Había comenzado a reunirse con ese grupo de betas y alfas por el motivo más estupido, "llevarle la contraria a su padre", todos en el salón de clases lo empezaron a ver diferente el día que llegó con un ojo morado.
"Min Yoongi es un gamberro"
El rumor se extendió como fuego de verano en la escuela y si el rumor ya había arruinado su reputación ¿Qué importaba si era verdad?
La verdad de que su padre le había golpeado porqué "estaba estresado".
En una de sus reuniones después de la escuela con esos chicos fue que se encontró con los dos cachorros.
Al principio no les dio mayor importancia, personas que vivan en la calle que no tenían relevancia en su vida.
Entro al minisuper para comprar cigarrillos. Entregaba su parte a su grupo de amigos para comprar la cajetilla cuando escucho un alboroto al frente. Se asomó por una esquina de la góndola y entre unas bolsas de snacks vio como el dueño del lugar sacudía por el brazo a uno de los cachorros.
"Está loco" sus amigos se burlaron.
Pero... Eso no estaba bien. Algo en su interior se enfado por como el maldito beta trataba al cachorro.
Sin meditarlo camino hasta el frente y dio con todas sus fuerzas una patada al señor, para luego tomar la mano del menor y salir corriendo del lugar.
Cuando se sintió seguro volteó a ver al menor que corrió un par de metros hacia atrás para encontrarse con el cachorro más pequeño que llorando había corrido detrás de ellos.
El mayor trataba de tranquilizar al menor sin mucho éxito.
"¿Qué demonios hiciste para que ese bastardo te maltrate?"
El menor no respondió, pero sus ojos llenos de lágrimas miraban un emparedado entre sus manos.
Era esos emparedados lujosos y juzgando su vestimenta en mal estado no creía que pudiera comprar algo así.
"¿Lo has robado?"
El menor se mordió los labios mientras asentía con la cabeza.
"¿Por qué harías algo tan estúpido?"
Aparentemente el hermano menor tenía hambre.
Se rascó la cabeza con frustración. ¿Porqué se preocupaba?
"Si te atrapan robando te llevarán a una correccional de menores y te separaran de ese mocoso" " gana dinero honradamente o te golpearan hasta matarte" "los betas no se preocupan por los cachorros como ustedes"
Estaba a punto de irse cuando su chaqueta fue tirada.
¿Estaba tratando de robar de su bolsillo después de ayudarle?
Se giró enfadado. Se contuvo en el último segundo cuando se encontró con los ojos del menor que lo veían directamente.
"¿Hyung, Cómo puedo ganar dinero honradamente?"
"Cose muñeco, pela castañas, o limpia el frente de los negocios... Cosas de ese estilo"
Su rostro se sonrojo. Cuando dijo que debía de ganar dinero no considero que estaba hablando con un niño...
Él no sabía en qué más podría trabajar un niño.
"Gracias Hyung. Prometo ya no meterme en problemas"
Se hubiese olvidado de ese encuentro si no fuese por qué fue el primero de muchos.
La segunda vez que se encontró con el chico su vida se estaba cayendo, tenía 13 años y su vida era una completa mierda.
El profesor le pidió ir a la oficina del director frente a todo el salón.
"qué sorpresa"
"Espero que lo expulsen, arruina la moral del salón"
Fueron algunos comentarios que logró alcanzar a escuchar mientras salía.
Al llegar se encontró con el chico, Quien tenía un ojo morado y la camisa del uniforme rasgada y empapada de algún líquido rosado.
Fue el primero en pasar a la oficina, las delgadas paredes le permitían escuchar lo que el director del lugar gritaba.
El imbécil le amenazaba con expulsarlo por el estado de su uniforme.
¿Creía que eso se lo había hecho solo? ¿Qué tan imbéciles pueden ser los adultos?
Al salir el chico cabizbajo no levantó la mirada, pero era evidente las lágrimas que contenía.
Al pasar a la oficina la imagen del chico se borró de su cabeza. El director había llamado a su padre que entro poco después de él y tomó asiento a su lado en aquella apretada habitación.
El director mostró alegre su tarjeta de calificaciones, el temor creció en el. Su padre tenso a su lado le dio una mirada.
El director comenzó a hablar de la materia reprobada y como sería de gran ayuda que un alumno con poca capacidad como lo era el, debería de asistir a una escuela de refuerzo. El director seguía promocionando su estableciendo mientras su padre se agachaba y agradecía.
Cada vez que veía como su padre hacia una reverencia, su ansiedad aumentaba.
Su padre no soportaba tener que humillarse ante otros.
Sabía que al llegar a casa lo golpearía.
No deseaba regresar. Volvió a clases sin mediar palabras con su progenitor.
Ese día se quedó a dormir en la casa de un amigo como el gran cobarde que era.
A la mañana siguiente no habían rumores de su llamada a la dirección, pero si sobre cómo un grupo de chicos acosaron a un alfa hasta que dejó la escuela.
No tenía que ser inteligente para conectar A y B.
Era su problema. Tendría que haberse defendido desde el primer momento.
"Mi madre no quiere que vengas más a casa"
"Solo han sido tres días..."
"Tienes tu propia casa, ve y enfrenta a tu padre y no me fastidies más"
No podía creer lo que escuchaba, después de cuidarlo, prestarle dinero este que decía ser "su amigo" lo había echado a la calle.
Preguntó con más personas de su grupo, pero todos pusieron escusas. Al parecer su "amigo" había estado hablando a su espalda .
"Hey, se de un sitio donde puedes quedarte" un chico se acerco a él a la hora de la salida cuando estaba en las taquillas de zapatos. "No es la gran cosa, pero si pagas puedes quedarte. No es muy costoso"
Yoongi siguió al tipo de cabello desteñido. Sabía que era uno de los mayores delincuentes de la escuela, cuando se metió entre varias callejuelas llenas de basura y con muros pintados con grafiti considero que no había sido una gran idea seguirlo.
"Ocupamos el edificio completo" comentó al llegar a una puerta abierta que era custodiada por adolescentes que sostenían un bate.
"Paga, no toques las cosas de los demás, no te metes en lo que no es tu asunto y estarás bien"
"Por cierto, Soy Doghyun" el chico extendió la mano que tomó gustoso. "La cuota es semanal, 50 por persona"
"¿Cual será mi habitación y cama?"
El chico escaneo el lugar, lo cuál imitó.
Estaban en el cuarto piso. Los edredones y futones regados por doquier le daba una idea de que no existía la privacidad en ese lugar.
"Qué afortunado eres, puedes escoger tu habitación"
No apreció la burla, pero era lo mejor que tenía en ese momento. En cuanto pudiera se marcharía de ese lugar.
Pronto se dio cuenta que 50 cada semana, además de su comida, el material de estudio y demás gastos básicos era demasiado dinero para que un chico de su edad lo consiguiera.
Los bastardos en los negocios en donde pedía trabajo no le ofrecían lo justo por el trabajo y eso cuando le pagaban.
Extrañamente en el lugar no se aceptaban betas, todos eran alfas u omegas.
Más tarde descubrió que el "líder" del lugar era Doghyun.
Doghyun era el tipo de persona que harías llorar a tus padres si se enterase que era tu amigo.
Nunca le alcanzaba el dinero que recibía de todos los que se quedaban en el lugar, y de forma aleatoria creaba una cuota adicional que debías pagar si querías continuar en el lugar. Además no sé detenía cuando entraba en su RUT o un Omega estaba en celo.
Esto quizá era una de las cosas que más le angustiaba. Era angustioso escuchar los gritos que duraban todo el día y toda la noche.
Ningún omega se salvaba de resultar en gestación, y si esto no era lo suficientemente malo, no fue una la que vio que perdía a su cachorro por ser muy jóvenes o por estar en malas condiciones físicas.
Algunos habían muerto desangrados. Lo sabías porque al día siguiente no se levantaban.
Nunca participó en desaparecer el cuerpo.
En otras ocasiones los omegas morían bajo sus propias manos.
En cuanto a los alfas, ellos no duraban mucho en ese lugar, por peleas por el liderazgo, luchas para mantener el territorio o por omegas. Algunas veces solo se iban, pero era difícil saber cuando había sido así.
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La verdad sobre nuestro líder
RomansaDeambular por zonas desconocidas nunca es buena idea, pero cuando estas perdido, quizá encuentres algo más que la salida. Un alfa se supone que sea alguien fuerte y agresivo, pero Jin, nunca ha encajado con esa descripción. ¿Qué es lo que hace a un...