Capítulo nueve: Intento fallido

501 82 47
                                    

Un mes después de que Kid y Killer capturaran a (Tn); allá, en las bellas y extensas pero desoladas playas de Isla Encantada, una gran fiesta se celebraba con el consentimiento del mencionado segundo al mando.

La intención del antedicho era que no hubiese nadie en la cubierta o en los pasillos del Victoria Punk, puesto que Kid y él conversarían largo y tendido con Bombón. Y, sabiendo que ésta se pondría como loca, le dio a dicha banda la libertad de hacer lo que mejor les pareciera con su tiempo libre.

Killer tomó en consideración que el jolgorio producido por los chicos disminuiría las probabilidades de que alguien escuchase lo que no se suponía. Y tal cual esto jugó a su favor, dado que la rabieta de la histérica mujer se quedó encerrada entre las cuatro paredes de la habitación de Kid.

Bombón no paraba de gritar mientras arañaba a Killer intentando apartarse del abrazo que éste le daba en conjunto con Kid.

—Killer... por favor —murmuró Kid mirándolo con ojos enrojecidos y llenos de líquido acumulándose—, haz algo —le pidió casi a manera de súplica.

Kid tomó en cuenta que era Killer quien siempre sabía qué decir. Fue muy consciente de que él estaba hecho de idiotez en su estado más puro, que era un tosco de primera y que la habilidad con las palabras no se contaba entre sus fortalezas.

Killer negó con la cabeza posteriormente a forzar su saliva a través del nudo que era su garganta. ¿Qué podía decirle de todas maneras a (Tn)?

Ambos habían acordado orillarla a tener una debida conversación acerca de todo lo descubierto, y, considerando que ella era una testaruda decidieron mostrarse serios. Aunque nada de eso les funcionó.

Por otro lado, la aparente y reforzada firmeza en sus semblantes no era nada más que un intento desesperado por encubrir lo que verdaderamente sentían con respecto a Bombón y cada cosa relacionada.

Después de toda la información que recabaron acerca de la susodicha, no existían palabras que pudieran suavizar lo que ella estuviese sufriendo. Killer ni siquiera se atrevía a imaginar el peso que constituía su agobio y las secuelas de lo que ésta vivió tras su partida del South Blue junto a Kid.

—¡Suéltenme! ¡Suéltenme! ¡Suéltenme! —les exigía (Tn), sin renunciar al forcejeo acompañado de múltiples arañazos que les dejaba en los brazos.

Si hubo dudas sobre el porqué de ese odio de (Tn), cosa de la que Ikkaku hizo mención allá en Isla Carnaval, el día que ésta mantenía bajo su control a Penguin, Smoker, Bepo, Shachi, Heat, Law, Wire, Kid y Killer..., lo que estos dos últimos descubrieron fue respuesta suficiente. O al menos comenzaron a tener una noción de ello.

Sucedió que el día que (Tn) sufrió de convulsiones, el médico que la atendió le notificó a Kid y Killer acerca de algo que los sacudió hasta la médula. La noticia les afectó sobremanera, sin duda alguna, pero muya pesar de su desconcierto, culpa, frustración, impotencia, rabia y pena, decidieron ver por sí mismos.

Nunca habrían contemplado la posibilidad de lo que descubrieron en el cuerpo de la mujer que iba casi desnuda debajo de un abrigo de plumas.

No solo se encontraron con una imperdible señal de esclavitud trazada en un tatuaje rojo —con el cual los nobles mundiales marcaban a los desdichados que caían en sus garras—, también observaron cicatrices de látigo a lo largo y ancho del torso; asimismo se toparon con marcas de múltiples quemaduras de cigarro en las axilas y de igual modo en la zona de la ingle. Y por si fuera poco, notaron las cortaduras en los hombros, piernas, pantorrillas y entre los dedos de los pies cuyas plantas ostentaban incontables huellas, como si la hubiesen hecho caminar sobre clavos. Cosa en la que acertaron a la primera especulación.

Aye, captain! ━━ [En curso] 《26》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora