❦Nuevo nombre❦

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Llevaban ya un rato paseando y conversando por el prado, visitaron varios lugares que el cenizo no conocía, pero de todos ellos el estanque con peces grandes de colores fue su favorito y claro está que no se comería a esos animales acuáticos. Sus ojos brillaban por estar conociendo cosas y animales e insectos nuevos.

--Te digo algo. Te vez muy lindo con una sonrisa en tu rostro, lúcela más. E-en pocas palabras, eres un chico muy hermoso y lo siento si mis palabras te hacen sentir incómodo, p-pero digo la verdad, lo juró -el pecoso se puso nervioso y sus mejillas se colorearon de un tono carmín al ver al otro igual o peor que él, ya que eso lo tomó por sorpresa y no sabía cómo responder.

--Ehm... ¿Gracias? T-Tú también eres... -no terminó la frase, ya que se dio una bofetada mental por su estúpida actitud- Como sea. Oh, son esos bichos brillantes otra vez.

--Luciérnagas -habló mientras veía cómo estás alumbraban el camino- Vamos a seguirlas, te parece.

Sin pensarlo mucho Katsuki le dio la mano al pecoso para dejar que esté lo guíe por el camino y se sintió un poco raro ya que podía sentir como, inconscientemente, meneaba la cola al hacer algún contacto con... ¿Noche?

--Oye -intento captar su atención- Noche... -se sintió raro llamarlo así, pero consiguió que el otro lo mirará.

--Pasa algo Katsuki -habló sin soltar su mano.

--Sí, el hecho de llamarte Noche.

El pecoso lo pensó por un momento y luego habló.

--No tengo un nombre como tú, pero me encantaría recibir uno. Sería un grato honor que tú fueras quien me lo pusiera -volteó quedando ambos frente a frente para tomar sus manos y mirarlo a los ojos esperando una respuesta.

--Idio-...ta, para de hacer eso -dijo refiriéndose al hecho de que cada vez que lo mira a los ojos lo hace sentir vulnerable y a la vez tan bien que no lo quiere soltar. Ya van varias noches en las que siempre se encuentran y eso solo alimentaba un sentimiento que no sabía cómo expresar o tan siquiera nombrarlo.

Esos ojos verdes eran la cosa más bonita para el joven híbrido y sus mejillas pecosas solo lo hacían lucir más tierno, siempre se vuelve mansito cuando lo toca de cualquier manera y su cara se tiñe de un hermoso color carmín mientras sus orejitas se agachan y su cola se mueve involuntariamente revelando lo feliz que se siente como ahora.

--Jaja, me encanta hacerte sonrojar -su sonrisa, oh, esa sonrisa que lo derretía y hacia que su corazón se aceleré como un loco.

--Eres un tonto. Eso es, Deku, así te llamaré -sus ojos mostraban un extraño brillo que enterneció al pecoso.

--Es lindo, pero eres malo -dijo haciendo un puchero- Cada vez que me llames me estarás diciendo "Tonto".

Algo dentro del pecho de Katsuki dolió por verlo triste así que mirando a otro lado continuó hablando.

--Pues, a mí me gusta cómo suena y-y solo yo puedo llamarte así. Además... Deku también significa, puedes hacerlo -estaba seguro que su cara está roja a más no poder y más cuando sintió como el pecoso lo alzaba y lo miraba con los ojos brillosos para luego abrazarlo posando su cabeza en su abdomen.

--Gracias -dijo cuando ya había bajado a Katsuki- Me encanta mi nuevo nombre.

No supo cómo reaccionar cuando tuvo al cenizo abrazándolo del cuello, era un abrazo gentil que el peliverde siguió ya que era la primera vez que podía ver al híbrido mostrando como realmente se sentía.

Ambos sintieron el corazón del otro latir con fuerza y el lobo interno de Katsuki aullaba de alegría, pues solo él sabía que el “Puedes hacerlo” del nombre que le dio al peliverde también era por que su corazón estaba preso en sus manos.

Al separarse los ojos del cenizo pedían otra cosa, pero, reaccionó a tiempo antes de que sus labios puedan tocarse.

--S-Solo fue un impulso -tímido y con sus mejillas rojas habló- No te acostumbres.

Las feromonas que el pecoso pudo captar eran suaves y tenían un aroma muy relajante, a lavanda, que a partir de ese momento se convertiría en su favorito.

Amor nocturno (DekuBaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora