Capítulo 20- Progo

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Kire apareció de una esquina, diciendo que cuando estaba entrenando, él y Palaios tuvieron una conversación...

(En la casa de Palaios)

- No entiendo cómo los humanos tenéis ese instinto para la batalla, os adaptáis demasiado rápido pese a ser más débiles.

- Pues ni idea, simplemente dejo que el cuerpo se mueva solo, es como si mi cerebro notara que hay un peligro y en ese momento reacciono más rápido.

- Un peligro eh... Tal vez...

- ¿Maestro?

- Ah nada nada, cosas mías.

(En el presente)

- Conque detectar un peligro...

Kire estaba pensativo, pero Ícaro habló:

- ¡Tal vez esa sea la clave!

La mirada de mi amigo humano también se iluminó:

- ¡Claro! Los ángeles son inmortales y más resistentes al daño, por eso ellos no peligran tanto.

Les miré sin enterarme de nada.

- A ver- Me explicó Kire- Cuando estás durmiendo y alguien se acerca, te despiertas de golpe, ¿verdad?

Asentí.

- Pero cuando se te sube tu perro encima, o te empiezan a pintar en una fiesta, sigues como un tronco.

- Ajá.

- Pues es por el "Sexto Sentido" que tenemos los humanos, ¿eso ya sabes lo que es, a que sí?

Ahí lo pillé todo.

- Decís que, como no somos más resistentes, ¿nuestro cerebro interpreta las batallas como una amenaza mayor que la que supondría para los ángeles y eso nos hace estar más alerta?

- Bingo.

- Y una vez los humanos os entrenáis, ya que vuestro cerebro está más preparado para detectar amenazas porque tenéis más peligros en vuestra contra que los ángeles, el cuerpo os sigue y podéis reaccionar antes que los ángeles.

Seguimos hablando sobre el tema un rato, hasta que decidimos cortar la conversación e irnos a dormir, aunque estuve un rato más de camino a casa y tumbado en la cama mirando al techo dándole vueltas al asunto.

Si eso era cierto, que eran solo especulaciones, el Sexto Sentido era algo único de los humanos, lo cuál nos daba más potencial de adaptabilidad al combate... ¿Podríamos llegar a superar a los ángeles mejor entrenados sólo por tener cerebros mejor desarrollados? Sus cuerpos y habilidades llevaban pulidas muchísimos años pero si esto nos daba más potencial y margen de mejora... Llegaría un punto que los alcanzaríamos pero... ¿Cuánto nos llevaría eso?

Decidí que era mejor no darle más vueltas y reposar, estaba hecho polvo la verdad. Mañana sería otro día, lo hablaría con Spectron y el Gran Soberano a ver si... Un momento.

El Gran Soberano sabía lo de Ícaro y aún así le dejó venir a la Tierra... ¿Sólo para mantener su tapadera? Mi instinto rara vez fallaba, y había algo raro ahí pero, ¿el qué? 

Desde el principio era alguien extraño... Lo de dejar que nos investiguen... ¿Para aprender nuestras costumbres? Me parece algo que una chica de 16 años pensaría, pero el líder de un mundo entero... 

Al final me dormí pensando en el tema y no llegué a nada, decidí seguir investigando al día siguiente y preferí no comentar nada del Sexto Sentido con el Gran Soberano.

Cuando me desperté, ya me encontraba mejor, las piernas y los brazos algo entumecidos pero al menos no parecía que hubiera caído desde no sé cuantos metros de altura.

Me comí un Erfog, una comida de allí muy rica con forma de red de una raqueta de tenis y un vaso de agua para hidratarme un poco. Al salir de casa, vi el ambiente festivo. La gente me saludaba mientras iba hacia la casa de Aura, me preguntaban qué tal estaba e incluso algunos chavales más pequeños llegaron a pedirme que entrenase con ellos. 

La gente estaba de buen humor, incluso Spectron parecía tener intenciones de sonreír... O eso me dijeron unos soldados con los que me encontré, aunque no les creí. Al parecer el general estaba preparando algo para Aura como bienvenida. 

Llegué a casa de mi novia, que me recibió con un súper abrazo que casi me rompe las costillas otra vez.

Al rato llegaron Kire y Victo, seguidos de la aparición estelar de Ícaro, que al parecer huía de una turba de gente que le preguntaba cosas de todo tipo.

Estuvimos hablando un buen rato sobre cosas varias... Hacía mucho que no teníamos una conversación normal.

- Ojalá Lien estuviera...

Todos miramos a Victo, que parecía pensar en voz alta.

- Tranquilo amigo- Le dijo Kire- Estoy seguro de que volverá en algún momento, sabemos que los berrinches le pueden durar.

Hicimos el esfuerzo de reírnos, pero cambiamos el tema enseguida.

Llegaron Spectron y Umbra.

El general se acercó tímidamente, aunque seguro de sí mismo, como siempre. Su mujer le empujó y le animó.

Spectron alzó el brazo y lo estiró, mientras este empezaba a desaparecer en el aire abriendo un portal. 

Todos nos quedamos atónitos.

Entonces, sacó la mano del portal con una funda para una daga con una representación de Lita, bordada con un hilo de oro. Umbra dijo sonriente:

- Se ha pasado la noche diseñándola para ti.

Spectron se sonrojó un poco:

- Tu madre ha hecho casi todo el trabajo, yo solo...

Aura se lanzó a los brazos de su padre y así hizo después con su madre, cogió su nueva funda y guardó a Lita en ella.

- ¿Has aprendido a hacer portales sólo para esto?

- No me subestimes hija, ya lo había practicado...

- Pero sí, ayer tuvo un entrenamiento especial para aprender a hacerlos sólo para esto.

Aura se alegró muchísimo y empezó a hacerle burlas a su padre mientras su madre se reía sin parar.

Cuando hubieron acabado, di un paso al frente del grupo y dije:

- ¿Qué tal si vamos a la plaza a presumir de tu nueva funda?

Aura parecía entusiasmada con la idea, y el resto también parecían estar de acuerdo.

- Perfecto- Dije- Pues vamos a...

Todos me miraron aterrados. Noté una especie de empujón por detrás. Vi a Spectron desenvainando su arma, Aura corriendo hacia delante, el resto también estaban asustados, preparándose para luchar. Bajé la vista para ver una espada con espinas ensangrentada saliendo de mi abdomen mientras la vista se me ponía borrosa...

Empecé a cerrar los ojos cuando noté otro empujón a la altura del pecho mientras escuchaba a lo lejos gritar a mis amigos... Una voz familiar sonó a mi espalda justo antes de que todo se volviera oscuro.

- Uno menos.

Boku no Tenshi (Mi Ángel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora