Casi nula autoestima

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La luz entraba poco a poco por los ojos de TN, quién iba despertando después del colapso de la bodega. Se levantó poco a poco y se percató de que Shota se encontraba durmiendo en una silla con la cabeza recostada sobre su cama. Estiró su mano y acarició su cabello desordenado. Se sentía afortunada de tener a alguien como él a su lado. Se quedó contemplándolo en silencio, hasta que fue interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose.

—Me alegra ver que despertaste— saludó el médico.

TN le hizo una seña con la mano, indicando que Aizawa estaba durmiendo. El médico asintió con la cabeza. —¿Cómo te sientes?— preguntó en un tono más bajo.

—Creo que estoy bien. ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?— preguntó.

—Tres días. Al llegar te realizamos algunos análisis. Tus niveles de glucosa estaban muy bajos y además encontramos rastros de...—

—veneno.— interrumpió TN.

—¿Ya lo sabías?— preguntó el médico sorprendido.

—Si. Me enteré ese mismo día.— hizo una pausa. —Antes de que pregunte, no tengo idea de cómo entró en mi cuerpo.—

—Tranquila.  Hemos estado suministrándote un antídoto y, según los estudios, aparentemente no tienes ningún daño serio en tu organismo.— explicó el médico. —Probablemente la policía venga más tarde a hacerte un par de preguntas, así que mejor te dejo descansar.— se despidió y salió de la habitación.

—Entonces ya lo sabías.—dijo Shota con un tono serio y se puso de pie.

—Si.— respondió TN desviando la mirada. —¿Estabas despierto?—

—¿Por qué no me lo dijiste?— preguntó mientras cruzaba los brazos, haciendo caso omiso a la pregunta de TN.

—Sabía que estabas ocupado, así que no quise causarte problemas. Además, podían ser síntomas de cualquier cosa.— explicó.

—Te he dicho hasta el cansancio que no eres un problema para mí. ¿Por qué insistes con eso?— habló Shota, claramente molesto.

—No pensé que fuera algo importante, disculpa.— dijo TN con voz temblorosa y aún evitando la mirada del pelinegro.

—Entonces explícame por favor qué es importante.— habló más exaltado. —Ese día me quedé preocupado después de llamarte, así que pedí permiso para volver. Tomé el primer vuelo para llegar aquí y no te encontré en el departamento. Te llamé decenas de veces y no contestaste ninguna de mis llamadas. Estaba preocupado como no tienes idea, así que comencé a buscarte como un loco. Fui a buscarte al trabajo y ¿Qué crees?, No estabas ahí. De hecho habías renunciado el día anterior y tampoco lo sabía. Llamé a Mina para ver si ella sabía algo de ti y dijo que habías salido de la ciudad para encontrarte con Dabi. De hecho, me dijo que habían estado teniendo comunicación constantemente a mis espaldas, ¿Y qué crees? ¡Tampoco lo sabía!— dijo con voz quebrada y aún más alterado. Dió un largo suspiro y continuó. —Sé que Mina a veces suele exagerar con lo que dice, así que preferí no creer en lo que había dicho, después de todo, confiaba en ti más que en cualquier persona en el mundo, así que mejor seguí buscándote. Incluso llamé a Nemuri y a Mic para preguntarles si no sabían nada sobre ti y dijeron que no. Media hora después, recibí una llamada anónima diciendo que encendiera el televisor si quería saber de ti. Obviamente lo hice de inmediato y ahí estabas. Mina tenía toda la razón, estabas con Dabi fuera de la ciudad. Él estaba muerto y a ti te habían traído al hospital, entonces vine a verte. Necesitaba saber si estabas bien antes que cualquier cosa. Fue entonces que me encontré a un amigo de la policía. Él me dijo que entre las cosas que Dabi llevaba esa noche, había dos boletos de autobús que saldrían a las diez. También había dos maletas, una con ropa de hombre y otra con ropa de mujer. Me mostró algunas fotos y entre la ropa de una de las maletas... Estaba el que yo consideraba el vestido más hermoso que había visto en mi vida, el vestido que usabas la noche que me dijiste que estabas enamorada de mi. Pasaron muchas cosas, TN, y tú me dijiste esa misma tarde que todo estaba bien.—

TN estaba confundida. Dabi jamás le planteó siquiera la idea de irse con él. Mucho menos se podía imaginar de qué manera llegó su ropa a ese lugar, aunque para ella eso no era tan importante. Podía sentir en cada palabra de Shota cuánto dolor tenía acumulado. Le había mentido, había traicionado su confianza y le había ocultado demasiadas cosas. Con lágrimas en lo ojos trató de darle una explicación. —Espera... Así cómo lo dices parece otra cosa. Es cómo si insinuaras que iba a escaparme con él o algo así y no es así.—

—Yo jamás mencioné que fueras a escaparte. Aunque seguramente si lo hacías tampoco lo sabría. Sólo me habría quedado como un idiota esperando a que volvieras.— respondió Shota bastante dolido.

—No estaba haciendo nada malo. Créeme.— dijo con desesperación.

—Entonces ¿Por qué no me dijiste lo que pasaba desde un principio? ¿Por qué hacer las cosas a mis espaldas? ¡¿Qué demonios hacías con Dabi?! ¡¿Cómo es que terminó muerto?!— dijo Aizawa explotando finalmente y limpiando con su antebrazo de forma brusca algunas lágrimas que recorrían su rostro.

Las palabras no salían. Jamás había visto a Shota de esa forma. Lo había lastimado demasiado y no podía cargar con eso. El problema con Dabi se había terminado, sin embargo el daño ya estaba hecho. Ese hombre estaba dispuesto a dejarlo todo por ella, pero ella no lo permitiría.

Aún faltaban piezas en el rompecabezas. Otra persona podría estar detrás de ella y no quería involucrar y lastimar a Aizawa. Por mucho que lo amara y por más profundo que fuera el dolor de perderlo, tenía que dejarlo ir.

—Una vez que salga de aquí, voy a recoger mis cosas y me iré del departamento.— respondió de manera fría, ignorando por completo todas las preguntas anteriores.

Creía que Shota merecía ser feliz con una persona que le diera la misma paz y felicidad que él le hizo sentir a ella.

—¡¿Qué?!— preguntó Shota sorprendido.

Finalmente reunió todo el valor que había en ella y decidió mirarlo a los ojos. —Estoy terminando contigo. Vete.—

En ese momento alguien tocó la puerta. Era la policía. Habían ido a tomar la declaración de TN sobre su relación con Dabi y el colapso de la bodega. Pidieron a Shota que se retirara y él, sintiendo que dejaba ahí un pedazo de su vida, salió de la habitación.

MI HÉROE NOCTURNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora