CAPÍTULO 22

4.4K 320 44
                                    

Aterrizamos en Portugal. Chris se encarga de mis maletas y de cargarlas en el coche privado que nos espera en la puerta del aeropuerto para ir al hotel.

Mi mirada va constantemente a Erik, por suerte me lo pone fácil. Unos coches más adelante se encuentra su coche privado, negro y con chófer también. Su ayudante —creo que es su ayudante—, le acompaña, menuda, silenciosa y al parecer tímida.

—Señorita —me saca de mi trance Chris. Mira en mi dirección dándose cuenta de a quién miro tanto—. Creo que el señor Dagger se hospeda en el mismo hotel —me informa con una sonrisa cómplice.

—¿Cómo lo sabes?

—Protocolo de seguridad. Saber la lista de gente que va a hospedarse en el mismo hotel que usted.

—Pero eso es ilegal —inquiero.

—Tengo mis contactos —sonríe como un crío que acaba de hacer una trastada—. Es... mi manera de trabajar... para asegurarme de que no hay nada sospechoso, señorita.

—No. Tranquilo, está bien —le dedico una sonrisa tranquilizadora antes de entrar al coche.

Alex me envía un mensaje. Es mi nuevo ayudante, sustituye a Gia por el embarazo... que horror. Y eso que me habían prometido que Alex valía la pena.

Alex

Mi taxi llega con retraso, llegaré unos minutos después de usted.

Mia

Tómate lo que queda libre, nos vemos mañana en la puerta del hotel para ir al aeropuerto.


No tengo ganas de repasar el planning de mañana ni del congreso. Es un proceso aburrido que me he estudiado bastantes veces en el vuelo a falta de algo que ocupara mi mente... A parte claro, del sueño y de Erik.

No me gusta admitirlo. Pero mientras parece que miro por la ventana del coche, pienso en cómo hubiera acabado ese sueño... y una parte de mi fantasea en que hubiera pasado si de verdad Erik hubiera entrado en el baño cuando he ido.

No.

Fui yo la que decidió acabarlo... ¿Ahora soy yo la que necesita retomarlo? no puede ser. Voy a volverlo loco y no se lo merece. De todos modos... sería demasiado complicado adivinar en que punto deberíamos retomarlo, las normas, los roles, las necesidades de cada uno...

Pero...

De manera impulsiva, cojo mi teléfono y abro su chat. Le escribo de nuevo sabiendo que no debería y que una parte de mi me grita que no puedo hacerlo.

Mia

Creo que nos hospedamos en el mismo hotel esta noche


—Estúpida —murmuro.

—¿Todo bien? —pregunta Chris serio.

—No debería haber enviado un mensaje.

Dios ¿Chris va a ser mi confidente?

—¿Porque? —tardo unos segundos en contestar—. Perdona el atrevimiento. No quería ser un entrometido.

—No —sacudo mi cabeza y miro mi teléfono agradecida, en parte, de que la pantalla no se encienda—. Lo mío con Dagger no puede ser.

—Por lo de la boda.

—Sí. Por lo de la boda y los cuatro años siguientes.

—Es algo difícil de perdonar —asiente pensativo— ¿Por qué lo hizo...? si no le molesta la pregunta.

ESTE ES MI JUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora