A Eren se le estaba haciendo eterno el camino hasta la cascada. Grisha le había dicho que tenía algo muy importante que decirle cuando llegaran a su destino, y el castaño se estaba impacientando cada vez más.
El susurro de las hojas de los árboles entremezclado con la densa oscuridad del bosque y el nocturno cántico de los búhos, le hacían sentir mucho miedo. Pero, estaría bien. Grisha estaba con él, y agradecía mucho su compañía.
Eren atrapó uno de sus largos y lacios mechones entre sus dedos, jugueteando con él, algo nervioso. Exhaló todo el aire de sus pulmones cuando sintió algo rozarle la pierna, pero al parecer solo eran unas ramitas que se le habían enganchado.
De pronto, se detuvieron frente al lago, Grisha observó a Eren. La luz lunar hacía ver al omega mucho más hermoso de lo que era. El alfa esbozó una pequeña sonrisa, al ver a su niño, mirándole con tanta expectación.
—Escucha, Eren. —El alfa escondió sus manos, tras su espalda. Antes de seguir hablando, se aseguró de que no hubiese nadie merodeando por los alrededores, cosa que desconcertó al omega —Dentro de poco, va a venir alguien a buscarte.
El castaño se mostró confuso, y ladeó la cabeza. Se abrazó a sí mismo, tenía mucho frío, ya que le habían obligado a vestir una prenda blanca muy ligera y fina, que apenas lo cubría del frío.
—¿Qué quieres decir, Grisha? —Los dientes del ojiverde castañeteaban debido a la nocturna brisa.
El alfa le acarició la cabeza al omega, era una manía que había adquirido desde que lo conoció. Lo miró fijamente, se le hacía muy difícil tener que separarse de su hijo, pero debía hacerlo por su bien. Lo que le pasase a él, poco le importaba mientras Eren estuviese a salvo.
—Van a llevarte devuelta a Paradis. Vas a volver a casa. —Grisha esbozó una sonrisa triste, aún con su mano sobre la cabeza del castaño.
Eren parpadeó, estupefacto.
—¿De verdad...? Pero, ¿cómo es posible...? —Susurró, incrédulo. No podía creerse que después de tanto, pudiese volver a ver a Levi.
—Te dije que confiases en mí. Y, he encontrado la manera de sacarte de aquí, pronto vendrá un guardia real, y se irán en uno de los caballos.
—¿Y tú? ¿Qué pasará contigo? Si Keith se entera de lo que ha pasado... se pondrá furioso.
El mayor cerró los ojos, esbozando una sonrisa cargada de confianza.
—Estaré bien. —No, sabía que no lo estaría. Keith iba a matarlo, pero al menos su hijo volvería a estar con su madre, y esta vez no lograrían atraparlo de nuevo.
—Mentira... —Susurró el castaño, agachando la cabeza y apretando los puños. —Keith te va a lastimar y yo... no quiero que nadie te haga daño. Has sido muy bueno conmigo todo este tiempo.
Eren alzó la vista, con los ojos cargados de lágrimas.
El alfa no pudo resistirse, ver a su niño llorar le partía el alma. Lo estrechó entre sus brazos, y el abrazo se sintió muy tranquilizador para ambos. Eren apoyó su mejilla contra el pecho de Grisha, buscando sentir los latidos de su corazón, que, por alguna razón, lo relajaban mucho.
—Pequeño, escúchame... no voy a mentirte. Las cosas tienen que ser así, en el caballo solo pueden ir dos personas, si yo los siguiera a pie, los retrasaría y sería peligroso. Ojalá pudiera ir contigo, pero no quiero ser egoísta.
Eren apretó los labios, sin poder parar de llorar. No quería irse de allí sin él, le había cogido cariño y no quería que muriese por su culpa.
—Quiero... salvarlos a ti, a Zofia... no quiero dejar a nadie atrás. —Un desconsolado omega se aferró al saco del alfa, sin intenciones de separarse.
ESTÁS LEYENDO
El Esposo del Rey
RomanceDos seres diferentes que se han unido desde mucho antes, Eren el omega más hermoso del reino, y Levi, un hombre solitario que estuvo esperando a su destino toda la vida. ⋆ ━━━━✧ ♛ ✧━━━━ ⋆ Idea Original de @wild_chip Adaptación de El esposo del Empe...