𝕃𝕀𝔾𝔸𝕄𝔼ℕ

XXIII

Desperté en los brazos de Jungkook. No sé en que momento me quedé dormida. Me siento muy mal cómo aquella vez que Jungkook tuvo el ligamen.

El ligamen, ahora recuerdo. Me siento en la cama, haciendo que Jungkook también se despierte y se siente conmigo, no sabía que estaba durmiendo.

–¿Como te sientes?–, una voz me sobresalta, pues no es Jungkook quien habla.

Volteo en su dirección y veo a Jimin sentado en el sofá de la habitación, está muy afligido por algo.

–Tengo sed–, respondo, a nadie en particular, solo digo porque sí

–Aguarda aquí–, Jungkook se levanta, antes de salir de la habitación parece que le dice algo a Jimin con la mirada, está molesto, pero aún así sale.

–Lo siento mucho Ara–, los ojos de Jimin se cristalizan y parece que lucha por no llorar

–¿Por qué te disculpas por algo que no puedes controlar?–, digo con un tono de voz cansado

–No lo sé, siento que debo hacerlo–, se acerca a mí, –Puedo sentir cómo estás nerviosa y confundida–, me dice

–Jimin...–, trato de hablar pero me mareo

–Tranquila, tú descansa. Solo para que lo sepas, tú padre, Belfegor, Carén y los serafines están hablando, tratan de buscar alguna alternativa–, acerca su mano y acaricia mi cabello

–Esto no tiene alternativa alguna y lo saben, solo hay una manera de parar los malestares–, digo

–Yo también lo sé, ellos están tratando de ver que está mal, esto jamás había pasado, por eso están buscando información–, me explica

–Honestamente, espero que lo resuelvan rápido, no se siente nada bien y lo sabes, el ligamen tiene cierto tiempo, si no hacemos la ceremonia podría...

–No lo digas–, me interrumpe, –Se lo que pasa, no pienses en eso–, detiene su mano en mi mejilla, –No sé como tu compañero te rechaza, yo tengo tantas ganas de besarte–, dice sin ninguna vergüenza alguna

Acaricia mi mejilla, su mano trata de transmitir calma y calidez, me siento cómoda con él, aceptada.

–Suficiente, ya tuviste tú tiempo–, Jungkook entra a toda prisa en la habitación

–Descansa–, Jimin quita su mano y siento un extraño frío

Jungkook se acerca a la cama y se sienta a un lado de mí, dándome una botella con agua.

.....

Ya es tarde, puedo ver el atardecer por la ventana. En todo este tiempo ninguno de los dos chicos a salido de la habitación. El serafín vino una vez a revisar que todo estuviera bien, al parecer fué idea de todos tener a Jimin y Jungkook conmigo, pues iba a ser un problema por el ligamen y todo eso. Estoy muy cansada cómo para pensar en algo o buscar alguna alternativa.

–Ara–, me mueven suavemente. Abro mi ojos y veo a mi padre

–Papá–, me levanto como puedo para abrazarlo. Jimin carraspea algo molesto y Jungkook solo se remueve en la cama

–Hola pequeña, ¿Te sientes muy mal?–, me pregunta acariciando mi cabeza

–Como si Lucifer me hubiese puesto un castigo–, trato de bromear pero no tengo mucha energía

–Tenemos que hacer la ceremonia–, dice, no está contento para nada

–Lo sé papá, tu también lo sabías desde el principio–, me recargo en su pecho, dejándome descansar en el