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Víctor: código internacional perteneciente a la navegación marítima, significa "Necesito auxilio".

╔══✩══╡˚✧延芬✧˚╞══✩═══╗

Yuri tenía sólo trece años cuando su abuela le presentó a Sanha.

Yoon Sanha era un pequeño, delgado omega de su misma edad, callado y tímido pero hermoso, con cabello negro brillante, piel pálida y labios rojo cereza que le gustaron enseguida.

Él es Sanha, tu omega —le dijo su abuela con una sonrisa enorme, acariciándole los hombros, y a Yuri le gustó tener la atención de la mujer mayor sobre ella—, ¿por qué no pasean juntos? Estoy segura de que se llevarán bien.

Asintió, queriendo complacerla, y le tomó la mano a Sanha.

A Sanha no le gustó para nada.

¡No! —chilló el chico soltándola—. ¡No me gusta ella! ¡A mí me gusta Eunwoo!

Yuri no sabía qué hacer realmente así que retrocedió, entendiendo que, bueno, el omega podía quejarse y eso estaba bien, porque si a él le gustaba alguien más, ¿cómo podía obligarlo a estar con ella?

Su papá, sentado en el sofá, se puso de pie y se acercó con preocupación. Yuri lo miró, encogiéndose de hombros, viendo como el padre de Sanha endurecía su mandíbula.

—¡Sanha, cálmate, dios, no puedes portarte así! —regañó autoritario.

—¡No me gusta ella!

—Yuri, no dejes que te trate así —dijo su papá llamando su atención.

Yuri lo observó, asustada, sin comprender lo que quería decir con ello.

—Pero...

—Eres una alfa —dijo su abuela con voz dura—, no puedes dejar que un omega te rechace o te levante la voz. Sanha te pertenece ahora, puedes imponerte ante él y él obedecerá —su abuela le revolvió el cabello—. A los omegas les gusta eso.

Yuri no podía entender bien esa lógica, pero quería hacer sentir orgullosa a su abuela que por fin la estaba mirando, por fin no la estaba ignorando como hacía años atrás, cuando creía que sería una omega. Su abuela le daba ahora regalos, le hablaba de igual a igual y a veces la invitaba a comer, ¿cómo iba a decepcionarla?

Sanha estaba llorando mientras su papá la sostenía y Yuri se sintió mal por eso.

—¡Sanha, deja el llanto! —ordenó su padre entonces con voz alfa, dura e imponente.

Él pobre chico tembló, cerrando su boca, sus manos limpiando el rastro de lágrimas que había en sus mejillas.

—¿Ves, Yuri? Así es como...

—¿Qué mierda está ocurriendo aquí?

Yuri se volteó, viendo a su mamá entrar al comedor, llevando de la mano a su hermanito menor. Yeongsan le sonrió, llevando dos paletas de helado entre sus dedos, y se soltó del agarre de su mamá para correr hacia ella.

Yuriii —llamó Yeongsan contento—, ¡mira lo que te compré!

Yuri tomó la paleta de helado, sonriendo, revolviéndole el cabello, y Yeongsan se giró hacia su abuela.

La mujer la miró despectivamente.

—Hola abuelita —saludó Yeongsan dando un paso para abrazarla.

𝐘𝐔𝐀𝐍𝐅𝐄𝐍  |「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora