aveces podía algo pesado todos lo consideraban solo un niño.

Algunos como su tocayo, el espíritu de halloween disfrutaban su compañía y se sentían felices de que formará parte de los guardianes.

Muchos de ellos no tenían tiempo para darle al joven espíritu y otros eran espíritus de climas cálidos y aunque les agrade no podían simplemente ir a verlo o invitarlo porque uno sería perjudicado en su salud.

Pero... ¿Que está pasando con el joven espíritu? Últimamente no visita a nadie ni le gasta bromas al espíritu de verano (quien veía a Jack como un hermanito) o le sugería travesuras al espíritu de halloween. Los climas se volvieron más fríos y casi nunca lo veían o se oía de él.

De haber sabido lo que pasaba con los guardianes le hubieran regalado un poco de consuelo. De haber sabido cómo se sentía lo hubieran incluído, pero ellos no tenían la culpa.

Nunca lo trataron mal, le hablaron grosero o simplemente lo echaron. Si no tenían tiempo el mismo se daba cuenta, daba una sonrisa y se iba. Si no querían bromas por estar en algo serio, él siempre se comporta y los hacía sentir menos estresados. Muchas veces el dejaba lo que estaba haciendo por subirles el ánimo.

De haber sabido lo que se venía, jamás lo hubieran dejado irse con los guardianes.

Los guardianes seguramente se arrepentirán.

Claramente aunque Jack no lo sabe, muchos buscarían justicia si algo le pasaba.

Incluso el coco, quien seguía prisionero de su propia guarida, pero que podía verlo todo gracia a su poco poder y pesadillas. Sentía lastima "confiaste en las personas equivocadas, frost" pensó antes de volver a recostarse sobre su globo terráqueo, planeando como vencer los una ves que tenga todo su poder.