Capítulo doce

3 1 0
                                    

—Sé que no es una opción segura.

—Lara...

—Y que podrían perder sus puestos.

—Jamás dijimos que...

—Y que seguramente mi madre me matara, pero necesito saber todos los secretos acerca de mi persona.

—¡Lara!

—¡¿Qué?!— gritó ella girando hacia Joen.

—Nos iremos esta noche. Dile a tus amigos, yo lo haré con los míos, y créeme cuando te digo que nuestros padres no lo sabrán hasta que estemos en la tierra—sentenció el guerrero con voz grave.

El desconcierto hizo que la cara de la muchacha fuera invadida por la sorpresa, y acto seguido, se sostuvo la cintura con ambas manos y examinó el rostro del chico parado frente a ella, para ver si así encontraba algo que pudiera delatarlo.

—Esto no tiene sentido.

—Lo tiene: tu deseas saber más de tu pasado, yo también, y creo que si no nos apresuramos algo podría salir mal.

—No te quitaré el crédito de ese punto, pero digamos que soy una mujer indecisa: quería lanzarme, pero...

—Bueno, aprenderás a tomar decisiones, y empezarás ya. Esto es lo que querías, y siendo sincero, yo también.

—¿Qué crees que dirá mi madre?, ¿Y tu papá?

—No se enteraran de nada, al menos no hoy. Eres temeraria, reina, pero siempre que una situación se vuelve delicada, hay que dejar de correr e ir caminando, aun cuando esto desespere.

—Lo sé. Aunque tú también acabas de tomar algo de mucho peligro.

—Me gustan los retos— finalizó él mirando el reloj de su muñeca—. Tenemos poco más de treinta minutos para irnos de aquí: según yo, nuestros padres están dando un paseo con tus abuelos, así que aún hay tiempo.

—¿Es normal que me duela el estomago?

—Sí, y me parece muy extraño que aún no hayas vomitado. Pero quien sabe, en la nave no hay mucha gravedad.

Suspirando y sintiendo sus manos llenas de un sudor pegajoso, la blanquecina se mojó los labios y habló con cierta solidez que nunca antes había experimentado:

—Gracias por escucharme y acceder a esta locura. Tal vez parezca un capricho, pero no puedo dejar de pensar que mi vida era rutinaria hasta que este gran secreto fue revelado, y he de decir que de la manera menos esperada.

—La rutina no tiene nada de malo.

—Nunca afirme eso— rio ella—. Y tienes razón, no tiene nada de malo, pero comparando tu vida con la mía, hay una clara diferencia.

—No negaré ese hecho. Ahora, ¿Qué vamos a hacer?— le preguntó el soldado para ponerla a prueba.

—Avisar a nuestros amigos para que nos acompañen, evitar que nuestros padres se enteren y salir hacia antes de que el sol aparezca— resumió Lara enumerando con los dedos.

—Me gusta tu buena memoria.

Y fue así como los dos, siendo cómplices de la euforia del momento y de la preocupación que les traía ciertas cosas que aún no podían descifrar del todo, fueron a la sala y compartieron con sus amistades la idea de correr y arriesgarse. ¿Qué podría salir mal, si tenían personas confiables a su lado?

 ¿Qué podría salir mal, si tenían personas confiables a su lado?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Luna de Hielo [Saga Moons #2] {➕}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora