El amanecer iba llegando y el dios de la noche, Deku, como su pareja lo nombró, seguía acurrucado escuchando el melodioso ronroneo de su lobito.
Tal vez Yagi lo regañe por no volver a la hora indicada, pero lo que paso ayer no tenía precio. Quién diría que disfruto tanto el bello cuerpo de Katsuki que con tan solo volver a ver esa piel blanca entre sus brazos estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de proteger a su adorada pareja. Lo amaba más que a nada, de eso estaba seguro. Katsuki se ha convertido en la luz dentro de todo el manto negro que todas las noches sale a poner. Él era su estrella y esperaba que así sea para siempre.
--¿Deku? -la colita rubia se comenzó a mover cuando sus ojos captaron al chico que lo hacía feliz y con quien tuvo la dicha de pasar su celo- Me alegra verte aún -miro a la entrada de la cueva solo para toparse con que algunos pequeños rayos de luz ya se hacían presentes- Ya te vas.
Un pequeño lloriqueo por parte del lobo se coló entre sus palabras, ambos no querían que el pecoso se fuera.
--Técnicamente, debí de partir más temprano, pero no quería dejarte solo mientras aún dormías. No me perdonaría si algo malo te llegará a pasar.
Esas palabras lograron sonrojar al joven rubio, quien escondió su cara entre el pecho de su Deku mientras su cola golpeaba el piso repetidas veces.
--Eres muy cursi -trató de que su voz no se escuche emocionada, pero escuchar la agradable risa del moreno... No pudo evitar acercarse a sus labios y juntarlos en un cálido beso que fue correspondido al instante.
Sentir las manos del peli verde abrazando su cintura era algo magnífico, o eso hasta que calló en cuenta de su desnudez.
--Mierda, ¿Y mi ropa? -la busco por todos lados, pero un manto fue lo que lo cubrió.
--Te dejo esto, te ayudará a esconder tu olor y tu presencia si vas a salir por las noches de la cueva. Tu ropa está por allá, ahora sí me disculpas, ya me tengo que ir, mi amor.
Katsuki se aseguró de cubrir su cuerpo con el manto que Deku le dio percatándose de algunos leves puntitos que ahora lo adornaban, era extraño, pero escuchar cómo lo llamó hizo que por reflejo se le tiré encima para llenarlo de besos. Su lobo sí que se emocionó y no podía hacer nada porque él también lo estaba.
--Vuelve pronto, te amo Deku -dijo mientras se alejaba un poco para ver esos ojos esmeralda.
--Lo haré -con eso dicho el pecoso partió dejando a Katsuki solo, pero feliz.
El día paso volando al igual que la semana mientras Katsuki disfrutaba de la pradera cazando y jugando con los animales de la zona.
Ha hecho muchos “amigos” para chismear, ya que quería estar al tanto de lo que pasaba por ahí, pero no contó con que un pequeño ser estuviera formándose en su vientre haciendo que su olor cambiará a uno de leche y flores que fue notado por muchos.
Al anochecer como todos los días, el peliverde bajaba e iba de frente hasta donde estaba el rubio, quien lo recibió con un abrazo y un inusual beso de bienvenida.
--¿Y esto? -dijo en cuanto fue conducido al interior de la cueva- ¿Paso algo?
--Si -liberó más su olor para que él otro también lo noté- Si tendremos cachorros, Deku- hablo con emoción mientras su cola se agitaba frenéticamente.
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Amor nocturno (DekuBaku)
Fanfiction--Anoche vi algo -contaba el joven lobo. --¿Algo como qué? -pregunto curioso su pareja. --No lo sé, pero no era uno de nosotros -continuo confundido el de cabello ceniza. --Seguro estabas dormido y no había nadie amor. -lo arrullo en sus brazos. Es...