Aye, captain! ━━ [En curso] 《26》

Capítulo veintiuno: Resentimiento

Holiwi ^^ Nos encontramos una vez más en el domingo de Kid. Aunque esto es compartido con el hermoso Kil-Love. <3

Y, he dejado un pequeño maratón de tres capítulos que escribí el día de hoy, de modo que está pendiente la búsqueda y corrección de errores, y asimismo la adición de detalles que a lo mejor se me pasaron por alto.

De todas maneras, espero que disfruten de la lectura, y... prepárense psicológicamente para lo que leerán a continuación. :p

«Algo anda mal...»

Con esas tres palabras en mente y sin el tiempo para reaccionar, (Tn) supo que un simple descuido le había costado la oportunidad de cumplir su objetivo.

En menos de un parpadeo, ya tenía de vuelta las esposas de Kairoseki en las muñecas y también los grilletes en los tobillos. Entonces se dio por entendida de que «ese hombre» acababa de traicionarla.

Un segundo; fue lo que se necesitó para que todo se viniera abajo.

—La función se ha terminado, (Tn)-ya.

—¡¿Qué has hecho?! —gritó, cuando fue teletransportada de espaldas a Law que la sujetó con fuerza por debajo de los brazos—. ¡Pero ¿qué mierda has hecho?!

Kid y Killer, confundidos, miraron las empuñaduras de las dagas cayendo al suelo de madera cerca de sus rodillas. Ninguna de ellas tenía hoja. Era como si éstas hubiesen desaparecido sin más, y vaya que ambos estaban seguros de que habían visto incluso el brillo del filo de cada una, antes de que (Tn) intentase clavárselas en el pecho.

¿De verdad iba a matarlos? Se enfrentaban a una extraña contrariedad. Por una parte, les dolía; y por otra, la entendían. Pero eso no le restaba intensidad a ese punzar en sus corazones.

¿Tanto los odiaba? ¿Qué más habría sucedido para que ella los despreciara hasta el punto de desear matarlos con tanto empeño? No sabían; sin embargo estaban a punto de averiguarlo.

—¿Evitar que cometieras una locura? —respondió Law.

Rápidamente se acomodó a (Tn) debajo del brazo en el costado izquierdo.

No importaba lo mucho que (Tn) patalease o que lanzara una manotada tras otra. Estaba tan fuera de sí gritando y llorando por la rabia y la frustración, que no conseguía coordinarse.

Había bajado la guardia y no se dio cuenta de que la cúpula azul que conocía muy bien, y que abarcó un exagerado radio rodeando el Victoria Punk, todavía seguía activa.

Sucedió que Trafalgar Law aprovechó muy bien el ruido de la fiesta y la distracción producida por el altercado en el que Wire debió interponerse entre Kid y Killer, que discutían en la cubierta siendo reñidos por Heat, para infiltrarse en el Victoria Punk con toda tranquilidad.

Caminó por el amplio pasillo siendo guiado del trozo de papel que se movía sobre la palma de su mano. Sonreía pensando en lo útil que fue el haber hecho una vivre card.