Una chica con actitud jovial, se dirigía hacia el cuarto donde Eren estaba recluido a la fuerza. Iba dando saltitos en cada paso, haciendo girar el juego de llaves de todas las puertas de la mansión Jaeger, sobre su dedo índice, mientras canturreaba una canción infantil, de patio de colegio. Su reluciente y larga cabellera gris, repleta de cientos de adornos florales, y su flequillo en la frente, era casi el rasgo que más llamaba la atención de ella.
Sin embargo, había algo que resaltaba más que su preciosa cabellera.
¿Cómo una chica tan alegre y tan bonita, podía tener una mirada tan triste?
Repentinamente, el ruido metálico de las llaves chocando en el suelo de madera del pasillo, hizo que su canción se quedase por la mitad. Colocó uno de sus lacios mechones tras su oreja, y se agachó para recoger las llaves, pero sintió que había alguien frente a ella.
—Hola, Gabi... —Levantó la mirada, y le mostró su mejor sonrisa, que ni si quiera desapareció cuando el pie de la chica de cabello castaño, pisoteó la pequeña mano de la alegre peli-gris. —Pensé que estarías cuidando de tu hermano, escuché que se resfrió. ¿Se siente mejor?
—Zofia. —La miró con desprecio, e hizo más presión con su pie, dañando la mano de la chica de cabello gris. Aun así, la joven no se quejaba. —¿No te quedó claro lo que pasó la última vez que pronunciaste el nombre de ese maldito inútil?
—Perdón... como recibo muchos golpes en la cabeza... a veces me olvido de las cosas. —Susurró, desviando la mirada con tristeza. —Disculpa si te molestó, Gabi. Pero... aún se está decidiendo mi arreglo matrimonial, todavía tus abuelos no saben si me voy a casar contigo o con tu hermano, Udo... así que pensé que como no se había decidido nada, yo...
La menor de los Jaeger abofeteó brutalmente la mejilla de la chica de cabellos celestes, provocando que brotase sangre de su moflete. Los anillos de Mai Gabi se mancharon con la sangre de la joven, mezclándose con los restos de todas las veces anteriores. Aun así, la sonrisa de esa chica no desaparecía, a pesar de que su vista, estaba algo nublada.
Zofia no sabía cómo llorar.
Solo servía para sonreír.
—Después de todo lo que te hice, ¿aún te quedan ganas de ser de otra persona, Zofia? Tú eres solamente mía, y aunque te cases con el inútil de mi hermano, vas a seguir perteneciéndome solamente a mí. Venga, quiero oírtelo decir. —La punta de la bota de Gabi tocó el centro del pecho de la chica, amenazándola con tirarla al suelo.
Zofia cerró los ojos, soltando todo el aire.
—Sí, Gabi. —Llevó sus manos a su regazo, con las llaves dentro de la que estaba herida. Agachó la cabeza, en señal de sumisión y arrepentimiento.
—Sí, Gabi, ¿qué? —La del cabello castaño arqueó una ceja, muy seria.
—No importa si me caso con Udo, soy tuya igualmente. —La de cabello gris sintió ganas de vomitar, solo con pronunciar esas palabras.
La mujer alfa abandonó el pasillo, no sin antes esbozar una sonrisa triunfal, llena de una maldad, tan demencial como la de su tío Keith. Zofia aprovechó, y sacó un pañuelo de seda rosa, del interior de su bolsillo. Tenía un estampado de gatitos blancos, le encantaban ese tipo de cosas, y se sentía muy triste de tener que ensuciarlas con su sangre, constantemente. Limpió tanto su mano, como su cara, dando leves toquecitos.
No dolía tanto, porque estaba acostumbrada a los golpes de Gabi.
Guardó de nuevo el pañuelo, luego lo lavaría. Tomó aire, llenando sus pulmones, y abrió la puerta de la habitación de Eren, esforzándose lo máximo posible, en alegrarle el día a ese omega.
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El Esposo del Rey
RomanceDos seres diferentes que se han unido desde mucho antes, Eren el omega más hermoso del reino, y Levi, un hombre solitario que estuvo esperando a su destino toda la vida. ⋆ ━━━━✧ ♛ ✧━━━━ ⋆ Idea Original de @wild_chip Adaptación de El esposo del Empe...