✙ El peligro se avecina ✙

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No entendía, por qué sus cachorros se ponían así, incluso Deku.

Él solo quiere ayudar a la pequeña cachorra para que pueda salir de las garras de ese desgraciado que le tocó por padre, pero ahora su familia la quería ahuyentar.

En serio no podía creerlo.

--Solo quiero ayudarla -le decía al pecoso quien apretó más su agarré- Deku suéltame. ¡Niños, ya déjenla en paz! -nadie, ninguno de sus obedientes cachorros le hacía caso- ¿Por qué hacen esto?

--Por qué no confiamos en ella y por qué al saber quién eras quiso atacarte. Además, un lobo pequeño no es capaz de cruzar la hierba alta sin perderse en ella. Definitivamente, algo está mal aquí. Algo no cuadra.

No lo había pensado bien, pero Deku tenía su punto.

Los cachorros se pierden con facilidad, no pueden orientarse bien si entran al prado por qué lo único que hay es el olor del pasto.

--¿Ahora entiendes por qué? -dijo con un tono molesto que le hizo bajar las orejas y la cola, era un regaño para él.

Se sentía un idiota, era obvio que toda la ruta fue planeada y puede haber alguien en la hierba alta camuflando su olor.

Los pequeños tenían rodeada a la intrusa y Haruka no tenía intensiones de dejarla ir y aunque luego puede que reciba gritos de su madre por usar sus dones a vista de todos, no le importaba. Igual era hijo de un dios y tenía la bendición de otro.

No le pasará nada.

--¿Con quién has venido niñita? -preguntó Maiki- No me he creído tu estúpido cuento. No olía miedo en ti hasta que aparecimos.

Zukui junto a Ryu comenzaron a gruñir en cuanto la pequeña intento mutar a sus cuatro patas, pero sus padres llegaron antes de que eso pasara.

--A ver mocosa, no te recomendaría huir de aquí, mis cachorros pueden alcanzarte en cuestión de minutos y no creo que quieras terminar lastimada ¿O sí? -dijo mientras Haruka levantaba a la niña, quien se asustó al ver sus ojos brillando y la hierba creciendo, pero parecía que la madre de la cachorra no aguanto más al verla llorar y salió de su escondite para ir en su defensa.

--¡Aparta a ese monstruo de mi hija! -gritó el rubio del rayo haciendo que Katsuki se moleste por como llamó a uno de sus pequeños.

--¡Vuelve a decirle así y te juro que te parto la maldita cara! -gruño queriendo tirarse encima del otro, pero sus hijos estaban presentes y ya mucho han tenido con escucharlo decir groserías- ¡Salgan de mi jodido territorio!

El Omega del rayo no dejaba de gruñir mientras veía a todos los pequeños.

--Veo que te apareaste fuera de la manada con un maldito monstruo para traer a la vida todas estas abominaciones, o, alguien se aprovechó de ti.

Al pecoso ya no le estaba gustando lo que escuchaba, por lo que fue junto a su lobo asustando al contrario, quien tomó a su cachorra para esconderla detrás suyo.

A ojos de Denki era un monstruo, pues no tenía ninguna característica animal. Pero el detonante fue ver a una enorme bestia incluso más grande que ellos.

--¡Haruka! -gritó el cenizo cuando su cachorro se acercó de manera amenazante y tenía miedo, pues hay veces en los que llega a descontrolarse cuando está en esa forma. Su pequeño apenas estaba descubriendo todo lo que podía hacer- Mi pequeño... -susurro mientras Deku tomaba su mano para poner la otra sobre el pelaje de su cachorro.

Haru bufó fuerte llamando a los demás quienes mutaron a sus pieles animales cuando Maiki les dio una señal redondeando a los intrusos, pero, Ryu fue derribado por una herida en su pata que le hizo un Alfa pelirrojo al momento de ir con su familia.

--Cuanto tiempo sin verte, Katsuki. Estás más bello que antes.

Amor nocturno (DekuBaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora