Capítulo uno: Bombón

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La brisa del mar y el vaivén del oleaje creaban una sensación de tranquilidad en aquel navío pirata, donde la mayoría de tripulantes —que vestían de colores oscuros y que adoraban usar medias de redecilla—, descansaba en la cubierta abrazando una ...

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La brisa del mar y el vaivén del oleaje creaban una sensación de tranquilidad en aquel navío pirata, donde la mayoría de tripulantes —que vestían de colores oscuros y que adoraban usar medias de redecilla—, descansaba en la cubierta abrazando una botella de ron, o bien, una jarra de madera que alguna vez estuvo llena de cerveza.

La noche anterior había sido de fiesta en alta mar, y no era para menos. Sucedió que la recompensa del capitán de dicha banda pirata había aumentado considerablemente.

Pese a la buena noticia, el festejado se hallaba inquieto, caminando de un lado a otro. Miraba al suelo y hacía ademanes de impaciencia a la vez que balbuceaba cosas ininteligibles en medio de su derroche de amargura.

—¿Crees que el jefe esté bien? —le preguntó un hombre de cabellos de color azul a otro que se acomodaba una especie de capucha negra con cuernos en la cabeza.

—¿Qué bien podría estar si su peor pesadilla se está volviendo realidad? —contestó el susodicho, que volteó hacia el de cabellos azules y prosiguió a colocar la mano sobre su hombro para añadir—: ¿Qué harías tú en su lugar, Heat?

—Pero, es que no sé cuál es el problema, Wire —respondió confundido.

—Podría intentar resumir una respuesta —intervino un rubio de cabellos largos que sorbía espagueti a través de los agujeros de su casco de metal—, pero no creo que exista una manera de darte una versión corta de una larga historia.

—¿Puedes hacerlo después de que termines? —le preguntó aquel que respondía al nombre de Wire. Su mirada aburrida difería con su desagrado por lo que presenciaba, una vez más.

—Entonces, ¿podría alguien ponerme al tanto de la situación? —preguntó Heat.

—Bien, te lo pondré así —dijo Wire, sentándose junto a Killer que se hallaba sobre unas cajas de madera junto al mástil—. ¿Qué harías si te dieras cuenta que tu hermanita ya no es una niña a la que puedas controlar, que se volvió pirata, que le dieron una recompensa tan grande como la tuya en su debut, que aparece semidesnuda en la foto del cartel, y que por lo visto va tras los huesos del cirujano de la muerte?

—¡¿Qué?! —exclamaron muchos de los que se suponía que dormían en diferentes sitios de la cubierta. Elevaron la cabeza y comenzaron a levantarse rápidamente—. ¡¿Que el capitán tiene una hermana?! —preguntaron al unísono.

—También es la hermana de Killer —les respondió Wire, volteando hacia el susodicho.

El tal dejó de sorber los espaguetis cuando sintió un escalofrío recorriéndole por la espina dorsal. E inclusive su cabello se tensó como si tuviese vida y consciencia propia. Todo fue producto de la sonrisa macabra que veía acentuándose en el rostro de alguien que había dirigido su atención hacia él.

—¿Se puede saber de qué hablan? —preguntó esa voz grave y masculina.

El silencio se hizo en aquel navío, e inclusive parecía que las olas del mar habían cesado y que no existía una corriente de viento en esa dirección. Lo único que se escuchó, fue una absurda cantidad de saliva que era pasada por las gargantas de los presentes como si el acto hubiese sido planeado.

Aye, captain! ━━ [En curso] 《26》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora