Despreciable

Cap-15

¿Qué pasó con el espíritu del invierno? Hace un tiempo esa pregunta rondaba por el reino de los espíritus.

El niño dejó de ir, hasta un día que desapareció por completo. Los guardianes no dieron noticias y la luna no respondía preguntas, era como si escondiera algo.

De un día para el otro, llegó el rumor de que aquel niño perdió creyentes, cosa que dejó un gran vacío en todos. Fue como perder un pequeño rayo de alegría. Aunque… últimamente, no se sabe donde empezó, pero se rumoreaba que el albino no tuvo la culpa, que había una razón por la que los guardianes no hablaban de eso o porque no lo evitaron.

Ellos lo provocaron.

Eso no era posible, todos lo sabían, pero… después de unos años, el rumor volvió, con la llegada de un espíritu con el mismo  centro y luz que el niño desaparecido.

Eso no fueron rumores, eso lo confirmó la madre tierra, al momento que su labor de guiar al invierno volvió a manos ajenas a las suyas.

Jack Frost había vuelto.

Pero a diferencia de lo que se esperaba, no fue traído por un esfuerzo de la luna, o el duro trabajo de los guardianes por recuperar lo, no, fue… alguien más quien lo devolvió.

Nadie se esperaba eso, nadie lo creyó, eso hasta… verlo en persona, y si, varios espíritus, como el de halloween, fueron a espiar y al verlo, casi se les salían los ojos del asombro, aquel espíritu del invierno y la diversión no sólo tenía una apariencia similar a la del coco, sino, que también convive de forma pacífica con sus pesadillas,  también lo vieron estando con él, y aunque más de uno quiso intervenir, al notar como el niño jugaba, bromeaba e intentaba arrastrar al Pitch a cualquier juego, no pudieron evitar verlo tierno, más porque… aquel que se supone debía causar miedo y terror, lo mimaba, escuchaba sus historias y algunas veces lo acompañaba a patinar.

...ese no es Pitch.

Fue algo que pensaron todos.

…

Un pequeño cambio positivo puede llevar a cambiar tu vida entera.

…

Pitch veía al niño patinar junto a una pesadilla, una silueta suya, como si su sombra se hubiera desprendido para acompañarlo.

Había hecho un buen trabajo, solo necesito unos susurro y poco a poco la verdad de los guardianes saldría a la luz, solo tenía que ganarse la suficiente confianza de los espíritus,  cosa que estaba logrando con solo mostrarle a su hija de su tiempo con Jack, ella podía ver que estaba siendo sincero y lo apoyo.

Aunque él no se había enterado, la madre tierra sabía que dejar al joven espíritu con él, era lo mejor, tanto para su padre como para una de sus estaciones ya que era una de las pocas personas que no estaba de acuerdo con convertirlo en guardián.

—Pitch, ¿Porqué no vienes? Es divertido— su ánimo era notablemente alegre, dando pequeños saltos aún estando en el hielo —¡tienes miedo de perder!

—¿de perder? Créeme Jack, ese miedo es el más absurdo que podrías pensar de mi —mantuvo una voz tranquila, caminando a paso lento hasta él y entrar en el hielo— prefiero algo más tranquilo a tus piruetas y saltos.

—Sé que te gusta, admitelo ¡lo hago bien! — patinar a su alrededor, sonriendo y dejando ver su emoción por tenerlo en el hielo

—Necesitas más que unas piruetas para asustarme.

—Parte de tu poder está en mi ¿no? Así que tengo esa habilidad… espera, ¡puedo usarla para ayudar a Jack!

—No funciona así… ponlo de este modo, la luna tiene a sus guardianes—Hizo una pausa al verlo borrar un poco su sonrisa— Yo te tengo a ti, a diferencia de la última vez, yo reclame tu alma como algún… alguna extensión mía, no sabría explicarlo, solo que ahora estás atado a mi, no a él.

—...¿pero tengo poderes de pesadillas?

Pirch se quiso golpear la cabeza pero solo alcanzó a rodar los ojos, olvidó lo pesado que podía ser el niño pero no pudo evitar soltar una pequeña risa