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El campamento estaba en una gran agitación, todos los magos y brujas querían irse lo antes posible y desmontaban sus tiendas a toda prisa. Y ya que la gente del Ministerio no se preocupaba por nada que no fuera la Marca Tenebrosa que se había invocado la noche anterior, fue más fácil para todos guardar sus cosas usando magia y encaminarse a la salida del terreno.

Narcisa había hecho que Fyffi les preparara un poco de té a los mellizos y a Theo, y al terminar había acompañado al muchacho Nott hasta la tienda de su padre. Podría haber hecho que Adhara y a Draco acompañaran a Theo pero Cissy quería ver al señor Nott.

El chico, por otra parte, parecía un poco menos perturbado que la noche anterior y el té le había dado un poco de tranquilidad. La suficiente como para ver a su padre a los ojos y no mencionar lo que Narcisa estaba segura que sabía.

-Encontramos a Theodore en el bosque anoche- le dijo Narcisa a Marcus Nott cuando llegaron hasta su tienda-, se quedó con nosotros en la tienda mientras las cosas se calmaban en el campamento.

-Te lo agradezco mucho, Narcisa- contestó Nott mirándola directamente a los ojos.

Narcisa sabía que era algo inútil, pero en ese momento de verdad esperó ver una pizca de arrepentimiento en los ojos de Nott; sin embargo, no había nada más que frialdad.

Cissy estaba segura que Marcus Nott, Percival Parkinson y su esposo Lucius habían sido los que iniciaron el ataque contra los muggles pero nuevamente se habían salido con la suya y la gente del Ministerio no había logrado atraparlos.

Cissy volvió hasta su tienda con un nudo en el estómago. Le molestaba que Lucius le mintiera y que, a sus espaldas, hiciera cosas que podían ponerlos en peligro a todos. Después de lo que había hecho por él al final de la guerra Lucius parecía no tener ninguna noción de la prudencia, algo que desgraciadamente los mellizos habían heredado.

Aquello la hizo pensar en sus hijos. Conocía a Draco, no era muy difícil de entender, sabía lo que era y no era capaz de hacer. Adhara, por otro lado, era menos entendible; siempre parloteando sobre lo que era correcto e incorrecto y aún así se atrevía a mentirle a la cara, a ocultarle cosas a ella que era su madre.

Esa maldita carta que encontró en el bolsillo de su túnica cuando volvió de Hogwarts la ponía furiosa ¿Por qué tenía Sirius que acercarse a su hija?, ¿por qué tenía que mantener comunicación con ella? Porque Narcisa estaba segura que Adhara le había pedido que le comprara una lechuza para asegurarse de que nadie le interviniera las cartas.

Lo único en lo que Narcisa pensaba era en todas las ideas rebeldes que Sirius estaría plantando en la mente de Adhara y todas las cosas que eso provocaría. Ya podía imaginar los pleitos entre Adhara y Lucius. Eso era demasiado para Cissy, ya había soportado mucho catorce años atrás y no pensaba soportarlo de nuevo.

Cuando llegó hasta la parcela de terreno que habían alquilado, vio que ya todo estaba listo para que se fueran. Lucius había desmontado la tienda y él y los chicos estaban hablando con un empleado del Ministerio. El hombre le estaba diciendo a Lucius que al parecer, la invocación de la Marca Tenebrosa no había sido intencional y que la elfina de el señor Bartemius Crouch había sido la responsable.

Cissy se acercó a sus hijos; Draco estaba escuchando con atención mientras que Adhara tenía el entrecejo levemente fruncido. Narcisa sabía lo que esa expresión significaba; su hija no creía que aquella fuera la explicación para la aparición de la Marca y ella misma tampoco lo creía, pero ninguna de las dos iba a decir nada porque no les correspondía objetar ante un hombre del Ministerio y menos intervenir en la conversación de Lucius.

𝒜𝒻𝓇𝒶𝒾𝒹 ━ 𝐖𝐢𝐳𝐚𝐫𝐝𝐢𝐧𝐠 𝐖𝐨𝐫𝐥𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora