XXV

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–Hola–, el chico de hace un momento me saluda, –Me llamo Mingyu, mucho gusto...

–Kate–, digo el primer nombre que se me ocurre, –Gracias por el trago, no te hubieses molestado–

–Quería una excusa para acercarme sin verme desesperado, pero tienes todas las miradas del lugar–

–No creo, te estás imaginando cosas–, el chico sonríe, tiene linda sonrisa

–¿Puedo invitarte algo más Kate?–, es muy atractivo y no cabe duda de que pasaría una gran noche con él, pero esta vez vengo en compañía y no estoy de humor para juguetear con humanos.

–Nada, gracias por el trago, puedes irte–, dice el chico que me toma por la cintura y se pone a mis espaldas, es Jimin. ¿Qué hace aquí?.

–Ya entiendo, gusto en conocerte Kate–, el hombre se despide y se aleja

–¿Cómo supiste dónde estábamos?–, me volteo quedando frente al rubio, que no es rubio en estos momentos. Volvió al color negro y está usando una camisa y pantalón del mismo color

–Digamos que tenía ganas de verte y no te encontré en tú habitación, Sunwoo tampoco estaba y después dejé que tus emociones me guiaran–

–¿Por qué te veo con el hechizo de apariencia?–

–Porque no lo hicimos al mismo tiempo, por cierto, el lila te queda muy bien–, sonrío.

–Oye, Sunwoo y yo iremos a otro lugar con aquellos chicos, ¿vienes?–, Taehyung señala y veo a los hombres con finta de motociclistas

–Taehyung...,¿Vas a llevar a Sunwoo a una de tus aventuras?–, regaño

–No es un niño, y en todo caso lo estaré cuidando....wow hola Jimin, no te reconocí–, saluda

–Nos vemos en el portal en dos horas–, Jimin dice y yo lo volteo a ver, –Quiero que me acompañes a un lugar–, me dice

–De acuerdo, vayan a su luna de miel o que se yo–, mi hermano se reune de nuevo con su nuevo grupo de amigos y Jimin me toma levemente de la mano, indicando que vayamos afuera.

.....

Paseamos por las calles iluminadas de la ciudad. No a hablado de nada desde que salimos del bar, solo está tomando mi mano y caminando, cómo si solo quisiera disfrutar ese momento.

Sin rumbo fijo, al menos por mí, llegamos hasta el mar, –Aguarda un momento–, dice el ahora pelinegro y me deja un momento.

Aprovecho para caminar por la arena, quitándome el calzado. Las olas se mueven y el mar se ilumina por la luz de la luna, esto es lo que estuve buscando desde que quise venir, tranquilidad. Me siento en la arena, contemplando las vistas.

–Para tí–, Jimin llega junto a mí y me tiende un ramo de flores, sonrío por eso

–Eres tan cursi–, le digo mientras tomo las flores

–Te hice reír y estás contenta. Es extraño ahora que siento todo lo que tú sientes, no sabía que se podía era así de intenso, pero me aseguraré de que tengas emociones positivas más que negativas, creo que ya tuviste suficiente–

–Gracias–, me recargo en su hombro con total confianza.

–¿Por qué decidiste venir aquí?–

–Buscaba algo de tranquilidad o distracción–

–Estás estresada por todo lo que está pasando ¿no?–

–¿Tú no?–, cuestiono levantando mi cabeza para verlo

𝕃𝕀𝔾𝔸𝕄𝔼ℕDonde viven las historias. Descúbrelo ahora