𝒜𝒻𝓇𝒶𝒾𝒹 ━ 𝐖𝐢𝐳𝐚𝐫𝐝𝐢𝐧𝐠 𝐖𝐨𝐫𝐥𝐝

𝔖𝔢𝔦𝔰

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El juego que Adhara estaba presenciando hacia que los partidos en Hogwarts parecieran de principiantes. La velocidad de los jugadores era increíble y la destreza con que se pasaban la quaffle demostraba lo buenos que eran. Era quidditch profesional, un tipo de quidditch que tenía a los mellizos a la orilla de sus asientos con los omniculares sobre sus ojos gritando vítores o abucheos a los jugadores.

Viktor Krum acababa de hacer el Amago de Wronski que consistía en hacerle creer al buscador de el otro equipo que había visto la snitch cuando en realidad no había visto nada. Adhara los había visto a ambos descender a toda velocidad hacia el suelo "buscando la snitch" pero justo en el momento en que iban a estrellarse, Krum se había detenido y Lynch, el buscador de Irlanda había caído de cara al suelo haciendo que todos los espectadores se asomaran a la barandilla para tratar de ver qué tanto daño se había hecho.

-¡Estará bien!- escuchó Adhara decir a Charlie Weasley que trataba de tranquilizar a Ginny quien se había acercado a la barandilla con cara de horror.

-Eso fue excelente- murmuró Draco mientras observaba con admiración a Krum.

Adhara rodó los ojos y volvió su atención a Lynch que se había recuperado de la caída y en ese momento estaba montando su Saeta de Fuego para volver al juego. La rápida recuperación de Lynch le dio al equipo de Irlanda la fuerza que necesitaban para continuar jugando contra Bulgaria.

Quince minutos después, el equipo de Irlanda le llevaba la delantera a Bulgaria con ciento treinta puntos a diez, y los jugadores de Bulgaria se comportaban cada vez más violentos. Zograf, el guardián de Bulgaria acababa de lanzarse contra Mullet, cazadora del equipo de Irlanda y el árbitro había gritado falta.

Las mascotas de Irlanda se alzaron furiosas sobre el campo y se burlaron de Zograf cuando el árbitro lo reprendió. Las veelas se pusieron en pie de un salto y comenzaron a bailar a modo de reto y Adhara y Draco se taparon los oídos para evitar caer en el encanto de su baile de nuevo.

-¡No, esto sí que no!- exclamó el comentarista del partido- ¡Que alguien le dé una palmada al árbitro!

La rubia miró al árbitro que acababa de aterrizar en el suelo frente a las veelas y parecía estar tratando de impresionarlas. El medimago que había atendido a Lynch bajó al campo tapándose los oídos y le asestó un golpe en la espinilla al árbitro, lo que lo hizo volver en sí.

El señor Mustafá estaba avergonzado y molesto y comenzó a gritarles a las veelas para que se retiraran del campo, pero los golpeadores del equipo de Bulgaria se interpusieron y señalaron a las mascotas de Irlanda que se burlaban de la situación. Finalmente, Mustafá hizo sonar su silbato contra los jugadores de Bulgaria dándoles dos penaltis a favor de Irlanda.

En ese momento el juego se volvió aún más brutal. Los golpeadores de ambos equipos comenzaron a jugar con más violencia y los clamores de la multitud se volvieron más fuertes, si eso era posible.

-¡Falta!- exclamó el comentarista de nuevo- Dimitrov pretende acabar con Moran... volando deliberadamente para chocar con ella... Eso será otro penalti... ¡Sí, ya oímos el silbato!

Los leprechauns estaban de nuevo en el aire y acababan de formar una mano gigante que mostraba un gesto muy grosero dirigido hacia las veelas; Adhara y Draco estallaron en carcajadas pero su madre les dio una sola mirada de advertencia y ambos guardaron silencio. Las veelas en cambio se lanzaron al campo con furia y comenzaron a arrojar fuego contra los leprechauns. Entonces los mellizos pudieron ver a través de sus omniculares que la apariencia de las veelas ya no era la de mujeres hermosas, sus rostros se habían transformado en cabezas de pájaro con un amenazador y afilado pico y les nacían largas alas de los hombros.