La cara del horror pt 2

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Dabi tenía razón. El no mentía, pero aún así TN no confiaba en él.

—Acabas de decir que tú enviaste las flores y el tipo que entró al departamento dijo que tú lo enviaste.—

—Si, fui yo. Y perdón. Estaba desesperado por qué no querías volver conmigo. Entiende que te amo más que a nada en éste mundo y por ti haría lo que fuera.— dijo Dabi aparentemente arrepentido.

—Sigo sin creer en ti.— respondió TN sin caer en sus palabras.

—Sólo quiero hablar. Siéntate y habla conmigo. Es todo lo que pido, por eso te cité aquí, para que nadie pudiera interrumpir.— rogó.

Se sentaron en el suelo uno frente al otro, sin embargo TN aún sentía que había caído en una trampa de la que no podría salir tan fácilmente.

—¿Qué relación tienes con ese tipo? Dijo que tenía asuntos con Shota.— preguntó intrigada, ya que no quería que Shota corriera peligro aún si ella lograba resolver su problema con Dabi.

—Shota detuvo algunos negocios suyos en el pasado y él quería venganza. Me prometió que no iba a tocarte, así que le pedí que fuera. Quería que te alejaras de ese idiota y regresaras conmigo.— dijo molesto y dió un pequeño puñetazo en el suelo.

—¿Por qué de repente quisiste hablar conmigo? ¿Por qué no sólo desapareciste?—

Dabi la miró a los ojos y sonrió. —Me estoy muriendo.— soltó.

—¿Qué?— preguntó TN sorprendida por lo que escuchó, sin embargo también pensó que era algún tipo de manipulación.

—Parece que he abusado de mi kosei. Tengo algunos asuntos que resolver, así que me temo que no me queda mucho tiempo con vida.— hizo una pausa y suspiró. —No sé que sea exactamente, pero sentí que te debía una disculpa por todo lo que te hice pasar, después de todo, creo que fuiste la única cosa buena que me pasó en toda mi miserable vida.—

TN se dió cuenta en ese momento de que Dabi decía la verdad. Él pocas veces se dejaba ver tan vulnerable, cuando lo hacía, generalmente era cuando le contaba de los terribles abusos que sufrió en su infancia.

—Dabi... Realmente lamento mucho lo que estás pasando, pero hay cosas que simplemente no se pueden perdonar.— dijo y se puso de pie. —Tú trataste de matarme y...— su voz comenzó a temblar y por sus mejillas comenzaron a rodar lágrimas. —Tu mataste a alguien que era muy especial para mí.—

Dabi rápidamente se puso de pie, tomó a TN por los hombros y la forzó a que lo mirara otra vez a los ojos.

—Yo no hice nada de eso. Créeme.— dijo desesperado.

—¡¿Entonces quién?! ¿El tipo al que enviaste?—

—No. El no pudo haber sido. Ha estado haciendo otras cosas en éstos momentos, así que el no pudo haber hecho nada de eso.— explicó. —Yo sólo soy responsable de haberlo enviado a verte y de enviarte las flores con Mina.—

Esto último le heló la sangre. —¿Qué?—

Dabi trató de explicar nuevamente. —Sólo envié a...—

—¿Mina?— interrumpió TN.

—Si. Ella se ofreció a entregarte las flores. Nosotros hemos seguido en contacto.— explicó Dabi.

La cabeza de TN se llenó de un sinfín de pensamientos. ¿Sería posible? Mina ha sido su mejor amiga durante bastante tiempo, ¿Por qué le ocultaría algo tan importante como eso?

—¿Le pediste a Mina que me diera flores quemadas?— preguntó apenas pudiendo formular una frase.

—Si. Dijo que ella sabía cómo entrar y salir del departamento sin dejar rastro, sólo que las flores no estaban quemadas cuando se las di.—

Estaba totalmente confundida. ¿Por qué Mina la traicionaría? ¿Su mejor amiga había tratado de matarla? ¿Qué posibilidades había de que Dabi dijera la verdad? TN lo conocía. No estaba mintiendo acerca de lo de su muerte. ¿Por qué mentiría en un momento como ese? Su cabeza comenzó a dolerle de manera espantosa y cayó de rodillas al suelo mientras se sujetaba la cabeza. Dabi rápidamente trató de ayudarla, pero ella se negó y se levantó tratando de salir de el lugar. Comenzó a correr hacia la salida mientras el corazón le latía fuerte, su respiración era agitada y su vista comenzó a nublarse levemente.

De pronto se escuchó un crujido y seguido de éste un estruendo espantoso al mismo tiempo que sentía como algo la empujaba para terminar de salir de la bodega. La estructura del techo se había caído y su cabeza daba vueltas, pero atinó a preguntarse ¿dónde estaba Dabi?

Se acercó entre los escombros para buscarlo. No debía estar muy lejos de la entrada, ya que un empujón fue suficiente para lograr que ella saliera.

Había pasado muy poco tiempo, pero bajo todo ese peso, cada segundo era valioso. Sentía preocupación por él y tenía que decirle algo importante.

Enmedio de su propia confusión, alcanzó a ver un pequeño destello azul y se apresuró a quitar algunas piedras hasta que lo encontró. Su cuerpo estaba atrapado de la cintura para abajo por una inmensa roca de concreto que era imposible de levantar para ella. El estaba sangrando por la boca y respiraba muy agitado.

—Por favor, dime qué me crees.— alcanzó a decir con su voz débil y quebrada.

TN comenzó a llorar, pero necesitaba hablar, así que aclaró su voz. —Yo te creo, Dabi. También te perdono.— dijo regalandole una sonrisa enmedio de sus lágrimas.

—Dile a ese estúpido vagabundo que más le vale que cuide bien de ti.— dijo con una sonrisa en el rostro y cerró sus ojos para no volver a abrirlos otra vez.

Guardaba un peso terrible en su conciencia, ya que le había mentido a Dabi en su lecho de muerte. Aún no estaba segura de creerle, pero no iba a dejar que él se fuera sintiéndose culpable.

Llamó a la policía y llegaron varios minutos después, así cómo también una ambulancia y el equipo forense para llevarse el cuerpo de Dabi.

Ella se sentía agotada. Finalmente había podido cerrar ese capítulo tan tormentoso que había sido su ex novio en su vida, aunque fuera de una manera tan espantosa como esa. Fue llevada a un hospital debido a que se encontraba bastante aturdida, aunque no sabía si era por lo que le dijo Dabi, su muerte o simplemente los rastros de veneno cumpliendo su función. Lo único que quería era dormir por un largo tiempo y no pensar en absolutamente nada.

MI HÉROE NOCTURNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora