Capítulo 8- Progo

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Pude mirar a mis compañeros un momento antes de lo que parecía ser el final, ver el miedo en sus caras, la desesperación... Me negaba a que se fuese a acabar así, y una idea me vino a la mente, el tiempo. Sólo necesitábamos hacer tiempo para que el resto llegasen, y algo me decía que no les quedaba mucho.

- ¡NO VAMOS A CAER AUN!

No me giré para ver sus reacciones, sabía que había conseguido animarlos para aguantar, nada más. Al final, haciendo acople de nuestras últimas fuerzas, repelimos la que habría de ser el quinto asalto contra nosotros.

- Chavales, tenemos que aguantar, no hay por qué matarlos a todos, simplemente hacer tiempo.

Victo sería la clave para esa victoria, su Líkito era capaz de desestabilizar a sus enemigos, cosa que nos sería muy útil para debilitarlos y poder rematarlos más fácilmente.

Le toqué el hombro suavemente con la mano, se giró para mirarme, pude ver la luz de la esperanza en sus ojos, y me entendió a la perfección si hacer uso de palabras... Qué buenos amigos tenía.

En efecto, Victo tomó la iniciativa, dando un paso al frente, Aura e Ícaro se colocaron junto a él, Lien y yo en la retaguardia. No hacía falta que ninguno mirase hacia atrás, teníamos las espaldas protegidas. Escuchaba el choque constante de espadas e instantes después los gritos de los antimonios, Victo y los ángeles lo estaban haciendo estupendamente bien. Lien y yo nos cubríamos el uno al otro, aun no sé como aguantamos de pie tanto tiempo, tendríamos que haber caído hace un buen rato. Pero no. Aun no.

En un momento inconcreto de la batalla, las hordas de antimonios dejaron de llegarnos, y miramos al cielo solo para contemplar nuestra salvación.

Los ángeles.

Al fin, el ejército de ángeles había llegado.

Unas alas blancas se cernieron sobre nosotros, y pude contemplar la figura de su capitán.

- Humanos, Ícaro, Aura, venid conmigo, os guiaré hacia un lugar seguro.

Pudimos oírle a duras penas por los gritos de arriba, pero le hicimos caso. Andando como podíamos, le seguimos el paso a Spectron, que nos guiaba a lo que parecía ser un descanso temporal.

- ¿Por qué habéis tardado tanto?

No tengo ni idea de como hizo Lien para poder hablar.

- Nos han atacado desde distintos puntos, creo que nos querían hacer una encerrona, pero nos habéis cubierto las espaldas de maravilla. Noté que no estabais, así que cuando la situación se calmó un poco vine con unos cuantos sospechando lo que pasaba. Y menos mal que lo hice.

Me giré para comprobar lo que decía, Aura, Ícaro y Lien parecían con más energía, supuse que sería la inmortalidad. Victo estaba bastante malherido, cojeaba de una pierna y le sangraba un brazo, además de su camisa llena de cortes. Yo, por mi parte, notaba todo el cuerpo ardiendo hasta tal punto que no sabía donde tenía heridas y donde no.

- Spectron, - Dije- ¿Adónde vamos?

- A un lugar alejado de la plaza, tenéis que descansar por si...

Se calló de golpe, mirando al horizonte con expresión de estar asustado.

Pudimos observar lo que pasaba, otra nube de antimonios se dirigía hacia la plaza, proveniente de donde, según Spectron, él había venido.

- Spectron, ¿qué ha pasado?

- Ellos son... Son muchos más de los que eran cuando había dejado... No, sólo son los mismos que al principio.

Boku no Tenshi (Mi Ángel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora