El rechazo no les afecta.
Llegaron juntos al lunes siguiente del almuerzo familiar en el hogar de los Yang, esta vez fue un poco distinto ya que sus manos estaban totalmente entrelazadas y no se separarían hasta entrar a sus respectivos salones.
Las que antes eran sonrisas hacia Jongseong ahora eran miradas sorprendidas y los que antes eran ojos despreciativos a Jungwon ahora mostraban terror porque con el chico de oro a su lado, era por completo intocable.
—Idiotas— susurró el peligris respondiendo con desdén a los ojos que los perseguían desde la mañana.
Actualmente era hora de almuerzo, se encontraban bajo el árbol equivocado se había vuelto su lugar preferido en todo el edificio.
—Jungwonie, no les prestes atención— murmuró el castaño en su cuello, puesto que el menor se encontraba sentado entre las largas y fuertes piernas de su novio, apoyando su espalda sobre el fuerte pecho y abdomen marcado.—Solo concéntrate en mi, ¿Si?— besó la zona donde antes hablaba.
—Pero Jay, estos imbéciles creen que somos parte de sus atracciones de circo— se quejó dándose la vuelta hasta que quedaron frente a frente.—Pueden hablar la mierda que quieran de mi, pero tu no lo mereces Jay— hizo un puchero llevando sus largos dedos a las oscuras hebras de Park.
—Sabes que no me interesan esos estúpidos rumores de pasillo— pasó su pulgar por el labio inferior de Yang para que lo liberara.—Además, deja que se llenen de envidia, esa es la mejor manera de responder, pequeño— sonrió besando la nariz del acanelado.
Se quedaron mirando fijamente unos minutos distendiendo el ambiente en el amplio y sereno patio de la institución.
Simplemente encantador.
—Me gustas mucho— salió repentinamente de la garganta del más bajo.—Solo me importa que tu lo sepas y tengas claro— tomó el rostro del mayor para juntar sus frentes.
—Me gustas mucho— dijo las mismas palabras Jay.—No me importa lo que piense o diga el resto— le dio un pequeño beso en los labios a Won.—No merecen tu atención, cariño— acarició la pequeña cintura relajando al peligris.
—Bien bien— asintió riendo por la naturaleza convincente del capitán.
Se dio vuelta para volver a comer y en un ambiente más agradable, terminaron sus almuerzos poco antes de que tocaran el timbre, volviendo a sus salas.
Los quiero maldecir tanto.
Pensó Yang reprimiéndose para no cometer una locura cuando se sentó en su clásico lugar apartado, en tanto escuchaba los murmullos.
—Dicen que está utilizando a Jongseongie, pobre chico, no sé que le vio a esta zorra—
—Ese tipo tiene que ser tonto, ¿Cómo terminó entre las piernas de Yang?—
Quiero golpearlos.
Jungwon escuchaba a diario ese tipo de comentarios y ya no los respondía porque sabía que Jay sería capaz de meterse a una pelea por él, lo cual mancharía la reputación del chico de oro, arriesgándolo a a una sanción e, incluso, que lo sacaran del equipo de futbol.
Y no lo permitiría.
Prefería aguantar unos meses más esos estúpidos comentarios que, a decir verdad, nunca le afectaron y ser feliz con su Jay.
Al fin tocaron el timbre para que todos se posicionaran y llegara el profesor al poco rato deteniendo los rumores sin sentido.
Cada vez se concentraba más en las clases e ir mejorando sus calificaciones, a pesar de ya tener prácticamente excelencia académica, puesto que actualmente no se sentía tan a la defensiva porque se sentía cómodo con las personas que lo veían día a día, por lo que no tenía razones para no dar lo mejor de sí mismo.
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FALOFILIA
Fanfiction웃❤유 Tal vez las cosas en su vida van a dar un giro de 180 grados después de firmar una promesa de amor casi imposible 웃❤유 ⸼ ❤‿ 𝘗𝘢𝘳𝘬 𝘑𝘢𝘺 + 𝘠𝘢𝘯𝘨 𝘑𝘶𝘯𝘨𝘸𝘰𝘯 ❤‿ Capítulos largos ❤‿ Escenas +18 ❤‿ Esta historia le pertenece a @StrawBerry...