Destrucción

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TN esperó sentada en el sofá hasta que Mina regresó. La pelirrosa consiguió tres pruebas de cada marca que encontró.

—¿No te parece que estás exagerando?—

—Para nada. En estos casos es mejor estar segura.— respondió Mina.

TN la miró y se rió por la actitud de su amiga, quién parecía más emocionada (o nerviosa) que ella. Mina sonrió de vuelta.

—Anda, hay que estar seguras.— dijo extendiendo la bolsa con las pruebas a TN, quién las tomó junto con un frasco para muestras que usaría para llenar las pruebas. Una vez todo listo, empezó a llenar las pruebas, sin embargo estas salieron negativas.

—Falsa alarma.— dijo TN en un suspiro.

—¡Qué bien! No estoy lista para ser tía.— dijo Mina con gran alivio. Incluso Lucas había estado dando vueltas por la habitación, cómo si él también esperara los resultados.

—De todas formas, tal vez vaya más tarde al médico. No quiero seguir vomitando.— dijo TN, mientras llevaba las pruebas hacia el bote de basura de el baño.

Después de un par de horas, Mina se despidió y regresó a su casa, dejando a TN mucho más tranquila, tanto por el incidente de las flores, como por las pruebas.

Al final, TN decidió aplazar la visita al médico hacia la mañana siguiente, ya que el resto de la tarde se sintió mejor. En la noche se dispuso a comer una gelatina para no "molestar" a su estómago con algo que le pudiera caer mal. Aún así, después de algunos minutos de haberla terminado comenzó con las náuseas otra vez, así que sería un hecho la visita al médico.

Cuando estaba a punto de dormir, recibió una llamada. El número era desconocido. Pensó que podía ser Shota desde el hotel dónde se estaban hospedando, así que no dudó mucho en contestar.

¿Hola?

—¿Recibiste mi regalo?— La voz a través de la bocina era imposible de confundir. A TN se le congeló la sangre al escucharla.

—¿Dabi?— Tartamudeó, con la esperanza de que le respondieran que era otra persona.

—Siempre te han gustado las rosas, pero quería que supieras que son de mi parte.— dijo con una risilla, ignorando por completo la pregunta de TN. —Seré claro. Quiero verte. ¿Qué te parece mañana?—

El corazón de TN se aceleró aún más. Se sentía totalmente indignada —¡¿Estás loco?! ¿Te parece que después de todo lo que hiciste voy a querer verte?— preguntó con la voz quebrada y lágrimas en los ojos.

—¿Es un "no"?— preguntó Dabi sarcástico.

—¡Por supuesto que no!— gritó TN y colgó enseguida el teléfono. Se acostó sobre la cama y abrazó sus rodillas mientras lloraba. Lucas subió a la cama al verla llorar y comenzó a maullar y ronronear casi tratando de consolarla. TN lo abrazó y siguió llorando. Después de unos pocos minutos se quedó dormida.

La mañana siguiente, TN se levantó temprano, le dejó comida y agua a Lucas y se fue al médico sin desayunar. Sería un gran problema si llegara a vomitar en el camino. A éstas alturas ya se sentía débil por no estar comiendo bien, sumado a los dolores de cabeza que le daban últimamente y la mala noche que le había hecho pasar la llamada de Dabi.

El médico mandó algunos estudios y ella fue a realizarlos. Los resultados estarían listos en la tarde, así que aprovecharía para renunciar en su trabajo. Había pedido permiso para faltar debido a que estaba enferma, pero la llamada de Dabi la había alertado lo suficiente como para no querer poner a nadie de su alrededor en riesgo.

Más tarde fue a casa de Mina y le contó lo de la llamada.

_¡Maldición TN! ¡¿No vas a hacer nada?!— cuestionó Mina furiosa. —¡Ese tipo es un psicópata y sigues empeñada en defenderlo!—

—¡No lo estoy defendiendo, pero ¿Qué puedo hacer?!— respondió TN bastante frustrada.

—¡Vives con un maldito héroe profesional ¿y dices que no puedes hacer nada?!—

—Shota está de viaje. No le pediría que deje su trabajo para venir a verme.— dijo TN soltando un par de lágrimas.

—Sabes que él perfectamente lo haría. Por lo que he visto, él dejaría todo por ti.— dijo Mina, tratando de consolarla.

—Eso. Yo no quisiera que él dejara todo por mi.— dijo con la voz quebrada y llorando aún más. —Él vivía una vida tranquila hasta que llegué yo a su vida. No quisiera que él se viera afectado de ninguna manera.—

—Tenemos que hacer algo de todas formas.—

TN la miró y se secó las lágrimas. —No.— dijo poniéndose de pie. —Yo debo hacer algo. No quiero involucrarte tampoco.—

—No seas ridícula. Yo estaré bien, puedo defenderme.— dijo poniéndose de pie también y dándole un abrazo.

En ese momento sonó el teléfono de TN.

—Hola.—

—Señorita, ya tengo los resultados de sus estudios. Necesito que venga lo más pronto posible para que responda un par de preguntas.— dijo su médico.

—Claro. En treinta minutos estoy ahí.— respondió y cortó.

Se despidió de Mina y se dirigió con el médico. Al llegar ahí, la recepcionista la dejó pasar al consultorio, tomó asiento y esperó. Minutos después llegó el médico con los resultados.

—Seré claro. Señorita TN, ¿Usted tiene enemigos?— preguntó.

—¿Qué?— preguntó TN asustada por la pregunta.

—En su sangre encontramos restos de un veneno muy poco común. Los rastros indican que lleva tiempo siendo suministrado. A menos que se  haya envenenado usted misma, alguien pudo haberla estado envenenando, por eso mi pregunta.— explicó.

Una persona venía a la mente de TN, pero no sé lo diría al médico.

—No tengo idea, pero tendré cuidado.— mintió.

Se retiró del consultorio para regresar al departamento. Todo el camino se la pasó preguntándose de qué manera Dabi podía haberla estado envenenando.

Finalmente llegó a su departamento. La cabeza le dolía, pero estaba segura de que ahora era por el estrés.

—¡Llegué!— dijo en voz alta entrando, saludando a Lucas. Se dirigió hacia la cocina para tratar de hacerse algo de comer. —Sin Shota moriré de hambre.— murmuró. Buscó algunas cosas en el refrigerador y busco una sartén y una cuchara para inventar algo en la cocina. De repente la cuchara resbaló y cayó al suelo. Al tratar de levantarla, se dió cuenta de que Lucas no había tocado la comida, cosa que le preocupó, ya que si ella comía mucho, Lucas era aún peor.

—¿Lucas?— iba por el departamento buscándolo. —¿Dónde estás?— Lo buscó en el baño, en la sala, en la cocina y por último en la habitación. El único lugar que no había revisado era el closet. Se acercó despacio y abrió la puerta. Vomitó otra vez. Ahora no por su estómago dañado, sino por la horrible escena. El pequeño gatito se encontraba totalmente calcinado y con una expresión horrible en lo que restaba de su cara. A TN le hervía la sangre al mismo tiempo que se sentía moralmente destrozada. Se suponía que habían adoptado a Lucas para que no se encontrara con monstruos como Dabi que pudieran hacerle daño. Qué irónico era todo.

MI HÉROE NOCTURNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora