Capítulo 17- Ícaro

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En cuanto el Gran Soberano me envió en la misión, supe que debía conseguir varios soldados de alto rango esperando por mis órdenes. Tendría que dejarme de falsas apariencias y dirigirles hacia las puertas y hacia la victoria absoluta. Sin embargo, el mayor problema al que alguna vez pude enfrentarme aún estaba presente, seguía sin saber dónde estaba el acceso a ese lugar exactamente. Sabía dónde solía encontrarse, y el Gran Soberano también podía estimarlo, pero las puertas podían no estar donde la última vez, tocaba jugársela.

Al salir, vi a decenas de soldados, preparados y armados, entre los cuales estaban Kire y Victo, listos para la inminente batalla.

- Me encanta ver que estáis preparados.

- Ayudaremos en lo que podamos, amigo.

Alcé la voz ante todos los soldados que tenía a mi disposición.

- Estoy seguro de que todos aquí ya estáis informados de nuestra misión. También estoy seguro de que muchos os preguntáis por qué alguien tan joven como yo os liderará, prometo que todo se descubrirá en su momento, sin embargo, aún no puedo revelaros esa información.

Vi como algunos ponían caras de sorpresa, otros permanecían impasibles... Victo y Kire, sin embargo, simplemente asentían serios.

- Tendréis que saber que esta misión es muy arriesgada, si alguien no está dispuesto a dar su vida, es libre de marcharse.

Nadie se movió, todos estaban dispuestos para la batalla.

- Bien pues, nos dividiremos en tres grupos, ya que el lugar al que nos dirigimos podría estar en estas tres ubicaciones según lo que sabemos. Sin embargo, debéis saber que son solo suposiciones, no estoy seguro de que podamos encontrarlo... Pero hay más posibilidades de que se encuentren aquí.

Ubiqué los soldados que se encontraban en las filas, los había visto luchar, así que pude hacer una rápida selección.

- Sanjo, acompañarás al escuadrón beta liderándolos; Quelar, lo mismo para ti con el gamma. Todos sabemos que Spectron y Umbra quieren participar en la operación, sin embargo, deberemos hacer esto sin nuestros generales, ya que son necesarios como línea principal de defensa. También sé que nadie cuestionará mi elección como líderes de escuadrón. Los miembros del escuadrón alfa, vendréis conmigo y con los terrícolas. Sanjo, Quelar, estableceré conexión telepática, aunque nunca lo hayáis hecho, una vez lo haga, cada pensamiento que queráis que me llegue, llegará, no os preocupéis.

Algunos de los soldados parecían querer hablar, y no les culpé. Ciertamente la telepatía era algo que solo los más preparados podían llegar a dominar, y nadie de nuestras filas había sido capaz, excepto el Gran Soberano, y aún así a veces no era precisa. Sin embargo, no era el momento.

Sanjo y Quelar se acercaron, dos luchadores fornidos y ágiles. Ambos con una mirada furiosa en su rostro, aunque siempre actuaban calmados. Sanjo luchaba con una lanza que se encogía y extendía en función a cómo el quisiera, mientras que Quelar luchaba con un tridente. Sus armas, al ser originales, les daban una ventaja en el combate que nadie más tenía, ya que los enemigos no sabían reaccionar a ellas.

Les toqué la cabeza, cerré los ojos y les hablé a través de mis pensamientos.

Abrieron los ojos de sorpresa, así que supe que había tenido éxito.

- Ya sabéis hacia donde ir cada uno de vosotros, liderad a vuestros escuadrones a la victoria y recordad, es una misión de rescate, cuanto menos tiempo paséis allí, mejor.

Ambos líderes marcharon con sus escuadrones hacia sus ubicaciones, y nosotros hicimos lo mismo. Todos los ángeles desplegaron las alas, y entre varios llevamos a Victo y a Kire agarrados.

Boku no Tenshi (Mi Ángel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora