Problemas de gatos

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Así pasaron varias noches y Aizawa seguía sin hacer presencia en la vida de TN. Ella empezaba a hacerse de  la idea de que las visitas del pelinegro habían sido eventos sin importancia, a pesar de eso, otra parte de ella tenía la esperanza de que aquél desaliñado hombre con aroma a café entrara por las puertas del minimercado.

Una de esas noches, la jóven salió de su trabajo, y camino a casa, se topó a un gatito blanco con manchas, quién estaba solo enmedio de la fría noche de invierno.

El felino la miró con semblante de tristeza y soltó un maullido.

-Lo siento, pequeño. No puedo llevarte a mi casa.- Dijo la joven con gran pesar.

El gatito maulló nuevamente, como si le pidiera a la chica que se compareciera de él. La jóven se limitó a observarlo y comenzó un debate consigo misma acerca de lo que debía hacer.

"Dabi no está, pero si se entera de que llevé a un gatito a casa me matará."

"Aunque... No puedo dejarlo aquí, sólo y en el frío."

"No quisiera un problema con Dabi, él detesta a los animales, así que si se da cuenta sólo ocasionaré una pelea innecesaria"

El minino miraba confundido desde el suelo cómo TN se paseteaba enfrente de él murmurando.

-Aunque... Si no se entera, no debería haber problemas.- dijo sonriente. Tomó al gatito entre sus brazos y lo miró a los ojos. -Sólo será ésta noche, ¿De acuerdo?-

El pequeño gato maulló cómo si aceptara las condiciones de la chica.

-Supongo que debería llevarlo a casa por hoy y durante el día  llevarlo a algún albergue, tal como lo hace Shota.- habló para sí misma.

Ambos entraron al cálido apartamento de la chica, quién tomó una caja de zapatos y colocó una manta dentro para acostar al gatito en la cocina. También buscó un poco de leche para él, quién comenzó a beberla plácidamente.

-Debió ser duro estar sólo, ¿Eh?- dijo la chica mientras acariciaba a su compañero temporal. Éste respondió ronroneando.

La tierna escena fue interrumpida por el ruido de la puerta del departamento siendo abierta.

-Preciosa, ¿Estás aquí?- habló Dabi con voz fuerte entrando al lugar.

Mierda!" Pensó TN. Rápidamente corrió a encontrarse con Dabi para evitar que viera al gatito.

-Hola cariño. Apenas llegué.- respondió nerviosa.

-¿Qué tienes?- preguntó él mientras arqueaba una ceja.

-Nada, es sólo que me asustaste.- respondió con una risilla nerviosa.

El ojiazul no dijo nada, sólo se limitó a mirar a la chica con el mismo gesto y empezó a caminar por el departamento, recorriendolo, como si buscara algo.

"Maldición. No puedo decirle que no vaya a la cocina, eso me haría ver más sospechosa." Pensó.

Dabi finalmente entró en la cocina.

-¡¿Qué demonios es ésto, TN?!- gritó furioso.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de la joven al escuchar esas palabras -Dabi... Es sólo un gatito.- dijo en tono suave para tratar de calmar la situación.

-¡Se muy bien que es un maldito gato!, ¡¿Qué mierda hace aquí?!-

-Es que... Estaba en la calle y...- trataba de hablar, pero no podía hacerlo por el miedo de la reacción de Dabi.

MI HÉROE NOCTURNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora