Se llegó el tiempo en que Kid y Killer debían partir para cumplir con ese deber que se habían impuesto; cosa que se resumía a llevar el sustento a la mesa y cuidar de (Tn) y sus viejos padres.
La mencionada —siendo en ese entonces una pequeña de casi once años—, se entregó a esa sensación que dolía en su pecho y que le decía, que no volvería a verles.
Abrazó con fuerza el robot de metal que Kid le había obsequiado el día que se conocieron, ese, con el que dormía cada noche y que nunca olvidaba en ningún sitio, y comenzó a llorar pidiéndoles que por favor no se marcharan.
Kid, ceñudo y enfurruñado, volvió sobre sus pasos dando zancadas precipitadas.
—Aho...! —le gritó en el oído mientras le daba un tirón de cabello—. ¡Como si fueras a librarte de mí! —se cruzó de brazos y cerró los ojos escuchándola sollozar. Sabía muy bien que la cara se le había tornado roja, pero aún así tuvo el valor para decir lo que pasaba por su cabeza—. Siempre estaremos juntos, tonta.
—¿Lo prometes? —preguntó (Tn), mirándoles de uno a uno con ojos inundados de lágrimas que no tardaron en rodar por sus mejillas—. ¿Lo prometes, Kid?
—Te doy mi palabra de hombre —respondió sonriendo con el ceño fruncido en tanto se daba un golpe seco en el pecho.
(Tn) arrugó el gesto antes de romper en llanto.
A Kid le temblaba la ceja de pelos transparentes y asimismo, la comisura de la boca. Su gesto delataba su desconcierto. Se preguntaba porqué sus palabras surtieron un efecto contrario al que deseaba. ¿Qué motivos tenía ella para comenzar a llorar?
—No llores (Tn). Esto es solo por unos días —declaró Killer, sonriendo con mucho afecto y consideración mientras le acariciaba la cabeza a la susodicha, que se cubría la cara con ambas manos sin lograr apaciguar su llanto—. Ya no llores por favor —le pidió con voz gentil y paciente.
—¡Es que tú no lo has prometido! —le gritó ella, antes de ahogarse en su lamento.
Killer se sorprendió. Su nueva sonrisa no pudo ocultar lo conmovido que se sentía.
—Lo prometo —murmuró con gentileza—. Prometo que siempre estaremos juntos, (Tn).
La niña se talló los ojos y les miró hacia arriba, de uno a uno.
—¿Los tres? —los vio asentir en tanto le sonreían confiadamente—. ¡Es una promesa entonces!
Los ancianos observaban a los niños desde la puerta de la casa. Les conmovía el notar que su hija había hecho amigos por primera vez, y encontraron complacencia en el hecho de que ellos eran unos buenos chicos que se interesaban por ella. Estaban sin duda muy agradecidos.
Desde ese día, Kid y Killer iban y venían de un lado a otro, pero siempre regresaban a ese sitio donde se sentían bien recibidos y en casa.
Compensaban a (Tn) por el tiempo perdido y jugaban a lo que fuese que a ella se le ocurriese, aunque esto implicara que les hiciera peinados como si de otras chicas se tratase.
Kid siempre acababa con dos coletas puntiagudas, y Killer —ya que su cabello rubio era exageradamente largo—, resultaba luciendo dos trenzas con florecitas, o quizá peinados «extravagantes» con muchos moñitos de colores.
El juego preferido de (Tn) era jugar a la casita, de modo que Killer se esmeró por construir una en un árbol. Kid fue de gran ayuda.
La tarde en que estrenaron su nuevo escondite, (Tn) dijo que cuando fuese grande, ella quería casarse y tener una casa muy bonita. Añadió con una gran sonrisa infantil, que tendría doce hijos.
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Aye, captain! ━━ [En curso] 《26》
FanfikceEustass Kid x Lectora x Killer No hay resumen, mejor pásense a leer esta loca historia llena de comedia, romance, drama y otras cosillas. No recomendada para menores de 18.