✥ El celo a llegado ✥

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A muchos kilómetros de su hogar se encontraba un joven cenizo jadeando y sudando mientras trataba de encontrar alguna cueva en donde refugiarse.

Su cuerpo se sentía caliente y eso solo significaba una cosa; su celo ha comenzado antes de la temporada de apareamiento.

--Mierda... Maldito calor... -Dijo entre jadeos. El sol comenzaba a ocultarse, la noche llegaría pronto; ha estado vagando desde que huyó de la casa de sus padres, ya que lo más probable es que ellos llamen a Kirishima aun sabiendo lo que casi le hace.

Alcanzó a ver a lo lejos una pequeña cueva, no había rastros de algún otro cambiante, así que lo más seguro era que la habían abandonado hace mucho.

Con todas las fuerzas que aún le quedaban trato de llegar, pero sus pies se estaban poniendo débiles debido a su lamentable estado.

Odia ser un maldito omega, odiaba que sea Kirishima quien lo marco como su pertenencia, odia sentirse inútil, odiaba haber nacido solo para criar más cachorros y ser el juguete sexual de un jodido Alfa.

--¿Katsuki? -mierda, lo que le faltaba, ¿A qué hora anocheció tanto?

--D-Deku -Dijo tratando de no caer al piso y cubriendo con su campera la marca de su cuello.

--¿Katsuki que haces aquí? ¿Y cómo llegaste? Este lugar está demasiado lejos de tu manada.

--Lejos... -Repitió algo aturdido.

--Con cuidado, es mejor que te sientes, no quiero que te caigas y te lastimes -en cuanto sintió el brazo del pecoso tocar su hombro, su calor se intensificó y su juicio comenzaba a nublarse.

--Deku- ayúdame... -esas palabras le extrañaron al pecoso, ya que Katsuki no era de pedir favores, lo conocía bien como para decir que algo le pasa.

--Claro, pero dime qué tienes.

--No sé, me siento... raro. Creo... C-Creo que voy a entrar en celo -dijo mientras trataba de contenerse un poco más.

--¿Qué? -Deku sabía de lo que hablaba el mismo híbrido, fue quien le contó- Rápido, tu olor puede llamar la atención de depredadores nocturnos.

Katsuki se veía muy mal, en cualquier momento el celo puede tomar control de su cuerpo, por lo que lo tomó en brazos y lo condujo a dentro de la cueva a la que se dirigía.

--Deku, ayúdame -Dijo suplicante- Esto me está quemando por dentro, es una tortura... Ah... Hace- Hace calor, ah~ Tengo mucho calor, Deku! -al estar ya más seguro lo dejo en el suelo, ya que se removía mucho entre sus brazos.

El pecoso vio como el Omega comenzaba a ceder a sus instintos y él no era de ayuda, puesto que, aunque le duela admitirlo, el cenizo necesitaba a un alfa, a su alfa.

--Alfa... Ah ha~ alfa... Mmmgh~

El calor aumentó en el cuerpo del joven lobo, quien comenzaba a arañar el suelo por su gran necesidad de apareamiento, y aunque Deku podía oler ese dulce olor que desprendía, no le afectaba, pues no es un alfa, no pertenecía a esa jerarquía.

--Alfaaaa~ -sus ojos ya votaban lágrimas mientras intentaba quitarse el pantalón- Por favor~

--Katsuki no soy un alfa ¿Recuerdas? Solo soy Deku.

Verlo en ese estado le estaba doliendo, no podía simplemente dejarlo ahí y que venga otra criatura y se aproveche de su momentánea debilidad para después matarlo, amaba a ese híbrido como para hacerle eso.

--No me importa, ayúdame.

--¿Cómo te puedo ayudar? -sí, se quedaría a cuidar a su pequeño lobito.

--Préñame.

--Sabes que eso no es posible -Dijo con cierta tristeza.

--D-De-Ku... Ya no- puedo
¡Maldita sea te necesito! ¡Necesito que te corras dentro de mí!

Luego de eso, Katsuki consiguió bajarse el pantalón dejando a la vista su hoyito lleno de lubricante natural que descendía por sus muslos hasta tocar el suelo.

--Ayúdame... -su cola estaba levantada y sus orejas estaban echadas a los costados mientras suplicaba con sus ojos rojos bañados en lágrimas- No necesitamos un Alfa, nosotros queremos a Deku. Nosotros escogemos a Deku a pesar de que Alfa nos reclamó.

El pecoso estaba anonadado, como que un alfa lo reclamó, ¿Cuándo?

--Katsuki

--Deku...

--Quítate la campera -esas palabras hicieron que el cenizo regresará en sí.

--No puedo -metió su cola entre sus piernas para cubrirse- Mi lobo te lo dijo...

--No sé quién me habló, pero quiero ver esa marca.

Katsuki no quería ser rechazado por la persona que ama, pero tenía que enseñarle.

--Entenderé si ya no me quieres ver, después de todo... soy un inútil.

--No, claro que no lo eres y no te dejaré solo así que déjame ver.

--Lo prometes... Prometes que no me dejaras -el pecoso asintió viendo como el otro suspiraba y bajaba un poco su capucha para dejar al descubierto su blanquecino cuello.

--No tienes nada -Dijo mientras pasaba su mano por donde supuestamente tiene que estar la marca.

--¿Qué? ¡Pero si mis padres lo vieron y lo pude sentir! Estaba aquí -palpo nuevamente su cuello y tal y como le dijo el pecoso, su piel estaba sana, no había ningún rastro de marcas de colmillos- ¿Pero, cómo?

Por un lado, estaba confundido y por el otro estaba alegre, podía estar con Deku ya nada se lo impediría.

--Creo saber quién fue el que hizo todo esto.

--Ya me vale una mierda, Deku, te necesito. Aquí, dentro mío -su culito se elevó mientras sus dedos separaban su entrada impaciente por recibirlo- Dame cachorros, no me molestaría llevarlos en mi vientre mientras sean tuyos.

--Yo no te puedo dar lo que deseas...

Amor nocturno (DekuBaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora