10.Dude

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¡No quiero!

Ya habían sido semanas del seudo ataque de Seo a Won, después de las advertencias de los amigos de Jay el brabucón no había hecho de las suyas, además de expandir el rumor de que Sunoo y Ni-Ki también eran capaces de meterse a una pelea por el pequeño peligris.

Yang y Park vivían sus vidas estudiantiles de manera tranquila, sin apuros ni preocupaciones mayores a tener buenas calificaciones y hacer lo mejor en cada una de sus actividades, su relación era más bien algo bueno en la vida de cada uno.

Es una buena vida.

Y sería aún mejor si no tuvieran que separarse a la salida de la escuela porque Jungwon tiene que estudiar para sus exámenes, en tanto Jongseong se queda en los entrenamientos hasta tarde porque uno de los torneos Inter-escolares más importantes se acercaba a paso acelerado.

-No quiero que te vayas- susurró haciendo un puchero el más alto posando sus brazos en la pequeña cintura contraria en tanto rozaban sus narices en un dulce beso esquimal.

-No quiero irme tampoco- murmuró el peligris en tanto rozaban sus labios.-Pero tengo que hacerlo- rio al ver como el labio inferior del mayor sobresalía aún más.-Pareces un bebé haciendo un berrinche Jongie-

-Lo soy, así que quédate para cuidarme- terminó de juntar sus cuerpos acariciando la espalda baja contraria.

-Les pido, por favor, que se consigan una habitación, no quiero quedar traumado- escucharon la rasposa voz de Nishimura a un lado.-Park, el entrenador te llama- habló mirando fijamente al capitán.-Y Won, ve a estudiar tranquilo, yo me encargo del bebé- se burló de la última palabra.

-Riki te voy a matar en esa cancha- gruñó el castaño antes de volver la mirada a su amante.-Avísame cuando llegues a casa, te amo- su tono se suavizó al hablarle al más bajo.

-También te amo, vaya a dirigir al equipo capitán- sonrió sobre los belfos contrarios para darle un delicado beso.

Tan adorable.

Se alejaron a los segundos quedando el deportista sobre el pasto sintético viendo como el de piel acanelada caminaba hasta las afueras de la institución pensando en que se dirigiría a la parada de autobuses que suelen tomar juntos, pero eso no fue lo que pasó.

Jongseong quedó aturdido al ver como su chico abrazaba efusivamente a un tipo de cabello negro que parecía tener tatuajes en sus brazos, había un gran auto atrás del hombre y el peligris se subió inmediatamente al vehículo.

-¡Park ven!- escuchó el grito del adulto que los entrenaba.

Sacudió un poco su cabeza aún mirando con extrañeza como el auto ahora se movía en dirección contraria al hogar de su novio.

¿Qué mierda?

                                                                                       웃❤유

¡Está aquí!

Jungwon fue sorprendido por Lee Heeseung, uno de sus hermanos no de sangre, a la salida de la escuela, casi llora de la emoción porque lo extrañaba demasiado.

Sin dudarlo se subió al vehículo ya bien conocido por él, decidieron ir a comprar la cena en uno de los lugares favoritos de Sunghoon, ya que el peliblanco tampoco sabía que el pelinegro había vuelto a Seúl.

-Heeunie, ¿Quién te crees para desaparecer tanto tiempo?- interrogó irónicamente Yang cuando ya se encontraban camino a su hogar.

-Oye niño cuidado, ya tengo más de 30, no necesito avisar- respondió en un tono infantil.

FALOFILIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora