Capítulo dieciocho: Ha vuelto a doler

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—Por favor... di algo —le pidió (Tn) a Kid, quien continuaba mirándola fijamente, con labios entreabiertos y una expresión que ella no podía descifrar.

La única verdad era que Kid sentía que el corazón iba a salírsele de su cavidad. Dolía, y asimismo advertía una incontenible alegría; sin embargo se dijo que eso no podía ser.

«¿Cómo creerlo?» Se preguntó.

Eustass Kid recordó que hacía tres años escuchó a (Tn) confesándole sus afectos a Killer, ¿y ahora le declaraba lo mismo a él? ¿Tan rápido habían cambiado de dirección esos supuestos sentimientos que inclusive la marchitaron debido al rechazo?

Porque no era idiota, al menos no del todo, y claro que se dio cuenta de ello aunque la susodicha hubiese puesto gran empeño en disimularlo.

Y desde luego, Eustass Kid sabía que Killer también estaba al tanto del estado emocional de (Tn). Lo que ignoraba era el motivo que éste tenía para no hacer nada si la amaba. Tampoco quiso intervenir pues se dijo que no le correspondía hacer tal cosa.

Según el punto de vista del joven Eustass, el amor no desaparecía solo porque sí; y lo sabía, porque amaba a (Tn) desde que eran unos niños y tenía la certeza de que eso no cambiaría.

Entonces, ¿por qué era tan indecisa? ¿Acaso el supuesto enamoramiento era como una faceta en su adolescencia? O tal vez... ¿Tanto temía perderlos a ambos?

Se sintió estúpido y a la vez enfadado, aunque supo ocultarlo muy bien. El primer sentimiento surgió porque tenía la impresión de que (Tn) estaba jugando con él y con esos tiernos afectos que residían en su pecho para con ella, cosa que siempre se esforzaba por no demostrar todo por amor a su amigo; aunque era consciente de que en ocasiones fallaba estrepitosamente. Lo segundo fue porque odiaba el inevitable hecho de especular que dicha confesión de amor se atribuyera al miedo que ésta experimentaba al pensar en la posibilidad de quedarse sin uno de los dos.

Rápidamente se convenció de que todo se trataba de una tontería: su especulación y el enamoramiento de (Tn). Se dijo que era una fase que ésta ya superaría, así como sucedió con ese amor que supuestamente antes sentía por Killer.

Le dolía darse cuenta de que para (Tn) todo era pasajero; que tres años le bastaban para dejar de lado lo que él no había podido ni con todo su esfuerzo arrancarse del corazón desde que era un niño.

Tensó la mandíbula mientras obligaba a su saliva a atravesar por el horrible nudo que tenía en la garganta. Cuánto deseaba que (Tn) de verdad lo quisiera aunque fuese la mitad de lo que él a ella.

Después se dijo que de todas maneras no podía ser, porque Killer la amaba y no sería él quien se interpusiera en lo que fuese que hubiese entre ellos dos.

Determinó que apreciaba más una amistad que ya existía desde mucho antes de conocer a (Tn), y que era algo que no pondría en peligro por algo que ella de igual modo dejaría de lado en el momento menos esperado.

Con esto en cuenta, Eustass Kid no tardó en plantearse que odiaba verla sufrir, pero que por desgracia no tenía opción.

Se repitió —como si ahora dudase de lo que ya se había convencido—: que todo era una faceta, que no podía ni debía ni quería arriesgar su corazón y mucho menos la amistad que mantenía con Killer y (Tn), por algo que a lo mejor pronto se terminaría.

Conocía muchas personas que habían tenido un mal cierre en sus relaciones y a varios que ni siquiera tuvieron uno. No se le daba la gana estar contado entre esos casos patéticos.

Buscó consuelo en la idea de que (Tn) era una chica de diecisiete años, alguien que todavía no sabía lo que quería y que eso estaba bien, que solamente necesitaba tiempo para madurar y alguna vez asimilar lo que constituía el amor de verdad; cosa que él se juraba comprender aunque no fuese a totalidad. Al menos lo tenía más claro que la susodicha.

Aye, captain! ━━ [En curso] 《26》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora