◢ Confianza ◤

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Al despertar lo primero que vio fue como el pelirrojo se estaba acercando peligrosamente a su rostro mientras que con las manos trataba de subir el polo que traía puesto. No comprendía nada hasta que sintió asco al oler las intensas feromonas de apareamiento que el alfa estaba soltando.

--¡Kirishima, ¿Qué mierda..?!

Cómo pudo trató de salirse de esa situación, pero cada vez que se movía solo lograba que el agarre del otro se intensificará.

--¡Kirishima, reacciona!

Era inútil, no lo escuchaba, estaba perdido en el cuello del cenizo inhalando su aroma y lamiendo su glándula de olor, pero cuando lo quiso desvestir solo recibió un rasguño de parte del Omega que le sacó sangre.

--¿Por qué? Acaso no quieres tener a mis cachorros en tu vientre. -dijo antes de recibir una patada en sus partes bajas.

--No, no quiero que me preñes, ¡No quiero tener tus jodidos cachorros! -salió del cuarto o mejor dicho de la cueva antes de que fuera nuevamente derribado por el alfa.

Corrió en su piel animal hasta alejarse lo más que pudo de su hogar, esperaba que el pelirrojo se calme y reflexione sobre lo que casi le hace, pues sabe que luego lo tendrá rogando perdón con lágrimas falsas en los ojos, al menos todo ese tiempo sirvió para confirmar que los Alfas son unos manipuladores de porquería.

Trepó a la rama de un árbol para descansar mientras recordaba como una vez cuando era un cachorro escuchó a los adultos hablar sobre algo llamado "Sentido Omega" y que podía traer bien a la manada, ya que el Omega podía identificar quien sería su futura pareja, pero también traía consecuencias negativas, pues no puede quedar preñado de ningún otro alfa que no sea el suyo, además de ser muy agresivos con los de su especie. Son casi imposibles de que uno de esos nazca, pero Katsuki estaba casi seguro de ser uno de ellos o ya de por ley su destino era ser un lobo solitario y cascarrabias.

Suspiró cansado- Mi3rda, aún tengo sueño y ese idiota apestaba a otro Omega. No me importa que me engañe, yo feliz de la vida si ese pelo pincho se va a formar su familia a otro lado. Siempre estuve solo justamente porque los Alfas son peligrosos y se creen que tienen el poder sobre nosotros. -dijo para sí mismo.

El cenizo se estaba acurrucando en la copa del árbol cuando escuchó unos ruidos que provenían de una parejita que se empezó a reír y soltar corazones justo en el árbol que Katsuki iba a utilizar de cama.

--Me están jodiendo -dijo para saltar sin hacer ruido e irse a otra parte.

Vagar solo se estaba tornando aburrido y la soledad solo lograba entristecerlo.

Aún era de día, pero decidió tomar una siesta para recuperar las horas de sueño que no pudo completar por salir corriendo de su cueva que estaba inundada de feromonas que le estaban exigiendo entregarse en cuerpo y alma al pelirrojo. Obviamente, eso no pasará, en cambio, quería estar con ese pecoso, aunque le moleste y le cause cosas extrañas, su compañía lo hacía sentir libre y sin preocupaciones.

El cenizo se durmió y como si de magia se tratará la noche llegó en un instante y con él un pecoso que ni bien iba apareciendo se dirigió a donde se encontraba el joven híbrido para acariciarle de forma tierna su suave cabellera.

--Katsuki, despierta, pegarás un resfriado si te quedas aquí. -habló mientras daba leves palmaditas al cenizo que empezaba a despertar.

--¿Qué? -dijo mientras miraba los ojos esmeralda del moreno- Oh... Hola -se sentó a un costado para luego frotarse los ojos.

--¿Qué estabas haciendo? Antes olías muy bien -esas palabras pusieron en alerta al cenizo quien se puso de pie para alejarse unos cuantos pasos.

--¡Me haces algo y juró te mató!! -por alguna razón esas palabras le costaron decirlas.

--Calma, no te dañaré si eso piensas -dijo mientras miraba las orbes rojas- Simplemente capté un aroma dulce en el aire que me guío hacia ti.

--Tú... ¿Eres un Alfa? -estaba tan perdido en esas esmeraldas que su miedo disminuyó y la calma pudo llegar a su cuerpo.

Mientras tanto el moreno no sabía que responder, ya que no sabía de qué le estaba hablando, jamás en su larga vida escuchó sobre eso.

--¿Alfa?... Eh... Yo creo que... ¿No? -pensaba que era algo así como un jefe o una especie nueva- ¿Me puedes explicar lo qué es?

El cenizo al ver que no tenía idea de lo que hablaba se relajó, pues quedaba claro que no era uno, así que comenzó a explicar la pequeña jerarquía de su especie y le gustó la reacción que tuvo, pues al igual que él coincidía en que hacían menos a los Omegas al considerarlos débiles y que su única función era embarazarse y criar para seguir aumentando el número de la manada.

--Así que eso fue, estabas votando... ¿Feronomas?

--Jajaja, feromonas idiota -dijo entre una pequeña risilla que soltó al ver lo adorable que era el moreno y este solo sonrió al ver lo lindo que era el cenizo cuando reía.

Katsuki no estaba del todo seguro del porqué está votando feromonas mientras duerme, pero agradece que aparte de Kirishima el único que lo notó fuera alguien que no lo acorralaría para intentar preñarlo.

No sabía por qué, pero le tenía una extraña confianza a ese chico de piel morena que lo hacía sentir tan malditamente seguro al estar a su lado, tan... completo.

Amor nocturno (DekuBaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora