La cara del horror

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No sabía exactamente cuánto tiempo había pasado, pero el sol ya estaba saliendo y ella seguía en el suelo llorando por su pobre amigo. No podía evitar preguntarse si habría sufrido mucho o todo había sido rápido; si el psicópata de Dabi le había hecho algo antes de terminar con su vida. Cada pensamiento sólo le causaba más remordimiento por haberlo dejado sólo.

El sonido de el teléfono del departamento la sacó de sus pensamientos. Era extraño que alguien llamara, ya que generalmente les llamaban a sus celulares.

Trató de respirar profundo y aclarar su garganta antes de contestar. -¿Hola?-

-¡Por fin contestas! Me tenías preocupado.- dijo Shota. -¿Estás bien? ¿Por qué no respondías el celular? Llamé a Mina y dijo que habías ido al médico.- cuestionó preocupado.

Al escuchar la voz de Shota, la voz se le quebró nuevamente y rompió en llanto. Deseaba más que nada en el mundo que él le diera un abrazo y le dijera que todo estaría bien. Sentía miedo, odio, tristeza, cansancio e impotencia ante lo que estaba pasando.

—¿Qué pasa?— preguntó Shota desesperado.

—Lucas... Lucas murió.— apenas alcanzó a decir enmedio de su llanto.

—No puede ser.— soltó sorprendidos —Quisiera poder estar contigo en este momento.— dijo con tristeza.

—No, tranquilo. Estaré bien, te lo prometo.— dijo tratando de parecer fuerte para no preocuparlo.

—¿Segura? ¿Qué hay de tu salud?— preguntó.

—Si. Sólo había comido algo que me cayó mal, pero ya estoy bien. Tú tranquilo.— dijo tratando de aparentar estar más tranquila.

—Tengo que irme. Perdon por no poder llamarte todos los días. Llámame si necesitas algo, te prometo que haré todo lo posible por apoyarte.— dijo Shota.

—Gracias. Cuídate.—

—Espera.— dijo Shota antes de cortar la llamada.

—¿Si?—

—Te amo.— agregó Shota y cortó. Estaba seguro de que algo le pasaba a TN y no estaría tranquilo hasta saber qué era.

TN sonrió al escuchar esas palabras, aunque su sonrisa solo duraría unos pocos segundos. Le estaba ocultando demasiadas cosas a Aizawa y ahora se estaba empezando a ahogar con todo eso. Le había ocultado lo de las flores, su envenenamiento, la llamada de Dabi, el haber renunciado y ahora la causa de muerte de Lucas. Comenzó a sentirse sofocada, pero volvió en sí al escuchar nuevamente el teléfono.

—Pondré a cargar mi celular.— dijo al responder, aunque esta vez no era Shota del otro lado de la línea.

—Por favor. Me costó un poco conseguir el número de el departamento.— dijo con cinismo.

—Dabi...— dijo entrando en shock.

—Quiero verte.— demandó. —Te envié un mensaje con la ubicación de el lugar al que tienes que ir. Te veo a las ocho. No hace falta mencionar que podría pasarle algo al vagabundo con el que vives si faltas a la reunión.— dijo de forma amenazante y colgó.

TN no podía reaccionar ante lo que acababa de pasar. Sin duda alguna Dabi era peligroso y le tenía miedo, pero no quería arriesgarse a que algo le pasara Shota.

Llamó a Mina y le envió la ubicación. Se trataba de un lugar a las afueras de la ciudad. Le pidió que, si no había aparecido a la mañana siguiente, enviara a la policía.

Buscó una sábana pequeña, envolvió el cuerpecito de Lucas y lo metió en una caja de zapatos, salió y tomó un taxi que la llevó a una parada de autobus a las afueras de la ciudad. Empezó a caminar hasta que encontró un hermoso árbol con flores amarillas enmedio de la nada. Era un lugar tranquilo, así que lo designó como el lugar de descanso de su amigo.

—Cuando llegaste a casa...— comenzó a llorar. —Estabas lastimado. Te veías muy cansado y frágil. Yo traté de protegerte porque me recordaste mucho a mí. Alguien me lastimó mucho y... Shota me rescató, al igual que a ti. Voy a extrañarte mucho. Ya no podrás despertarme en las mañanas, ni tampoco me ayudarás a molestar a Shota para que nos alimente.— soltó una risilla enmedio de su llanto. —Tu vida fue muy dura. Espero haberte dado aunque sea un poco de felicidad.—sonrió y dejó la cajita debajo de el árbol, acomodó algunas flores que encontró por ahí y se sentó a esperar a que se acercara la hora de la cita.

Faltando poco para el encuentro, TN se levantó y comenzó a caminar hacia la ubicación que le había enviado Dabi. Al acercarse, se dió cuenta de que era una especie de bodega bastante grande. Al llegar al lugar entró y empezó a caminar ahí dentro.

Entre la penumbra de el lugar, alcanzó a ver una luz azul y sabía perfectamente lo que significaba, así que caminó hacia ella.

Ahí estaba él. Tan imponente como siempre, pero ahora con un aura mortífera.

—Dabi.— soltó TN, como una especie de saludo.

—TN.— respondió Dabi y corrió a abrazarla.

—¡No me toques!— lo detuvo TN con frialdad.

—¿Qué pasa? ¿No me extrañaste ni un poco?— preguntó con cinismo.

—¿Qué es lo que quieres?— preguntó TN para salir lo más pronto posible de la situación.

—¿No es obvio? A ti.—

—Tu y yo ya no somos nada.— dijo manteniendo su postura.

—¿Entonces a qué demonios viniste?— preguntó Dabi molesto.

— Quiero para que nos dejes en paz.—

Dabi la tomó de la mano. —¿Por qué me tratas así? Yo todavía te amo.— dijo mirándola con aquellos ojos azules que alguna vez fueron su debilidad.

—Yo no.— cortó mientras una lágrima rodaba por su mejilla. Dabi había sido muy importante para ella. Él había estado a su lado cuando no tenía a nadie y le dolía mucho ver en lo que se estaba convirtiendo.

—Ambos sabemos que eso no es cierto. Sólo estás confundida. Seguramente ese tipo te dijo cosas de mí que no eran ciertas.— insistió tratando de convencerla.

—Shota no tiene nada que ver. Fuiste tú el que tuvo la culpa de todo ¡Y aún después de que me alejé de ti seguiste haciendo mi vida imposible!— explotó finalmente TN y se jaló su brazo para que Dabi soltará su mano.

—¿Qué pasa? ¿No te gustaron las flores?— preguntó Dabi confundido.

—¿Flores? ¡Eres un maldito psicópata! ¡¡Trataste de matarme, enviaste a un tipo extraño a mi casa y mataste a un gatito inocente por tu estúpida obsesión conmigo!!— gritó y le dió una bofetada a Dabi, quién no reaccionó para nada.

Hubo silencio por algunos segundos y Dabi frotó la mejilla dónde había recibido el golpe. Enseguida la sujetó de ambas manos y la miró a los ojos. —No tengo idea de qué estás hablando.— dijo en tono serio.

—¿Por qué mientes? ¿No crees que ya estamos más allá de eso?— preguntó TN ofendida por su actitud.

—Tu me conoces mejor que nadie. Tal vez no soy el mejor novio, pero sabes perfectamente que jamás te he mentido.— dijo siguiendo con su postura seria.

MI HÉROE NOCTURNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora